Los tambores de guerra están siendo golpeados con fuerza en Washington, las capitales europeas y los medios de comunicación occidentales prostituidos. Un titular en Asia Times es “La OTAN està desesperada para la guerra”. Esta vez el objetivo es Rusia, una potencia nuclear.
Las consecuencias mortales de esta guerra se extenderían más allá de Rusia, Europa y Estados Unidos hasta todo el mundo. El uso occidental de la mentira para demonizar Rusia pone en peligro la vida en la tierra y revela que Occidente es tan imprudente como irresponsable. Sin embargo, pocas voces se levantan en contra de esta imprudencia e irresponsabilidad.
Ron Unz nos llama la atención sobre la importante voz de un periodista holandés distinguido, Karel Van Wolferen. Wolferen y el mismo Unz son contrapesos importantes al que Unz considera, correctamente en mi opinión, como «la corrupción absoluta y la falta de fiabilidad de los principales medios de comunicación norteamericanos».
El artículo de Wolferen es largo, pero muy importante. Los lectores verán un análisis similar al mio.
Wolferen muestra cómo la hegemonía de Washington ha capturado Europa dentro de una ideología atlantista que excluye cualquier pensamiento independiente o política exterior por parte de los europeos, que son reducidos a un estado de vasallaje. Wolferen concluye que a medida que Washington empuja Europa hacia la guerra, «los europeos no pueden llegar a creer en la disfunción y absoluta irresponsabilidad del Estado norteamericano».
Sin control interno de la imprudencia de Washington por parte de los aliados, los medios de comunicación y los senadores estadounidenses, el único freno en la marcha de Washington hacia la guerra es la diplomacia rusa, china, india y sudamericana. Si la diplomacia falla, Fukushima, tan malo como es, se convertiría en una simple gota en el oceano.
La matanza de civiles por parte de Washington, las marionetas de Washington en Kiev y los vasallos europeos de Washington, en los antiguos territorios rusos que forman las fronteras meridionales y orientales de la actual Ucrania, no sólo se esconde en gran parte por los medios de comunicación occidentales, sino que también se niega o se culpa a Rusia.
Los crímenes que Washington está perpetrando mientras culpa a Rusia han despertado un alto nivel de ira entre el pueblo ruso. Esta ira es peligrosa, ya que podría obligar a Putin, que sigue haciendo hincapié en la no confrontación, a pasar de la diplomacia a la violencia.
Egor Prosvirnin, el redactor jefe de una web de noticias rusa, nos muestra la extensión de la rabia en Rusia causada por la peligrosa mezcla de las promesas incumplidas de Washington con la propaganda depravada de guerra contra Rusia y la complicidad del gobierno alemán .
Prosvirnin expresa la ira que está en ebullición: «Los alemanes no han pasado la prueba. Cuando el mal ha vuelto otra vez a Europa, ni siquiera intentan resistir, y caen inmediatamente postrados a sus pies como unos esclavos». Tal y como los rusos lo ven, toda Europa es esclava del mal que emana de Washington.
¿Por qué permite Merkel que Washington fuerce Alemania hacia un conflicto con Rusia que está produciendo un enorme enfado de Rusia hacia Alemania? ¿Cómo se explica el fracaso total de Merkel como líder?
Los regímenes de Clinton, Bush y Obama han llevado al mundo hacia el camino de la guerra final.
¿Como es posible que su mal no se reconozca?
Los dos estados asesinos son los Estados Unidos e Israel. Al tolerar sus matanzas y mentiras sin fin, el mundo prepara su propia destrucción.
La única esperanza para la vida y la verdad es que el mundo se una contra estos dos gobiernos criminales, los aísle diplomática y económicamente, y haga imposible para los miembros del gobierno viajar al extranjero sin ser detenidos y sometidos a procesos penales.
¿Por qué necesita el mundo a Washington e Israel? A menos que el mundo tenga un deseo de muerte, el mundo no necesita a Washington e Israel.