Cuando el poder judicial de Paul Kagame intenta arrogarse el derecho de incriminar a cualquier lector u opositor político en cualquier parte del mundo.

El jueves 5 de diciembre de 2024, varios medios de comunicación locales e internacionales informaron sobre un extraño juicio que se inició en Kigali, Ruanda.

En el juicio están implicados 7 miembros del partido político de la oposición DALFA-Umurinzi, aún no registrado, fundado y presidido por la Sra. Victoire Ingabire. Un periodista y youtuber también está siendo juzgado con ellos por los mismos cargos.

Todos ellos están acusados de haber sido, en 2021, sorprendidos leyendo o habiendo explicado el libro del serbio Srđa Popović titulado: Cómo derribar a un dictador cuando estás solo, eres muy pequeño y sin armas, publicado en 2015.

Acusaciones y calificaciones de la Fiscalía de Kigali

Todos están acusados de delitos graves, pero sobre la base de hechos triviales o incluso no delictivos. El fiscal les acusa de haber leído un libro publicado hace casi 10 años que no está prohibido en ningún otro lugar del planeta.

Y para el fiscal, esto sería un delito de «publicación de información falsa con la intención de provocar una opinión hostil contra el gobierno».

Esto plantea la cuestión de cuáles de los libros disponibles en librerías o bibliotecas públicas pueden leerse sin estar prohibidos por las autoridades competentes.

En segundo lugar, el fiscal acusó al grupo de pertenecer a un partido político aún no registrado oficialmente.

Para él, se trataría de un delito de «participación en una organización criminal».

Esto plantea la cuestión de cómo un partido político en ciernes puede tener miembros si tienen que esperar a que se registre, cuando la ley exige que los miembros aparezcan en el momento del registro.

Por último, se acusa a los acusados de buscar el cambio político en el país por medios pacíficos y sin violencia.

Para el fiscal, esto constituiría un delito de «conspiración para cometer un delito contra los poderes públicos o contra el presidente».

Uno se pregunta entonces cómo, en un sistema multipartidista, se acusa sistemáticamente a los partidos de la oposición de querer un cambio de poder cuando éste es el objetivo mismo de su existencia, sobre todo si predican hacerlo pacíficamente, sin violencia. Según la lógica del fiscal, estos partidos simplemente no deberían existir, porque ninguno de ellos podría sobrevivir ante la acusación de que quieren un cambio.

Señalar y perseguir a la Sra. Victoire Ingabire

Al desarrollar sus acusaciones ante el tribunal, el fiscal indicó varias veces que la Sra. Victoire Ingabire era la verdadera instigadora de estos delitos de los que se acusa a los miembros de su partido DALFA-Umurinzi.

Incluso sin incriminarla a ella misma junto con estos acusados, todos los observadores comprendieron que se trataba de la consecuencia lógica de las amenazas verbales y públicas que el presidente Paul Kagame profiere contra esta opositora política desde hace varios meses. Así pues, es ella quien es objeto de este tipo diferente de justicia, porque es al mismo tiempo una intelectual, una persona muy leída, una pacifista, una opositora no violenta que desea el cambio en su patria, Ruanda. Con este juicio, todo lo anterior ha entrado en el «código penal virtual» del régimen del FPR como «delitos graves».

Jurisprudencia y seguimiento lógico

Lógicamente, la ONU y Occidente, partidarios del presidente Paul Kagame en Ruanda, deberían prohibir el libro de Srđa Popović en todo el mundo, y retirarlo de todas las librerías y bibliotecas del mundo y de todos los países. Porque, a partir de ahora, el dictador Paul Kagame puede matar a cualquiera acusado de leerlo o haberlo leído, ¡y todo con la impunidad que le garantizan sus protectores!

Si no es así, estos organismos internacionales, paladines de la libertad y la democracia, deberían instruir e impresionar a su protegido Paul Kagame para que libere incondicionalmente y sin demora a los ciudadanos democráticos que no comparten su visión política. Sobre todo, deberían recomendarle que garantice la seguridad física de la Sra. Victoire Ingabire, que se encuentra actualmente en su punto de mira, siendo su único delito el de querer ejercer sus derechos políticos.

Fuente: Echos d’Afrique

Los abogados de Victoire Ingabire reaccionan ante las amenazas veladas de Paul Kagame (DW, 77 pour cent, 30.11.2024)