La asociación «Reino Unido-Ruanda», destinada a expulsar a Ruanda a los solicitantes de asilo rechazados en Gran Bretaña, forma parte del plan de Paul Kagame de repoblar Ruanda con una nueva población sin raíces ni lazos históricos con Ruanda de aquí a 2050. Para Rishi Sunak, representa una palanca para impulsar a su partido conservador (tories), que está perdiendo terreno en la opinión pública, y en el mejor de los casos para ganar votos y mantenerse así en el poder.

Recordatorio y actualidad

Cabe recordar que en 2022, el gobierno británico inició una colaboración con Ruanda destinada a expulsar a este país a los solicitantes de asilo en el Reino Unido considerados inadmisibles.

Este proyecto fue llevado a cabo con éxito y publicitado por el entonces primer ministro, Boris Johnson, del partido conservador en el poder, como parte de su campaña para justificar el Brexit diciendo que pondría fin a la inmigración.

Dado que la inmigración es el caballo de batalla de todos los políticos de extrema derecha, cualquiera de ellos que pudiera afirmar que había frenado la inmigración en su país sería felicitado por extremistas y racistas de todos los bandos. Puro populismo.

Tras su dimisión por reveses personales, el extravagante Boris Johnson fue sustituido al frente del Gobierno británico por Rishi Sunak, que fue su ministro de Finanzas.

Este joven primer ministro, sabedor de que su partido, los conservadores, estaba envuelto en escándalos y perdía terreno y, por tanto, no tenía ninguna posibilidad de obtener la mayoría en las elecciones previstas para 2024, redobló sus esfuerzos populistas para hacer creer a los británicos que su partido y su gobierno tenían un plan para frenar de una vez por todas la entrada de inmigrantes en el Reino Unido. Este plan consistía en deportar sistemáticamente a Ruanda a quienes consiguieran solicitar asilo en Gran Bretaña.

Cabildeo y maniobra mediática

A pesar de las decisiones de los tribunales británicos, de las opiniones de las ONG de derechos humanos, de partidos políticos de la oposición como el Partido Laborista e incluso de la Cámara Alta del Parlamento (la Cámara de los Lores), en abril de 2024 Rishi Sunak forzó la aprobación de una cínica ley que le permitía enviar a los solicitantes de asilo rechazados de vuelta a la Ruanda de Paul Kagame, a quien había pagado cientos de millones de libras por adelantado para este fin.

Y como para demostrar que los términos de la asociación entre el Reino Unido y Ruanda empezaban a ponerse en práctica, todos los medios de comunicación del mundo publicaron una noticia en la que se decía que el martes 30 de abril de 2024, por fin UN solicitante de asilo del Reino Unido había sido deportado a Ruanda.

Por supuesto, Rishi Sunak se felicitó, afirmando que eso era una prueba de que el acuerdo con Kagame empezaba a dar sus frutos porque el deportado había consentido voluntariamente. Sin llegar a examinar cómo este refugiado fue designado «voluntario» para ir a Ruanda a cambio de un sobre de 3.500 euros, todo el mundo comprenderá que se trata de una maniobra mediática y, sobre todo, que no se debe a la supuesta disuasión del proyecto «Sunak-Kagame» entre los solicitantes de asilo en el Reino Unido. Y además, con sólo un refugiado al mes rechazado de los 9.000 que hay en lista de espera, a este paso Rishi Sunak corre el riesgo de no cumplir su parte del contrato con Kagame antes del final de la actual legislatura para poder beneficiarse de él en las próximas elecciones generales, a finales de 2024.

Pero, irónicamente, como para enfriar y contradecir a Rishi Sunak, que se mostraba exultante cuando decía que esta expulsión demostraba que su ley era eficaz para disuadir a los inmigrantes de llegar a Gran Bretaña, los mismos medios de comunicación anunciaban que más de 700 inmigrantes habían cruzado el Canal de la Mancha para llegar a Inglaterra sólo el 2 de mayo de 2024.

Una combinación de circunstancias

Esta asociación entre el Reino Unido y la Ruanda de Kagame, a todas luces ilegal e inmoral, y que incluso algunos se atreven a calificar de «tráfico de seres humanos» y, por tanto, de delito, fue posible y se vio facilitada por una combinación de circunstancias que raramente se da en ningún otro lugar del mundo.

Similitudes entre Rishi Sunak y Paul Kagame

En primer lugar, hay que destacar que los pilotos a los mandos de este plan tienen similitudes que les llevan a actuar en la misma dirección.

