Sumario general
Primera parte
Sí, así lo creo. Ya estamos viviendo de lleno la batalla final, como afirma últimamente Robert Kennedy, una batalla que tenemos que ganar. Creo que realmente estamos viviendo el desenlace último de La hora de los grandes “filántropos”, aunque nuestras sociedades sean incapaces de entender lo que está pasando, inmersas en una propaganda que no solo es comparable a la vivida en la Alemania nazi, sino que incluso la supera en magnitud y sofisticación. Semejante comparación cada vez me resulta más pertinente. No me importa que a la gran masa de ciudadanos occidentales, como hechizada por el acoso sin respiro de los grandes medios de comunicación (medios que ya son propiedad de esas élites “filantrópicas”) le parezca una comparación inaceptable.
Baste un solo caso, simbólico y revelador, para captar rápida e intuitivamente los paralelismos e incluso la correlación entre la propaganda nazi y la “información” que nos proporcionan las grandes agencias y los grandes medios, propiedad en su práctica totalidad de las “grandes” familias “filantrópicas”, también grandes (todo a lo grande) financiadoras en su momento del nazismo: el caso del “gran” señor Karl Schwab Rothschild, autor del “gran” libro El Gran Reinicio y responsable visible del Foro Económico Mundial (Foro de Davos), que dejó meridianamente claro que la pandemia era el gran acontecimiento “providencial” para permitir el inicio del Gran Reset. Como explica Johnny Vedmore, “el padre de Klaus, Eugen Schwab, dirigió la rama alemana de una empresa de ingeniería suiza, apoyada por los nazis, actuando en la guerra como un destacado contratista militar. Esa empresa, Escher-Wyss, utilizó mano de obra esclava para producir maquinaria fundamental para el esfuerzo bélico nazi, así como para el esfuerzo de los nazis por producir agua pesada para su programa nuclear”.
Segunda parte
A lo largo de los meses hemos podido comprobar que se iba dando un proceso común en bastantes médicos e investigadores del máximo nivel mundial. El listado de ellos ocuparía demasiadas páginas, así que me limitaré a citar solo a media decena, a título de ejemplo: el creador de la tecnología de las vacunas de ARNm, Robert Malone; el investigador, exjefe científico y exvicepresidente de la división de investigación sobre alergias y enfermedades respiratorias de la empresa farmacéutica Pfizer, Michael Yeadon; el microbiólogo, director del departamento de medicina, microbiología e higiene de la Universidad de Maguncia, Sucharit Bhakdi; el doctor, editor en jefe de las revistas Reviews in Cardiovascular Medicine y Cardiorenal Medicine, Peter A. McCullough; y el vacunólogo, que trabajó con GSK Biologicals, Novartis Vaccines, Solvay Biologicals, el equipo de Global Health Discovery de la Fundación Bill y Melinda Gates y la Alianza Global para las Vacunas y la Inmunización, Geert Vanden Bossche.
Inicialmente estos auténticos y honestos expertos tan solo nos alertaban de lo absurda e incluso peligrosa que estaba siendo la estrategia contra la pandemia. Finalmente, todos ellos, impresionados por tanto desatino, llegaban a la conclusión común de que cuanto estaba sucediendo era inexplicable como una pura estrategia sanitaria que tuviese un objetivo simplemente sanitario. Todos ellos llegaban a la conclusión de que existen necesariamente unos inconfesables objetivos últimos que nada tienen que ver con la salud de las poblaciones.
Algunos de ellos ponen el acento en el pasaporte verde como instrumento fundamental (junto a otras medidas futuras como la desaparición del dinero físico) para un control totalitario de las sociedades como jamás se dio en la historia. Esto es algo que el mismo Karl Schwab Rothschild explica sin el menor rubor. Supongo que debe confiar que todos entenderemos sin problema alguno que en ello no habrá ningún afán de control por parte de tan “altruistas” y “filantrópicas” élites. Otros ponen el acento en el objetivo de rebajar drásticamente el “exceso” de la población mundial. Pero en todos ellos se da una coincidencia en lo sustancial. Finalmente, se completó para mí este complejo y pavoroso puzle tras conocer las confesiones del doctor David E. Martin (presidente de M-CAM International Innovation Risk Management, desde 1998 el mayor asegurador mundial de activos intangibles, utilizados en las finanzas en 168 países) sobre la larga y deliberada preparación del SARS-CoV-2 y sus “vacunas”.
Tercera parte
El descubrimiento de la magnitud y trascendencia del proyecto de los grandes “filántropos”, cuyo desenlace final se inició con la actual pandemia, ha sido para mí, al mismo tiempo, la causa de un segundo descubrimiento: el de la clave última para explicar, definitivamente por fin, otro misterio que, desde hace ya casi tres décadas, se ha convertido en un enigma que ha afectado considerablemente toda mi propia vida. Ese misterio no es otro que el de la absoluta e incomprensible impunidad concedida por la llamada comunidad internacional (el Occidente que Estados Unidos maneja a su antojo) al mayor criminal de masas actual, Paul Kagame. Este perverso ser es una pieza fundamental en el perverso proyecto que creó un caos indescriptible hace tres décadas en el África Central y que lo está creando ahora en nuestros propios países.
El doctor Martin ha completado el puzle de la pandemia y la “vacunación”. Del mismo modo, este inimaginable proyecto, en el que son fundamentales las materias primas que hacen posible la tecnologías para el pasaporte verde (y, por supuesto, el acceso fácil, seguro y barato a ellas) ha completado para mí el puzle de lo que ha sucedido y sigue sucediendo en el África Central con Paul Kagame como un instrumento privilegiado. El expolio de los minerales del Congo, esenciales para la últimas tecnologías que hacen posible la comunicación y la información instantáneas, abrió el camino al actual proyecto de control total de nuestras sociedades occidentales. Y al mismo tiempo, el exterminio selectivo de la mitad de la población de Ruanda y de millones de congoleños en la última década del pasado siglo XX podría ser considerado un referente o una experiencia piloto del actual proyecto eugenésico de esos grandes criminales globalistas.
Robert F. Kennedy Jr.: Esta es la batalla final, hemos de ganarla (noviembre 2021).