Desde su fundación en 1974, el Servicio, Paz y Justicia Argentina (SERPAJ) ha manifestado una marcada identificación latinoamericana, acompañando a los pueblos del continente en sus luchas, promoviendo la construcción de modelos sociales inclusivos basados en la protección integral de los derechos elementales de los pueblos, hombres, mujeres y niños.
Comprometido en los procesos de transformación y liberación desde y con los excluidos y violentados, el SERPAJ trabaja por una sociedad justa y participativa que asegure la vigencia de los DDHH, la justicia, la libertad y la paz. Entre sus objetivos fundamentales se encuentra: Educar para la Paz y los DDHH. Sus actividades contemplan, desde la promoción y difusión de una cultura de la Noviolencia hasta acciones y acompañamiento en favor de los derechos integrales de las personas y de los pueblos.
Estas actividades son llevadas adelante desde sus distintos equipos de trabajo, localizados en la provincia de Buenos Aires y capital. El Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, fue su fundador y es el actual presidente.
Contar la trayectoria del SERPAJ se hace difícil, ya que en primer lugar nuestro compromiso siempre fue con la vida, con los excluidos, con los empobrecidos y marginados de nuestro país y el de América Latina. Sostenemos la especificidad que los DDHH abarcan todos los aspectos de la vida tanto de las personas como la de los pueblos, del pasado, del presente y del futuro.
Dicho esto y en relación con la Conmemoración de los 40 años del atroz golpe cívico militar en marzo de 1976, cantidades de momentos han pasado, como lo señala Adolfo Pérez Esquivel “A lo largo del tiempo las personas y los pueblos van conformando sus tramas históricas con conflictos y luchas, entre esperanzas, incertidumbres, tensiones, desencuentros y problemas muchas veces no resueltos, abiertos a la capacidad creativa que ha permitido avanzar a la humanidad a pesar de todo, con miedos y alegrías”. De este modo como organización de DDHH hemos vivido nuestra historia.
De incertidumbres, miedos y peligros se nutre nuestra trayectoria de la cual rescatamos el episodio del 4 de abril de 1977 cuando detienen a Adolfo Pérez Esquivel, lo encarcelan, torturan y lo hacen participar de un vuelo de la muerte, gracias a la presión internacional y a una fuerte campaña de defensa por parte de distintas organizaciones mundiales durante su detención recibe por parte de Pax Christi el Memorial Juan XXIII por su lucha por la paz en América Latina después de más de un año de encarcelamiento le dan arresto domiciliario. Un delito terrible se instalaba en la Argentina que era la figura del detenido desaparecido, algunas familias lograban encontrar a sus seres queridos, pero otras no y la consecuencia son los 30000 desaparecidos por los que aun se busca justicia.
Otro episodio marcó mucho al SERPAJ fue cuando en octubre de 1980 se anuncia el otorgamiento del Premio Nobel a Adolfo, ese mismo día por la tarde sufre un intento de asesinato, del cual resulta ileso al igual que sus acompañantes.
Este caminar junto a los pueblos nos permitió acompañar y compartir el nacimiento y la lucha de distintos organismos de DDHH que aun continúan con su pedido de Memoria, Verdad y Justicia.
Adolfo señala que un momento de alegría para el SERPAJ, es cuando los logros son alcanzados después de un trabajo incansable de muchas mujeres y hombres integrantes del SERPAJ, como lo fue en 1995 la creación de la Aldea Jóvenes para la Paz en el partido de General Rodríguez, un centro educativo productivo destinado a jóvenes en situación de vulnerabilidad, donde se dictan distintos talleres y se trabaja en forma articulada con las familias, la comunidad y las escuelas. En el 2003 se crea la Aldea Jóvenes para la Paz en el partido de Pilar con similares características, ambas funcionan hasta la actualidad.
En este mismo periodo reforzaron y nacieron nuevos equipos de trabajos que dan su impronta a nuestra organización, como lo son el equipo que realiza sus acciones en la Estación de trenes de Constitución, con niños y jóvenes en situación de calle, equipo de trabajo Zona Norte que desarrolla su trabajo en los municipios de San Miguel, José C Paz y Malvinas Argentinas, donde articula acciones con escuelas y organizaciones barriales y posee un amplio trabajo en la temática de los Juicios de Campo de Mayo, otro de los equipos es el de Pueblos Originarios que acompaña toda la problemática de los pueblos indígenas.
Como decíamos anteriormente la vida de las personas, de los pueblos y organizaciones está acompañada de luces y sombras, tal vez si deberíamos señalar el momento más triste por el cual atravesamos fue la muerte, en el año 2011, de una querida compañera que puso toda su impronta a los distintos trabajos que se fueron haciendo en los diferentes momentos, que fue Norma Miranda, una gran persona llena de pasión con una sonrisa tierna y mirada transparente quien no dejo de luchar hasta el último momento.
Queremos mencionar un momento emotivo que atraviesa estos 40 años y que en este 2016 se cumplen 10, que es la entrada al Centro Clandestino de Detención y exterminio más grande del país: Campo de Mayo. En el 2006 impulsado por unos de los equipos del SERPAJ, junto a varias organizaciones se marcha y se realiza el 1º acto dentro de una guarnición militar en funcionamiento y se logra colocar frente al Hospital Militar donde funciono la Maternidad clandestina una placa recordatoria en homenaje a los detenidos desparecidos que pasaron por ese centro.