Dada su falta de información sobre el acuerdo Ucrania-Rusia echado por tierra por Boris Johnson al principio de la guerra, muchos estadounidenses se inclinarán a creer las afirmaciones sin pruebas de Biden en el debate de la CNN de la semana pasada.
En el debate del jueves con Donald Trump, el presidente Joe Biden, calificando al presidente ruso Vladímir Putin de «criminal de guerra», afirmó que «quiere toda Ucrania. … ¿Crees que se detendrá? … ¿Qué crees que pasará con Polonia y otros lugares?».
Alerta espóiler: Fuentes oficiales ucranianas confirman que Putin sí se detuvo en marzo de 2022, después de que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski aceptara renunciar a ser miembro de la OTAN. Esta fue la disposición clave del acuerdo Ucrania-Rusia rubricado por Davyd Arakhamia, que en aquel momento era el principal negociador de Zelenski (y líder de la facción de su partido en la Rada) en las conversaciones de Estambul a finales de marzo, apenas un mes después de iniciada la guerra.
Los rusos levantaron su objeción a la adhesión de Ucrania a la UE, ya que los ucranianos aceptaron la neutralidad. Se negociarían las garantías de seguridad que buscaba Kiev (sin llegar a ser miembro de la OTAN). Se pondría fin a los combates. El acuerdo sobre el estatus de Crimea se pospondría para más adelante.
Al parecer, Putin y Zelenski estaban microgestionando las negociaciones de marzo de 2022, y en esa fase inicial los rusos se mostraron dispuestos a que ambos se reunieran.
Al mismo tiempo que Biden y otros líderes occidentales hacen sonar la alarma de que Putin atacará otras partes de Europa cuando acabe con Ucrania, afirman que Rusia ni siquiera puede tomar la provincia ucraniana de Járkov, ha perdido más de 500.000 hombres frente a sólo 30.000 ucranianos y su economía se tambalea (nada de lo cual es cierto.) Pero el poder occidental de la Guerra Fría se basó en una amenaza soviética exagerada y lo mismo ocurre hoy.
Un negociador ucraniano se sincera
En un artículo del Kyiv Post de noviembre de 2023 titulado «Rusia ofreció poner fin a la guerra en 2022 si Ucrania abandonaba sus aspiraciones a la OTAN – Jefe del Partido de Zelenski», Arakhamia confirmó que en las negociaciones de marzo de 2022 Rusia propuso poner fin a la guerra con la condición de que Ucrania abandonara sus aspiraciones a la OTAN y adoptara una postura neutral.
Arakhamia continuó:
«La neutralidad era lo más importante para ellos, estaban dispuestos a poner fin a la guerra si adoptábamos -como en su día hizo Finlandia- la neutralidad y nos comprometíamos a no entrar en la OTAN. Este era el punto clave.
Mientras continuaban las negociaciones en Estambul, el ex primer ministro del Reino Unido Boris Johnson llegó inesperadamente a Kiev el 9 de abril y dijo que Ucrania no debía firmar nada con ellos en absoluto y que ‘simplemente lucháramos’.»
La franqueza de Arakhamia fue refrescante. Pero no fue una sorpresa para los que seguíamos a Ucrania a principios de 2022. El 5 de mayo de 2022 –un año y medio antes de que Arakhamia revelara la verdad al Kyiv Post– Ukrainska Pravda publicó un reportaje titulado «La posibilidad de conversaciones entre Zelensky y Putin se detuvo tras la visita de Johnson»:
«Según fuentes cercanas a Zelenski, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, que apareció en la capital casi sin previo aviso, trajo dos mensajes simples.
El primero es que Putin es un criminal de guerra, hay que presionarle, no negociar con él. Y el segundo es que aunque Ucrania esté dispuesta a firmar algunos acuerdos sobre garantías con Putin, ellos [Occidente] no lo están. El Occidente colectivo sintió que Putin no era realmente tan poderoso como habían imaginado, y que aquí había una oportunidad para presionarle.»
Tres días después de que Johnson abandonara Kiev, Putin declaró públicamente que las conversaciones con Ucrania se habían «convertido en un callejón sin salida». Putin expresó su confianza en que Rusia acabaría imponiéndose y añadió que seguiría llevando a cabo «rítmica y tranquilamente» la operación en Ucrania.
Putin da detalles
En su importante discurso del 14 de junio en el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Putin dijo que las tropas rusas que se acercaron a Kiev en febrero-marzo de 2022 estaban allí «para empujar a la parte ucraniana a las negociaciones.»
Desde el 24 de febrero, los rusos habían expresado su disposición a la diplomacia. Curiosamente, Zelenski nombró a Arakhamia negociador jefe el 28 de febrero.
