«Tenemos más médicos trabajando en el extranjero que prácticamente cualquier otro país del mundo, no porque estemos exportando nada, sino simplemente porque queremos participar en la construcción de un mundo con mejores condiciones de salud y de vida», declaró el médico cubano Luis Herrera en una entrevista exclusiva con TeleSur.

Al Dr. Herrera se le atribuye el desarrollo del Interferón Alfa 2B hace 40 años, el cual se está utilizando para prevenir las complicaciones médicas que podrían surgir al contraer la cepa de coronavirus COVID-19.

Mientras los gobiernos de todo el mundo entregados al neoliberalismo luchan por contener la propagación del virus, cerrando las fronteras e imponiendo el control militar, Cuba ha mantenido su enfoque internacionalista, predicando con el ejemplo revolucionario. El gobierno cubano ha permitido que un crucero británico afectado por el virus atraque en uno de sus puertos y que los pasajeros desembarquen hasta que los vuelos fletados puedan devolverlos a casa. Cuba ha sido capaz de tomar tales decisiones sabiendo que el país está bien preparado en medicina preventiva para mantener controlada cualquier posible transmisión del virus. Sin embargo, Occidente nos repite a menudo que el socialismo no funciona; para justificar, tal vez, las incesantes formas de intervención extranjera destinadas a mantener la supremacía de Occidente.

El COVID-19 ha desenmascarado los sistemas de explotación del capitalismo y el neoliberalismo. En Italia, los hospitales no pueden mantener el número de pacientes que requieren cuidados intensivos. El Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ha retrasado las medidas tomadas por otros países de Europa e internacionalmente para frenar la propagación del virus, hablando insensiblemente sobre el desarrollo de la inmunidad de la manada, mientras que descuida el segmento de la población que puede desarrollar complicaciones por el virus.

Cuba está recibiendo ahora solicitudes internacionales para suministrar el Interferón Alfa 2B. El Occidente neoliberal busca la ayuda de un país comunista bloqueado para resolver sus problemas y, fiel a su espíritu revolucionario, Cuba cumplirá con las solicitudes. El Director de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, declaró: «Actualmente tenemos solicitudes de un gran número de países, a las que estamos respondiendo porque tenemos la capacidad suficiente, sin poner en riesgo las cantidades que necesita el país».

No sólo la medicina cubana es apreciada por los países occidentales. Italia ha solicitado la ayuda de médicos cubanos, venezolanos y chinos para ayudar en la región de Lombardía, que es la más afectada por el coronavirus. Por ahora, al menos, la duplicidad con respecto a los países socialistas de América Latina se ha dejado de lado para hacer atender a lo que falta en Europa: políticas que den prioridad a la gente.

Es evidente que el neoliberalismo le ha fallado a la humanidad. Sin embargo, los principales medios de comunicación todavía no están convencidos de la necesidad de centrar su atención en el ejemplo internacionalista de Cuba. No sería la primera vez que el internacionalismo cubano ofrece un fuerte contraste con los métodos de militarización empleados por Occidente cuando se enfrenta a problemas humanitarios.

La Revolución Cubana nunca fue un asunto de privilegios. De hecho, mantuvo los principios esbozados por Fidel Castro en materia de educación y salud, construyendo una sociedad responsable. A finales de 1960, todos los cubanos tenían acceso a la sanidad gratuita, a pesar del éxodo de la élite médica a Estados Unidos tras la caída del dictador Fulgencio Batista. En Cuba, la asistencia sanitaria forma parte de la responsabilidad social y es este valor el que permite al país seguir al frente de la asistencia médica internacional. Cuba también se ofreció a enviar sus médicos a Estados Unidos tras el huracán Katrina, oferta que fue rechazada por el presidente de entonces, George. W Bush, quien rechazó la oferta cubana calificándola de propaganda. En Bolivia, los médicos cubanos trataron a Mario Terán, el verdugo del revolucionario argentino Ernesto Che Guevara, para una cirugía ocular.

En 2010, Fidel se pronunció en contra de las decisiones de militarizar las situaciones humanitarias. En referencia a Haití, declaró: «En mi opinión, estos hechos complicarán y crearán un caos en la cooperación internacional, que ya es de por sí compleja». Una vez más, Occidente ha emulado el único plan de respuesta del que es capaz, atrapado como está en el atolladero capitalista. «¡Enviamos médicos, no soldados!»,  diferenció enfáticamente Fidel.

Cuando la urgencia del coronavirus termine, ¿la comunidad internacional le pagará a Cuba oponiéndose al imperialismo estadounidense hasta que se levante completamente el bloqueo?

Fuente: Strategic Culture Foundation