En una frase enterrada en el fondo de una historia que da titulares en todo el país, Politico reveló por primera vez a uno de los financiadores del influyente Centro de Política Energética Global (CGEP) de la Universidad de Columbia.
El financiador: ExxonMobil, la compañía envuelta en una investigación del fiscal general del estado de Nueva York por su amplio conocimiento interno de los impactos del cambio climático desde la década de 1970, seguida por la financiación de Exxon de las campañas de negación del cambio climático por una suma de 31 millones de dòlares. Politico consiguió los números del informe sobre las contribuciones en todo el mundo y las inversiones comunitarias de ExxonMobil en 2014.
Mientras Politico informó sobre las quejas de Exxon respecto a dos investigaciones del diario Los Angeles Times llevadas a cabo por estudiantes y personal de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia que expusieron lo que Exxon sabía sobre la ciencia del cambio climático y cuando se dieron cuenta, también se refirió al dinero que actualmente entra en las arcas de la Universidad a través del «imperio privado».
«A través de su fundación, Exxon dio 219.229 dólares a Columbia en 2014 como parte de un programa de donaciones complementarias para las instituciones educativas, así como 9.000 dólares en subvenciones directas», reza el párrafo final del artículo. «La compañía también dio 25.000 dólares el año pasado para el programa de mercados del Centro de Política Energética Mundial de la Universidad».
DeSmog ha investigado durante mucho tiempo para descubrir quién financia CGEP y ha enviado varias solicitudes de información al Centro, sin recibir ninguna respuesta.
El grupo de vigilancia del Proyecto de Controles y Balances, que contactó DeSmog meses atrás acerca del CGEP y su falta de divulgación en relación con la financiación, también ha escrito múltiples series de cartas al Centro y tampoco recibió ninguna respuesta.
El Proyecto Cheques y Balances escribió cartas a CGEP, publicadas por primera vez en DeSmog, pidiendo aclaraciones en septiembre de 2014 y enero de 2015 sobre quién unta con mantequilla su pan.
Apariencia académica, realidad de abogacía
Como se informó anteriormente por DeSmog, CGEP ha utilizado el barniz de la academia que cotiza con la marca Universidad de Columbia para servir como principal impulsor de la exportación de petroleo obtenido mediante fracturación hidráulica («fracking») para el mercado mundial, así como para la privatización del sector energético de México y otras cuestiones de energía.
«Si estás buscando una historia de éxito en la puesta en marcha de un nuevo grupo en tu universidad teniendo que saltar muy rápidamente al liderazgo en el debate sobre política energética nacional, CGEP de Columbia representa el estándar de oro», escribía en DeSmog Justin Mikulka en Octubre. «Superficialmente la fórmula es bastante simple, aunque tal vez no pueda reproducirse fácilmente sin algunos financiadores sólidos».
El Centro está dirigido por Jason Bordoff, ex asistente especial del presidente Barack Obama y director senior de energía y cambio climático para el Consejo de Seguridad Nacional. Bordoff no ha respondido a varias solicitudes de comentarios enviados por DeSmog sobre el flujo de fondos a CGEP.
Con 22 becarios y 19 profesores afiliados trabajando en el CGEP – con personal que va desde un banquero de comercio de petroleo de Wall Street hasta un embajador de Estados Unidos, un ejecutivo de la industria, consultores de la industria, etc. – probablemente uno puede apostar con seguridad que los 25.000 dólares que Exxon dio al Centro solo son unos centavos comparado con la cantidad total de dólares que la industria ha dado al CGEP. DeSmog seguirá excavando en busca de respuestas.