–Una entrevista a David Himbara–
Los ruandeses irán a las urnas para elegir un presidente el 4 de agosto, pero preguntarse si el general Paul Kagame ganará es como preguntar si los osos se cagan en el bosque. Sin embargo, se lo pregunté a David Himbara, autor de «El espejismo económico de Kagame» y «Los Campos de la muerte de Kagame», sólo empezar esta conversación.
Ann Garrison: David Himbara, ¿quién ganará las elecciones de la próxima semana?
David Himbara: Ganará el general Paul Kagame. No hay duda al respecto.
AG: ¿Y qué te hace estar tan seguro?
DH: Kagame compite contra sí mismo. Las figuras creíbles de la oposición están en la cárcel, en el exilio o se les impide competir contra él, si no han sido asesinadas.
AG: El presidente Kagame «ganó» con un 93% la última vez. ¿Qué porcentaje imaginas que va a sacar esta vez?
DH: 99,9%.
AG: Se trata de un número histéricamente alto, muy cercano al 100% del partido gobernante de Etiopía en 2015.
DH: Bueno, las cifras siguen aumentando. Kagame ganó el referéndum para cambiar la constitución con un 98%. El Parlamento votó con un 99% por el cambio de la constitución. El Senado la votó con un 100%. Así, probablemente, Kagame ganará con un 99,9%. Su pueblo dará el 0’10% restante a los otros dos candidatos.
AG: ¿Podría explicar el referéndum constitucional?
DH: Kagame diseñó la enmienda constitucional que suprimió los límites del mandato presidencial para que pudiera mantenerse en el poder más allá de dos mandatos de 7 años. La constitución modificada permite a Kagame mantenerse hasta el 2034. Los parlamentarios de Ruanda que participaron en debates nacionales de preparación para el referéndum declararon que sólo había diez personas que se oponían a eliminar los límites del mandato. Los votantes supuestamente aprobaron el referéndum por más del 98%.
AG: Durante el año electoral de 2010, dos candidatos fueron a la cárcel y otro se exilió después de que el vicepresidente de su partido fuera encontrado en una orilla del río con la cabeza cortada. A los periodistas se les disparó o fueron amenazados, y los asesinos de Kagame estaban trabajando en al menos tres países africanos más. ¿Qué pasó este año?
DH: No hubo violencia aquella vez por la sencilla razón de que el régimen no tenía nada que temer. No había líderes de oposición genuinos, excepto Diane Rwigara, y no se la permitió participar. Bernard Ntaganda fue a prisión por intentar participar en las elecciones de 2010. Ahora está libre, pero la ley de Ruanda prohíbe que nadie que haya estado en la cárcel pueda tener el cargo de presidente. Victoire Ingabire, por supuesto, permanece en prisión. Y no hay medios de comunicación independientes. El New Times of Rwanda existe para glorificar al general Kagame. Ha endurecido su agarrón totalitario.
AG: ¿Quién gestiona el proceso de votación?
DH: La Comisión Electoral Nacional, que no es independiente del régimen.
AG: En su libro «Los campos de la muerte de Kagame», usted escribió: «Desde las presidencias de Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, cada administración ha invertido significativamente en el ejército ruandés. Tanto si es una presidencia republicana como demócrata, los Estados Unidos han vertido constantemente millones de dólares a la máquina militar de Ruanda».
Usted también citó a Chris Smith, presidente del Subcomité sobre África, Salud, Derechos Humanos Mundiales y Organizaciones Internacionales del Congreso de Estados Unidos:
«Kagame ha sido considerado un héroe en la escena internacional y ha sido inmune a la crítica pública… Hay informes creíbles que el gobierno del FPR ha pagado asesinos para matar disidentes… En gran medida, evitando las críticas a las cuestiones ruandesas sobre derechos humanos, las administraciones de Bush y Obama lograron créditos para Ruanda desde 39 millones de dólares en el año fiscal de 2003 hasta 188 millones en el año fiscal 2014.»
Nada de esto es probable que cambie con la farsa electoral de este año, pero ¿qué pasó la semana pasada cuando fuisteis a Washington para hablar con alguien del Departamento de Estado de EE.UU.?
DH: El Departamento de Estado era caótico. El gobierno de Estados Unidos está actualmente preocupado por cuestiones internas, y Ruanda ni siquiera está en el radar. La administración aún no cuenta con numerosas oficinas del Departamento de Estado que tienen que ver con África. Por ejemplo, no hay ningún secretario de Estado adjunto para los Asuntos Africanos. Y en los rangos inferiores, algunos de ellos lo han dejado y algunos son nuevos. Por ello, creo que tardará un cierto tiempo para que Estados Unidos recupere su interés por África y Ruanda. Mientras tanto, el dinero continuarán fluyendo porque la clave ya está activada. Y eso pasa también por el gobierno británico. Actualmente se consume por su divorcio de la Unión Europea. Por supuesto, estos dos países, EEUU y el Reino Unido, son los principales promotores del general Kagame.
AG: Una de sus excusas para financiar los campos de la muerte de Kagame es su afirmación de que, bajo su liderazgo, Ruanda se ha levantado de las cenizas del genocidio para convertirse en un milagro de desarrollo. Pero escriba que «sólo 303.550 ruandeses están ocupados en la economía formal, mientras que 5,6 millones están en agricultura de subsistencia o sobreviven en sectores urbanos y rurales informales. Dicho de otro modo, el 93% de los adultos ruandeses de dieciséis a sesenta y cinco años trabajan fuera de la economía formal.» ¿Como sostiene Kagame este mito del desarrollo-milagro con cifras como estas?
DH: Kagame es un genio mintiendo y recibe mucha ayuda de Bill Clinton, Tony Blair, Howard Buffett y sus otros poderosos amigos de Occidente. Las universidades estadounidenses también ayudan a perpetuar esta gran mentira invitando a Kagame a hablar sobre su llamado milagro de desarrollo.
AG: En «Los campos de la muerte de Kagame», también escribió: «En 1997, Kagame se había convertido en el poder de ocupación predominante en la RDC [República Democrática del Congo], un vasto país noventa veces mayor que Ruanda.» ¿Cómo describiría la presencia de Ruanda en la RDC ahora?
DH: La situación actual en la RDC es ideal para Kagame, porque la comunidad internacional no presta especial atención a la región y el país se encuentra atrapado en su propia lucha por mantener el poder en los dos últimos períodos. Puede estar seguro de que ahora mismo Kagame está armando milicias para saquear y desestabilizar la República Democrática del Congo. El último informe de derechos humanos del Departamento de Estado de EEUU sobre Ruanda dice que casi todos los 400 rebeldes del M23 desarmados en Ruanda han desaparecido. ¿Dónde están? No hay duda de que en la RDC saqueando recursos y causando estragos.
David Himbara es un ruandés de Canadá, profesor en el Centennial College de Canadá, y autor de «Kagame’s Economic Mirage» y «Kagame’s Killing Fields». En marzo de 2017 fue galardonado con el premio Victoire Ingabire Umuhoza por la Democracia y la Paz. Se puede contactar con él en himbara@icloud.com.
Ann Garrison es una periodista independiente con sede en el área de la bahía de San Francisco. En 2014 recibió el premio Victoire Ingabire Umuhoza por la Democracia y la Paz por sus informaciones sobre los conflictos de la región de África de los Grandes Lagos. Se puede contactar con ella en ann@kpfa.org.