En el momento que se desvía toda la atención sobre otro intento de exterminio de los refugiados ruandeses en el Congo -República Democrática del Congo- con el pretexto de la lucha contra las FDLR, el régimen del general Paul Kagame continúa su maquiavélico plan de liquidación de los refugiados ruandeses en otros países con cómplices interpuestos, sobre todo en Uganda.
Esto recuerda el triste período entre 1995 y 1996, cuando los infiltrados del ejército del FPR en países vecinos se dedicaban a las matanzas sistemáticas de refugiados ruandeses en Burundi, Tanzania y la República Democrática del Congo (Zaire), bajo la mirada perpleja de ACNUR y con el silencio cómplice de la comunidad internacional.
Voces cada vez más insistentes informan actualmente de las matanzas de decenas de refugiados ruandeses en el campamento de Nakivale en Uganda. Del 19 al 20 de diciembre de 2014, la policía de Uganda realizó detenciones arbitrarias y golpearon sangrientamente a los refugiados ruandeses ante la indiferencia cómplice del ACNUR. Muchos de ellos han desaparecido.
El 29 de enero se han producido otros intentos de asesinato de refugiados por parte de miembros de la policía Kabazana-Mayanja que costaron la vida al «Jefe protector» Kamanzi y al Sr. Thomas Muhayimana, que se oponían. El Sr. Thomas Muhayimana era responsable de los refugiados en el pueblo de Kashojwa. El 30 de enero, la policía de Uganda en furgonetas OPM (Oficina del Primer Ministro) se llevó a varios refugiados del pueblo de Kityaza. Muchos han desaparecido y tres de ellos, entre los cuales Kazungu, fueron asesinados.
Las FDU-Inkingi denuncian el silencio del gobierno de Uganda y la complicidad tácita de los representantes del ACNUR ante las matanzas de refugiados ruandeses en Uganda.
La solución duradera a la crisis de los refugiados de Ruanda en la región de los Grandes Lagos se encuentra en la resolución de la crisis política de Ruanda, que está en su origen. Por ello, las FDU-Inkingi han estado diciendo que el problema de los refugiados ruandeses en el Congo (RDC) así como el de otros dispersos por todo el mundo, no se resolverá por medios militares, sino por negociaciones políticas.
Las FDU Inkingi piden al ACNUR que aclare estos crímenes contra los refugiados inofensivos y pide al gobierno de Uganda que proteja a los refugiados ruandeses que alberga en su territorio.