El 28 de mayo de 2024, medio centenar de periodistas de 17 países, bajo la bandera de Historias Prohibidas, publicaron una investigación, Ruanda Clasificada, en la que exponían la represión llevada a cabo por las autoridades ruandesas contra periodistas críticos, opositores políticos en el extranjero y extranjeros, y contra sus propios ciudadanos mediante asesinatos, chantajes, intimidaciones y espionaje. Se trata de un hecho inédito en las tres décadas transcurridas desde la conquista militar de Ruanda por elementos tutsis del ejército ugandés en 1994, bajo el mando de Paul Kagame, entonces jefe de la Inteligencia Militar del ejército ugandés.

De hecho, esta conquista militar que siguió a un ataque contra un país soberano y miembro de las Naciones Unidas se sigue presentando, en 2024, como una «gesta humanitaria», y los conquistadores gozan de total impunidad por sus crímenes, mientras que los medios de comunicación reciben la orden de mantener la omertá sobre estos crímenes.

Inmediatamente después de su publicación, el informe fue recogido por los principales medios de comunicación del mundo. Así ocurrió en Suiza con Le Temps, en Francia con Radio-France Internationale (RFI), Le Monde, L’Humanité, Marianne y Libération, y en Bélgica con RTBF, Le Soir y La Libre Belgique. Incluso la revista alemana Der Spiegel y Radio-Canada lo difundieron y comentaron.

Reacción inmediata

Tras la publicación de este informe y su cobertura en los medios de comunicación, los funcionarios de Paul Kagame, tanto dentro como fuera del país, entraron en frenesí y reaccionaron en todas direcciones.

En Bélgica, este activismo fue personificado por la célebre periodista del diario Le Soir, Colette Braeckman, quien, en el plazo de un día tras la publicación del informe, escribió tres artículos ensalzando al dictador ruandés desde su infancia en las calles y en la clandestinidad en Uganda como niño soldado hasta su acceso al trono ruandés en 1994:

  1. La infancia de un líder: el largo camino de Paul Kagame hacia el poder.
  2. Paul Kagame a través del prisma de la historia.
  3. «Ruanda Clasificada»: Paul Kagame, el amo de Kigali, es también un heredero del pasado.

En la propia Ruanda, el gobierno y el partido de Estado FPR reaccionaron rápidamente denunciando y rechazando este informe, porque, según el régimen, los periodistas que lo investigaron y redactaron habrían sido comprados y, por tanto, corrompidos por el presidente de la RD del Congo, Félix Antoine Tshisekedi, para desprestigiar a Kagame.

Seguimiento lógico

En tales circunstancias, cuando un Estado acusa oficialmente a una asociación extranjera de la sociedad civil de actos de tal gravedad que dañan su reputación, es lógico que el Estado presente una denuncia contra la asociación ante las autoridades judiciales de los países que la acogen o ante las instancias internacionales competentes. Y cuando se trata de periodistas, es decir, de empleados de los medios de comunicación, no sólo deben ser perseguidos, sino que sus empleadores deben castigarles severamente.

Así, los 50 periodistas de Historias Prohibidas que investigaron y elaboraron este reportaje serán perseguidos por el régimen de Kagame por «calumnias» y «corrupción», por haber sido sobornados por el presidente de la RDC, como Kagame dice tener pruebas. Pero, al mismo tiempo, sus empleadores –los medios de comunicación que les dan trabajo– deberían castigarles, empezando por el despido.

Reacciones de los periodistas en caso de no procesamiento

Si los periodistas de Historias Prohibidas no son procesados ante las autoridades judiciales competentes, por denuncia del régimen de Paul Kagame, tendrían derecho y sería conveniente que pidieran a su vez a las autoridades judiciales que repararan el daño que les han causado las graves acusaciones que el régimen de Kagame ha vertido contra ellos, y que atentan contra su integridad física, moral y profesional.

Prueba: expectativas públicas y plazos

Aunque este caso pueda parecer, para algunos, trivial y de poco interés, nos parece, en lo que a nosotros respecta, una oportunidad para evaluar el nivel de impunidad y omnipotencia de que sigue gozando el dictador Paul Kagame en Occidente después de 30 años de gobierno. Si consigue no sólo silenciar a esos periodistas de Historias Prohibidas, sino sobre todo condenarlos y mandarlos al paro, sabremos que sigue gozando de la misma alta consideración en Occidente. Pero si no hace nada con estos «temerarios» que se han atrevido a denunciar sus crímenes, será señal de que su estrella se está apagando, incluso en Occidente.

Los resultados de esta prueba deberían revelarse a la opinión pública antes de los inminentes plazos políticos, en particular las elecciones europeas y la farsa de elección del dictador Paul Kagame en Ruanda, donde tiene garantizado al menos el 99% de los votos y será calurosamente felicitado por los países de la Unión Europea.

A seguir.

Fuente: Echos d’Afrique

Ruanda Clasificada: Investigación sobre la guerra secreta de Kigali en la RD del Congo (Forbidden Stories, 28.05.2024)
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