Ambos reinan sobre países de los que aún eran extraños hace apenas una generación.

Rishi Sunak es un indopaquistaní cuyos padres emigraron al Reino Unido desde el Punyab en 1960. Nació aquí en 1980.

Paul Kagame llegó a Uganda a espaldas de su madre en 1959, cuando tenía 2 años. Más tarde se nacionalizó ugandés e incluso llegó a ser oficial del ejército regular del país, donde fue jefe de la inteligencia militar. Así que en 1994, cuando se encontró al frente de Ruanda, donde la doble nacionalidad estaba prohibida, fue como un conquistador militar ugandés. Y así se vio a sí mismo durante sus 30 años en el trono.

Mismas ambiciones pero marcos diferentes

Al dedicar enormes esfuerzos a este proyecto, Rishi Sunak y Paul Kagame pretenden cumplir sus ambiciones políticas, aunque sean de distinto orden. El indopaquistaní y británico Sunak cuenta con esta asociación para ganar en popularidad y garantizar así su carrera política, que espera larga dada su juventud. Sobre todo porque su partido, los Conservadores (de derecha y extrema derecha), está perdiendo terreno, como muestran los resultados de las elecciones locales de principios de mayo de 2024.

En cuanto al ugandés-ruandés Paul Kagame, ve en esta asociación una de las vías para completar su maquiavélico y criminal proyecto de repoblar Ruanda con un amasijo de personas importadas del extranjero de aquí a 2050.  Aquí es donde los intereses de los dos ladrones se encuentran y se complementan.

Escándalo e inmoralidad permitidos porque el contexto es favorable

También hay que señalar que el contexto geopolítico y económico actual es propicio para que los políticos corruptos se entreguen a actos inmorales que en otros tiempos parecerían escandalosos.

Occidente y el mundo en general están preocupados y centrados en el conflicto de Ucrania. La posible victoria o derrota de Rusia en esta guerra supondría la pérdida de credibilidad e influencia de Occidente sobre el resto del mundo y, sobre todo, la relativización de la omnipotencia de la OTAN, que está armando y dirigiendo a Ucrania en este conflicto.

Además, Occidente, y en particular Estados Unidos, están plenamente comprometidos con la guerra que el Estado hebreo, creado por ellos en 1948 e instalado en Palestina, libra para aniquilar definitivamente y para siempre toda resistencia de los palestinos, cuyo territorio está bajo ocupación desde hace 76 años, empezando por la eliminación de Hamás en Gaza. Enviar o vender unos cuantos solicitantes de asilo rechazados a un dictador ávido de dinero que practica la limpieza étnica en algún lugar de África no va a atraer la atención de la opinión mundial.

Dos pájaros de un tiro para Rishi Sunak

  • Con esta asociación, el actual primer ministro británico evita el riesgo de que se le acuse de no hacer nada respecto a los inmigrantes porque él mismo es un antiguo inmigrante.
  • Pero al mismo tiempo, al tomar medidas enérgicas contra los inmigrantes, como no es WASP (blanco anglosajón y protestante), no corre el riesgo de ser acusado de «racista», como lo sería si fuera un primer ministro WASP puro.

Matar varios pájaros de un tiro para Paul Kagame

  • Para Paul Kagame, esta asociación se inscribe en su proyecto a largo plazo de repoblar Ruanda con personas sin raíces en el país, rompiendo así el mito de la «mayoría hutu».
  • Este proyecto concreta entonces el estado de apartheid de facto sobre el terreno. Y ello empezando por convertir Kigali y la Provincia Oriental en general en una Tutsilandia donde se concentrarán exclusivamente todas las riquezas y todos los signos de desarrollo económico y social.
  • Con este trato cerrado con Sunak, Paul Kagame pretende ganar millones pagados por el Reino Unido a su camarilla, cuyos edificios van a albergar a estos emigrantes, cuando carecían de inquilinos porque eran demasiado caros para el ruandés medio.
  • Por último, con este trato Paul Kagame obliga al Reino Unido a apoyarle y defenderle en todo y en todas partes, incluso cuando es rechazado y condenado unánimemente por el mundo por sus crímenes.