Putin continuó:
«Sorprendentemente, como resultado, se alcanzaron y rubricaron en Estambul acuerdos que satisfacían tanto a Moscú como a Kiev. … El documento se titulaba ‘Acuerdo sobre neutralidad permanente y garantías de seguridad para Ucrania’. Se trataba de un compromiso, pero resolvía los problemas que ya al comienzo de la operación militar especial se consideraban importantes.
Pero el camino hacia la paz fue rechazado de nuevo… El antiguo primer ministro británico dijo directamente durante su visita a Kiev: nada de acuerdos. Rusia debe ser derrotada en el campo de batalla… Así comenzaron a abastecer intensivamente a Ucrania de armas y empezaron a hablar de la necesidad de infligir una derrota estratégica a Rusia».
Biden y los seudoexpertos sobre Rusia
¿Quién le ha dicho a Biden que Putin «no se detendrá en Ucrania»? La prueba A sería Fiona Hill, discípula del historiador archirusófobo Richard Pipes, y oficial nacional de inteligencia para Rusia (2006-09).
Sus reflexiones aparecieron en The New York Times exactamente un mes antes de que Rusia invadiera Ucrania.
El 24 de enero de 2022, el Times publicó un ensayo de Hill titulado «Putin tiene a Estados Unidos justo donde quiere»:
«Esta vez, el objetivo del Sr. Putin es mayor que cerrar la ‘puerta abierta’ de la OTAN a Ucrania y tomar más territorio: quiere desalojar a Estados Unidos de Europa. Como él diría: ‘Adiós, Estados Unidos. No dejes que la puerta te golpee al salir’.» [Énfasis añadido.]
El ensayo de Fiona Hill en el NYT sobre Putin expulsando a Estados Unidos de Europa tuvo una corta vida útil (dos meses), ya que los negociadores de Putin en Estambul extrajeron un compromiso ucraniano de no buscar la adhesión a la OTAN y un cese de las hostilidades. Así lo admitió Hill en un artículo de Foreign Affairs de septiembre/octubre de 2022 que incluía, brevemente, la esencia del acuerdo de Estambul.
Esto puede ser condenar con elogios débiles, pero, en este sentido, Fiona Hill mostró mucha más integridad que el Times, que sigue negando a sus lectores los hechos sobre el acuerdo de Estambul y cómo demostró que en marzo-abril de 2022 Putin se detuvo una vez que los negociadores ucranianos acordaron renunciar a la adhesión a la OTAN.
Después de que Putin, en su discurso del 14 de junio, explicara con pelos y señales el (abortado por Boris Johnson) «Acuerdo sobre neutralidad permanente y garantías de seguridad para Ucrania», el Times no perdió tiempo en distorsionar los términos del acuerdo de Estambul, sobre todo por omisión y turbia ofuscación, al publicar dos artículos muy engañosos el 15 de junio.
Ninguno de los artículos menciona el papel de bola de demolición de Johnson en el fracaso del acuerdo de Estambul. E incluso las posteriores admisiones de los negociadores ucranianos están tergiversadas.
Así, los lectores del New York Times, y los miles de medios de comunicación que se guían por el Times, son engañados una vez más sobre una cuestión crucial, una cuestión sobre la que hay amplios testimonios oficiales ucranianos que el Times opta por omitir o tergiversar. Y muchos estadounidenses se inclinarán a creer las afirmaciones sin pruebas de Biden sobre los objetivos últimos de Putin, y a consentir la tensión peligrosamente creciente con Rusia, desnutridos como están de información precisa.
Para muchos todo se reducirá a: Entre Biden y Putin, ¡los estadounidenses «saben» a quién creer!
La opinión de Putin
En declaraciones a periodistas occidentales el 5 de junio, Putin advirtió:
«No deberían convertir a Rusia en el enemigo. Con esto sólo se hacen daño a si mismos… Pensaban que Rusia quería atacar a la OTAN. ¿Se han vuelto completamente locos? … ¿A quién se le ha ocurrido? Es una completa tontería, ¿saben? Basura total.»
Lamentablemente, es el tipo de tontería que podría inducir a error a los estadounidenses, condicionados a creer lo peor de Rusia, para que apoyen algún tipo de arriesgado movimiento de escalada por parte de una administración decidida a mostrar lo dura que es, a medida que las elecciones de noviembre se acercan cada vez más. Abróchense los cinturones.
Ray McGovern trabaja con Tell the Word, una rama editorial de la Iglesia ecuménica del Salvador en el centro de la ciudad de Washington. Sus 27 años como analista de la CIA incluyeron la dirección de la Subdivisión de Política Exterior Soviética y la realización de las sesiones informativas matinales del President’s Daily Brief. Una vez jubilado, cofundó Veteran Intelligence Professionals for Sanity (VIPS).
Fuente: Consortium News
Foto: Johnson y Zelenski paseando por el centro de Kiev el 9 de abril de 2022.
"¿Son tontos como una piedra?" Putin a los que afirman que Rusia quiere atacar a la OTAN (RT, 06.06.2024)