El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha criticado esta mañana con dureza la reforma con la que el Gobierno ha dado carpetazo a la jurisdicción universal: “Es desmoralizador y me produce desazón que se trate a la justicia como un producto comercial. Que se pueda decir: ‘Te quito esta querella si me tratas bien la deuda’. Usan la justicia como moneda de cambio de intereses económicos”, ha denunciado durante su intervención en el congreso sobre jurisdicción universal organizado por la Fundación Internacional Baltasar Garzón.
Andreu ha recordado que los políticos que apoyan la reforma han reconocido claramente sus motivos. “Dicen que la jurisdicción universal no es productiva, que no da más que gastos. No es cierto. Cuando una víctima denuncia lo primero que quiere es que la justicia se ponga en marcha, que la escuche y que llegue hasta donde pueda llegar. Ser oídos es muchas veces lo más importante”. “El Tribunal Constitucional deberá decidir si esta reforma no vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva. En cualquier caso, el Parlamento aprueba las leyes, pero no pueden decir que una causa está sobreseída. Eso, mientras haya separación de poderes, lo hacen los tribunales”, ha añadido.
El magistrado ha descrito como “chapucera” la redacción de la reforma: “De momento solo ha servido para liberar a 43 narcotraficantes y no se ha cerrado ninguna de las causas que pretendía cerrar”. Andreu también se ha referido a dos de las causas de jurisdicción universal que han llegado a su juzgado: la matanza de 14 personas, ocho de ellas niños, en la Franja de Gaza, y el genocidio de Ruanda.
Andreu ha dejado en libertad a ocho narcos en aplicación de la reforma de la ley de justicia universal, y ha sido el instructor de los sumarios sobre el genocidio de la etnia hutu en Ruanda y Congo entre 1994 y 2000, y sobre el ataque de soldados iraquíes contra el campo de refugiados de Ashraf (Irak), en el que murieron 11 iraníes en 2009. Además, fue el primer juez de la Audiencia Nacional que apuntó la posible inconstitucionalidad de la reforma.
El juez ha recordado cómo Israel lanzó “una bomba de una tonelada” sobre una casa para matar a un líder de Hamás. En la operación murieron 14 civiles inocentes. Andreu admitió la querella. “Casi no me dio tiempo a hacerlo, porque la ministra de Asuntos Exteriores de Israel pidió al entonces ministro español, Miguel Ángel Moratinos, que se archivara y el Gobierno limitó la jurisdicción universal a los casos donde hubiera víctimas españolas, por lo que la causa tuvo que ser archivada”. La presión de Israel motivó esa primera limitación de la jurisdicción universal en España en 2009. La última, en 2014, ha llegado tras la presión de China (que tiene un 20% de la deuda pública española) por la causa del Tíbet.
Andreu también se ha referido durante su intervención a la causa por el genocidio de Ruanda, donde hay nueve víctimas españolas y que está a la espera de juicio. Ya ha tomado declaración a víctimas y testigos protegidos y dictado dos autos de procesamiento, 40 órdenes internacionales de detención y una petición de extradición, pero no ha obtenido respuesta. El magistrado ha recordado a algunas de las víctimas, como Joaquín, un sacerdote que llegó a Ruanda en 1995. “Denunció las injusticias y la campaña de desinformación en la que los verdugos decían ser las víctimas y filmaban cadáveres de hutus diciendo que eran tutsis”. Fue asesinado. El juez español preguntó a Ruanda si había abierto alguna investigación al respecto. Todavía no le han contestado.
Andreu también ha recordado a tres maristas españoles que fueron torturados y ejecutados en Ruanda en 1996. “Los cuerpos tenían cortes de machetazos e impactos de bala”, y a tres miembros de la Organización Médicos del Mundo que fueron tiroteados en sus casas porque habían sido testigos de dos masacres en pueblos cercanos. “Aquel día les acompañaba, por casualidad, un americano que logró huir con un disparo en la pierna. Él fue quien nos contó todo esto”, ha declarado el juez.
El magistrado, en cualquier caso, ha querido mostrarse optimista. “Espero que esto no sea un funeral donde todos hablan bien del muerto”, ha dicho en su discurso en el congreso sobre jurisdicción universal. “ Creo que el derecho internacional humanitario obliga a aplicar el principio de jurisdicción universal”, ha añadido el juez, para quien la Unión Europea debería establecer unos criterios comunes e impulsar este tipo de investigaciones. Andreu ha agradecido a su anfitrión, su excompañero en la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, haber sido el primero en abrir estas causas. “ Nos abrió el camino a los demás”, ha dicho, y también a los abogados que apoyan a las víctimas, como Almudena Bernabéu, Joan Garcés o Manuel Ollé.