El gran dinero: Tony y Cherie Blair, Mitchell y Kagame

Este acuerdo o asociación entre el Reino Unido y la Ruanda de Kagame es también, y sobre todo, una cuestión de mucho dinero, aunque este aspecto no se mencione a menudo o se pase por alto. Entre los actores figuran Tony Blair, el exprimer ministro británico que actualmente es consejero especial de Paul Kagame, su esposa Cherie Blair, que actuó como abogada del general Karake Karenzi cuando fue detenido en el Reino Unido el 25 de junio de 2015, y que realiza lucrativos negocios a través de proyectos de desarrollo en Ruanda. Por último, está Andrew Mitchell, ministro de Desarrollo Internacional del gobierno de Sunak, que ha recibido jugosos pagos de Kagame por los consejos que le ha prestado.

Contrarrestar el proyecto criminal y mafioso

Tras esta presentación de los hechos, cabe preguntarse, y con razón, si todavía hay medios para contrarrestar este proyecto criminal y mafioso, que no es otra cosa que tráfico de seres humanos.

A nuestro nivel, podemos constatar que este proyecto macabro aún puede combatirse a varios niveles:

La justicia británica y las ONG

Como la justicia británica aún no ha descartado completamente este caso, todavía podría ocuparse de él y obligar al gobierno de Sunak a poner fin a este tráfico de seres humanos. Lo mismo cabe decir de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, que siempre han denunciado este proyecto. Aunque Sunak lo eluda para sacar adelante su plan, siguen teniendo una voz que llega muy lejos.

Denuncia de funcionarios

Funcionarios británicos han presentado una denuncia contra el proyecto de Sunak, por considerar que podrían ser inducidos a cometer actos incompatibles con su estatuto en este proyecto de expulsión de inmigrantes a Ruanda.

Los propios inmigrantes

Los propios inmigrantes deberían utilizar, a través de sus abogados, todos los medios y canales posibles para negarse a ser expulsados por la fuerza a Ruanda.

El pueblo británico a través de las urnas

El pueblo británico, en su soberanía sobre el reparto del poder, tiene la oportunidad de decir que este acuerdo entre Paul Kagame y el primer ministro de su majestad es inicuo y deshonroso para el Reino Unido. Todo lo que se necesita es que el pueblo inflija una aplastante derrota al partido conservador de Sunak en las próximas elecciones de otoño de 2024. Esto no sólo es posible, sino probable. A pocos meses de las elecciones nacionales, previstas para el segundo semestre de 2024, los sondeos pronostican ya una estrepitosa derrota de los conservadores, en el poder desde hace 14 años.

Esto enviaría un mensaje contundente, ya que el partido laborista de la oposición ya ha anunciado que derogará el proyecto una vez en el poder.

Las ONG ruandesas y la oposición

Las organizaciones políticas y de la sociedad civil ruandesas en el exilio, y que por tanto pueden expresar sus opiniones ya que están prohibidas en la Ruanda de Paul Kagame, deben tomarse este asunto muy en serio y aprovechar cualquier oportunidad para denunciar y condenar este proyecto inhumano y criminal de tráfico de seres humanos entre Rishi Sunak y Paul Kagame.

Protestas de los países vecinos, en particular la RDC y Burundi

Los países vecinos de la Ruanda de Kagame, agredidos desde hace años o abiertamente amenazados por este dictador, deberían tomar nota y preocuparse por las consecuencias de la puesta en marcha de esta asociación entre Rishi Sunak y Paul Kagame.

Por ejemplo, la RD del Congo, que está siendo atacada y cuya provincia de Kivu Norte está ocupada por el ejército de Paul Kagame, debería tomar nota y preocuparse por el hecho de que entre los refugiados del Reino Unido que Kagame va a acoger se encuentran antiguos combatientes de Oriente Próximo y Oriente Medio que Kagame pretende enviar, una vez en Ruanda, a la RDC como parte de sus tropas de ocupación del M23/FDR.

Del mismo modo, Burundi debería tomar nota y preocuparse de que el envío a Ruanda de los inmigrantes devueltos por el Reino Unido afectará a su propia seguridad, porque dado que Paul Kagame y sus creadores y partidarios occidentales sólo juran derrocar el actual régimen democrático y sustituirlo por un régimen dictatorial calcado del que rige en Ruanda desde 1994, la repoblación de Ruanda y, sobre todo, los beneficios financieros que Kagame está obteniendo de ella constituyen una amenaza existencial para el Burundi soberano y democrático.

Continuará.

Fuente: Echos d’Afrique

Foto: Rishi Sunak con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, ante el número 10 de Downing Street, el pasado 9 de abril (Leon Neal/Getty Images).

Los horrores que se esconden detrás del acuerdo Ruanda-Reino Unido (Charles Onana – Tocsin, 01.05.2024)
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