El gran interés es convertir a Grecia en un bastión de la democracia liberal y la impiedad. Al menos esto es lo que presagian las últimas noticias de Atenas. Es posible que el primer ministro Alexis Tspiras haya ido demasiado lejos en su intento de socavar la iglesia ortodoxa. Tsipras, que ya está siendo atacado por haber fallado en casi todas sus promesas de campaña, sólo podría llegar tan lejos con las garantías de Washington y la OTAN. Sigue leyendo, si es que te importa Grecia.
Ayer, cuando fui a recoger a mi hijo a la escuela en el centro de Heraklion, la gente estaba en las calles por algún desfile o evento que yo desconocía en ese momento. Entonces oí el inconfundible rugido ensordecedor de un caza a reacción que acuchillaba los cielos a lo largo de la costa. En ese momento no estaba seguro de por qué un F-16 haría acrobacias aéreas a lo largo de la costa norte de Creta, pero el avión activó las alarmas del coche y asustó a los pájaros mientras rodaba y volaba al revés a 100 pies del suelo. Los niños y los perros estaban hechizados, y yo al principio pensé que la Fuerza Aérea Turca podría estar atacando. Ahora está claro, sin embargo, que el espectáculo aéreo fue un mensaje subliminal para los cretenses sobre el poder que gobierna los cielos de Creta, a menudo desafiante.
Ahora me entero (tarde) de que la historia de The Guardian del día anterior contaba que el gobierno griego había cortado la paga del estado a los sacerdotes, un movimiento que seguramente reverberará en las orejas sensibles del hombre, a menos que mi suposición sea errónea. La historia de The Guardian enmarca la situación:
«El primer ministro, Alexis Tsipras, ateo, ha dicho que estaba decidido a revisar los complejos vínculos del Estado griego con la Iglesia. Los progresistas han hablado durante mucho tiempo de la necesidad de separar la iglesia y el estado, y el acuerdo ‘histórico’ se considera ahora la clave para lograr ambas cosas».
Primero permítanme decir que los griegos deberían haber sabido que un líder ateo no estaría trabajando para salvar a la nación ortodoxa y a su pueblo de los malhechores, pero este es un punto para después. El mensaje de Tsipras y su misión son claros ahora. En primer lugar, el primer ministro griego quiere destruir la religión. En segundo lugar, tiene la intención de quitar los bienes a la iglesia para entregárselos a las mismas personas que compran los bienes griegos a través de la privatización. Finalmente, los hoteles y otros bienes que posee la Iglesia Ortodoxa en Grecia pueden ser entregados pronto a corporaciones alemanas, británicas y estadounidenses en bandeja. Pero permítanme hacer una aseveración.
Después de haber fracasado todos los gobiernos desde el «Reinado de los Coroneles» en los años 60 y principios de los 70, el pueblo griego sólo ha podido recurrir a la iglesia. Como en la mayoría de los países de Europa del Este, una vez que los políticos corruptos y los oportunistas de los negocios se llevan su parte, el ciudadano medio se queda sin nada más que con la fe. Y la fe ha sostenido a 600.000 cretenses, sin nada por parte de los políticos. Mientras que los medios de comunicación occidentales tienden a ponerse del lado del ateo Tsipras (naturalmente), el hecho de la riqueza y la carga tributaria de la Iglesia Ortodoxa de Grecia (OCG) nunca es mostrado con precisión. Los que están detrás de Tsipras alimentan el resentimiento alegando que la OCG no paga suficientes impuestos, pero rara vez profundizan en lo que la iglesia hace por la sociedad con esa riqueza.
Este informe de Journal of Religion, State, and Society de Lina Molokotos-Liederman profundiza en los efectos de la crisis económica sobre la OCG. Mientras que el estudio se inclina hacia la promoción de la separación de la iglesia y el estado en Grecia, el hecho de que la crisis financiera ha amarrado a la OCG sale a la luz. Es la donación y el estrés adicional puesto en la iglesia en lo que debemos centrarnos para ver lo que supone realmente el movimiento de Tsipras. La OCG no tiene la misma carga fiscal que las empresas normales, pero las empresas normales en Grecia no tributan debidamente.
Ahora, veamos quién está detrás. El FMI, el Banco Mundial, los alemanes, todos aquellos que forzaron una austeridad increíble a los griegos, quieren que Tsipras se deshaga de todos esos sacerdotes en la nómina del gobierno, pero lo que es más importante, quieren tener en sus manos la tierra y los negocios de la OCG. Esta historia de Reuters revela cómo los banqueros ya dejaron a los sacerdotes ortodoxos con el salario mínimo. También cuenta cómo el gobierno de Tsipras comenzó su movimiento para destruir a la iglesia en 2011. Un párrafo de ese artículo explica una parte de la situación:
«Bajo los términos de un rescate internacional que salvó a Grecia de la bancarrota, el gobierno está recortando la paga, que para un párroco típico es de unos 1.000 euros al mes. Atenas también financiará sólo un nuevo sacerdote para reemplazar a cada 10 que se jubilen o mueran, causando escasez en parroquias remotas durante una profunda recesión cuando el rebaño más ayuda necesita».
