Te saludo atentamente y te deseo Paz y Bien para tu país y el mundo que tanto la necesita. Vivimos tiempos de incertidumbre por la violencia social y estructural que llevan a la humanidad a situaciones imprevisibles, con la amenaza de una posible Tercera Guerra Mundial nuclear, que todos saben cómo comienza, pero nadie sabe cómo termina.
Como Jefe de Estado de una gran potencia como es los Estados Unidos tienes la responsabilidad de trabajar por el bienestar de tu pueblo y contribuir a la Paz en el mundo, que hoy se encuentra en peligro y vive el oscurantismo de la lucha por el poder mundial provocando guerras, hambre y destrucción de los bienes y recursos de la Madre Tierra y el medio ambiente.
La pérdida de valores y ética son una ofensa a Dios y a la humanidad.
Al enviarte esta carta abierta es para pedirte que reflexiones. Es un llamado a tu mente y corazón, todavía estas a tiempo de cambiar y trabajar para construir la Paz, es el gran desafío y clamor de los pueblos. No olvides que lo que siembras recoges. La Paz se alcanza a través del respeto de las personas y los pueblos en su diversidad y requiere mucho coraje.
Duele a la humanidad la complicidad de tu gobierno con el Estado de Israel, el envío de armas, apoyo político y económico, a un país responsable del genocidio y etnocidio contra el pueblo palestino, provocando muertes de niños, mujeres y población civil en la Franja de Gaza, que sufre hambruna y desesperación por la destrucción de sus viviendas y por l violencia. Se suma la responsabilidad de los gobiernos europeos y de la OTAN que apoyan guerras y conflictos en Israel y Ucrania y se niegan a solucionar los conflictos a través de negociaciones.
La Corte Penal Internacional en la Haya libró orden de detención del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, acusado de genocidio contra el pueblo palestino. Te escandalizas y rechazas la decisión de la Corte, apoyando a Israel, y a la vez guardas silencio sobre las violaciones de los derechos humanos y de los Pueblos por los gobiernos de los EE. UU.
Quiero preguntarte, Joe Biden: ¿Cómo puedes hablar de los DD. HH., de la libertad y la Paz, si apoyas guerras, y las financia tu país, en lugar de buscar los caminos para la resolución de los conflictos y llamar al diálogo para construir la Paz?
Tienes que liberarte de la esclavitud del sistema de violencia en que te encuentras atrapado y prisionero por los nefastos poderes de dominación. Tu única salida es que seas rebelde a las injusticias y pares las guerras.
Los congresistas de los EE. UU. en su soberbia política deben resolver con equidad y justicia y levantar el bloqueo a Cuba, que sufre la agresión de tu país durante décadas. Debes escuchar el reclamo de los países que integran la ONU y de los pueblos. «Basta al bloqueo», Cuba no es un país terrorista.
Es hora de generar un Nuevo Contrato Social a nivel mundial para la convivencia y seguridad de los pueblos. Fortalecer a Naciones Unidas y democratizarla, hoy se encuentra amarrada por el Consejo de Seguridad que hace al mundo más inseguro.
Te encuentras en un momento crucial en tu país frente a las elecciones. Tuviste una decisión sabia de dar un paso al costado y no presentarte a la reelección
Durante tu mandato apoyaste guerras y violencia en el mundo, no tuviste el coraje de construir la Paz. Es hora de que cambies y demuestres al pueblo de los EE. UU., que tienes la decisión para ser constructor de un nuevo amanecer para tu país y el mundo, y terminar con el miedo a las guerras, al hambre y la pobreza que afecta a toda la humanidad y pone en peligro la vida planetaria.
Te deseo mucha fuerza y Esperanza, espero que esta carta te ayude a encontrar nuevos caminos de convivencia y tengas en cuenta que la Paz se construye.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz 1980
Buenos Aires, 21.07.2024
Biden, el reflejo de los actuales Estados Unidos (JP+, 26.07.2024)