Benjamin Netanyahu tiene razón al tachar de «absurda y falsa» la sugerencia de que existe alguna equivalencia en las atrocidades cometidas por ambos bandos. He aquí por qué.

Hay algo en lo que todos deberíamos estar de acuerdo con Benjamin Netanyahu: Cualquier comparación entre los crímenes de guerra de Israel y los de Hamás es, como dijo el primer ministro israelí, «absurda y falsa» y una «distorsión de la realidad».

He aquí por qué:

* Los crímenes de guerra israelíes llevan cometiéndose más de siete décadas, mucho antes de la creación de Hamás.

* Israel ha mantenido a los palestinos de Gaza enjaulados en un campo de concentración durante los últimos 17 años, negándoles la conexión con el mundo exterior y los elementos esenciales de la vida. Hamás consiguió sitiar una pequeña parte de Israel durante un día, el 7 de octubre.

* Por cada israelí asesinado por Hamás el 7 de octubre, Israel ha matado al menos 35 veces ese número de palestinos. Durante décadas se han dado ratios de asesinatos similares, groseramente sesgados a favor de Israel.

* Israel ha matado a más de 15.000 niños palestinos desde octubre, y muchas decenas de miles de niños palestinos más están desaparecidos bajo los escombros, mutilados o huérfanos. A principios de abril, Israel había matado a otros 114 niños en Cisjordania y herido a 725 más. Hamás mató a un total de 33 niños israelíes el 7 de octubre.

* Israel ha arrasado todo el sector sanitario de Gaza. Ha bombardeado sus hospitales y ha matado, golpeado y secuestrado a cientos de médicos. Hamás no ha atacado ningún hospital israelí.

* Israel ha matado a más de 100 periodistas en Gaza y a más de 250 trabajadores humanitarios. También ha secuestrado a otros 40 periodistas. Se presume que la mayoría han sido llevados a un centro de detención secreto donde abunda la tortura. Según los informes, Hamás mató a un periodista israelí el 7 de octubre, y a ningún cooperante del que se tenga noticia.

* Israel está matando de hambre a la población de Gaza, negándole alimentos, agua y ayuda. Es un poder –un poder genocida– con el que Hamás nunca podría soñar.

* Israel lleva más de 76 años expulsando por la fuerza a los palestinos de sus tierras para construir en su lugar asentamientos judíos ilegales. Hamás no ha sido capaz de limpiar étnicamente a un solo israelí, ni de construir un solo asentamiento palestino en tierra israelí.

* Según los informes, unos 750.000 palestinos han sido tomados como rehenes y encarcelados por Israel desde 1967, un rito de iniciación no deseado para los hombres y niños palestinos en el que la tortura es rutinaria y los juicios militares garantizan un índice de condenas cercano al 100%. Hasta el 7 de octubre, Hamás sólo había conseguido tomar como rehenes a un puñado de soldados israelíes cuyo trabajo consiste en oprimir a los palestinos.

* Y, mientras Hamás es designada organización terrorista por los Estados occidentales, esos mismos Estados occidentales alaban a Israel, lo financian y arman, y le proporcionan cobertura diplomática, incluso cuando el Tribunal Mundial dictamina que se ha presentado un caso plausible de que está cometiendo un genocidio en Gaza.

Sí, Netanyahu tiene razón. No hay comparación posible.

Fuente: Jonathan Cook

Foto: El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el líder de Hamás en la franja de Gaza Yahya Sinwar.

Netanyahu considera que la orden de arresto en su contra es escandalosa y supone un ataque contra Israel (Milenio, 21.05.2024)