Esta es la esencia de la misión de Tsipras, recortar hasta los huesos. En Grecia, alrededor del 80% de la gente cree en Dios. Esta es la cifra más alta de Europa, quizás de cualquier parte. La OCG y los fieles sacerdotes que dependen de la ayuda del Estado, son los «ministros» de ayuda y esperanza para la mayoría de los griegos. Fin de la historia. Tsipras y sus amigos anglo-europeos del negocio bancario necesitan destruir este vínculo. Ahora vayamos al «por qué» del más reciente movimiento de Tsipras.
Podemos deducir la verdad de este asunto leyendo entre líneas los medios de comunicación occidentales controlados por las corporaciones. Un informe de Bloomberg, por ejemplo, trata de exponer desde el lado de Tsipras la situación de la privatización griega minimizando el dinero recaudado por la privatización para acortar la deuda griega. Bloomberg dice que el gobierno izquierdista de Syriza «sólo» consiguió recaudar 7.800 millones de euros de los 50.000 millones de euros previstos. El informe de agosto habla de 1.100 millones de euros obtenidos de la venta del 67 por ciento del puerto de Tesalónica a Deutsche Invest Equity Partners GmbH y a otras empresas que no voy a enmarcar aquí. La historia también menciona un movimiento clave de privatización, la venta del 66 por ciento del operador de la red de gas natural del país a Snam SpA, Enagas International SLU y Fluxys SA por 535 millones de euros.
¿Por qué digo que este segundo acuerdo es «clave» para que entendamos la verdad en los asuntos económicos y seculares griegos? Bueno, una historia que escribí para mi web de noticias de viajes Argophilia merece ser mencionada aquí. Mientras que el artículo de opinión sobre los conglomerados TUI y el operador turístico Thomas Cook se centran en los activos de Creta, mi investigación me llevó a una figura prominente en la administración de Donald Trump y corsario de Wall Street llamado Wilbur Ross, que también es el secretario de comercio de Estados Unidos. Ross, que es famoso por ganar miles de millones de dólares procedentes de bancarrotas, también está muy metido en las inversiones griegas. Pero lo que es condenable en este caso para él y sus colegas son sus vínculos con Thomas Cook a través de su fondo Invesco Asset Management Ltd. Resulta que Ross era (y probablemente todavía lo es a través de apoderados) el mayor accionista de algo llamado Navigator Holdings, una compañía naviera de gas licuado.
Días atrás, unos fotógrafos tomaron fotos del secretario de comercio de Estados Unidos junto con el primer ministro Tsipras. Así que, ¿no es interesante que Bloomberg haya informado de la venta del gas natural de la costa de Grecia a Enagas International SLU (en parte), que proporciona servicios de transporte de gas natural? Aunque todavía no puedo encontrar el vínculo entre la Navigator de Ross u otras empresas de transporte de GNL, sí que encontré un personaje vinculado a ello llamado Rikard Scoufias, que fue gerente local de Trans Adriatic Pipeline (TAP) hasta el año pasado. Era el jefe de asuntos globales de BP. En este informe de Capital Links, la industria marítima aplaude a Wilbur Ross a través de los portavoces de Enagas, Fluxys, Snam, etc. Sólo para que conozcan mi nivel de asombro, permítanme citar el curriculum vitae de Scoufias, de acuerdo con el documento pdf de Capital Link de 2016, donde dice que el ejecutivo de TAP también es:
«Director Ejecutivo de un think-tank global creado por Shell, J&J, Unilever, Microsoft e IBM para impulsar el liderazgo de pensamiento sobre el papel de las empresas en la sociedad, miembro de la junta directiva del British Royal Institute for International Affairs y miembro fundador del panel de cambio climático de la UE.”
Ahora déjeme intentar terminar con todo esto. Las fuerzas del mal (quizás Satanás) están alineadas para destruir los últimos vestigios de esperanza para todos los devotos griegos ortodoxos (y también rusos). Al hacer esto, no sólo se repartirán la riqueza espiritual de la gente, sino que también se apoderarán de cualquier cosa de la cual la gente sea depositaria, desde las propiedades de la Iglesia Ortodoxa Griega hasta el legado de las empresas griegas representadas en los puertos, la industria manufacturera, los hoteles y el turismo, el transporte marítimo y los recursos naturales. Estos hombres malvados, y no encuentro a demasiadas mujeres, operan a través de un presidente de Estados Unidos, un primer ministro griego, líderes europeos, americanos y de la mayor parte de África, y también están en connivencia con la mayoría de gobiernos asiáticos.
Es una gran teoría de conspiración, lo sé, pero demostradme que no lo es. «Lo que pasa es que» se ha ido demasiado lejos en este último movimiento de Tsipras. Sólo espero que la OCG y la gente se nieguen a dejar que «ellos» se salgan con la suya. Grecia puede ser, por lo que sabemos, el último bastión de fe y esperanza en el planeta. ¿Y la Fuerza Aérea Helénica zumbando en Heraklion 20 veces el otro día? Creo que esto es un mensaje subliminal a la resistencia de Creta. «Tenemos más poder que los nazis originales», podría ser el mensaje del poder aéreo utilizado de esa manera. Para los cretenses, recuerden, los últimos alemanes que invirtieron aquí fueron expulsados en la Segunda Guerra Mundial.
Phil Butler es un investigador y analista político, politólogo y experto en Europa del Este, autor del reciente bestseller “Putin’s Praetorians” y otros libros. Escribe en exclusiva para la revista online «New Eastern Outlook».
Fuente original: New Eastern Outlook