Es necesario hacer un análisis sereno de los responsables de la guerra entre Ucrania y Rusia, y del silencio y las negativas a encontrar una solución diplomática para evitar la guerra por parte de los EEUU y la UE.

La OTAN en su política junto a los EEUU busca expandir su control y dominación mundial y  someter a muchos pueblos a sus intereses militares, políticos y económicos. La guerra tiene muchos rostros, desde la acción psicológica y la propaganda a la económica que EEUU y la UE imponen a Rusia, el bloqueo a sus productos y exportaciones, sanciones a los activos bancarios, a empresarios rusos, buscan todas las formas de dañar la economía rusa.  Intervienen en la guerra en forma indirecta enviando armas y  apoyando a Ucrania, con un gobierno filo-nazi que durante ocho años atacó y persiguió al  pueblo de Donbass, las dos provincias separatistas.

Los grandes medios hegemónicos de información guardan silencio cómplice de las masacres de la OTAN  y EEUU en Siria, Libia, Irak, y de las bases militares a lo largo de países limítrofes en la fronteras de Rusia, poniendo en peligro la seguridad de ese país. La guerra psicológica de los grandes medios de comunicación impone su nefasta propaganda agregando combustible al conflicto, propagando la mentira, la desinformación de los hechos. Guardan silencio y ocultan la  verdad sobre la guerra, buscan demonizar a Rusia

Tensar la situación y la intervención de la OTAN y EEUU en un enfrentamiento con Rusia  provocaría la III Guerra Mundial que afectaría a todo el mundo en un holocausto nuclear. Es urgente  encontrar una solución negociada antes que sea tarde. Enviar armas a Ucrania y combatientes, aplicar sanciones y condenas a Rusia es  pretender apagar un incendio con combustible.

Las sanciones a Rusia afectan la economía mundial y la situación de muchos países que necesitan de Rusia, es un bumerang para los países que las imponen.

Hay que destacar la posición de China que observa con serenidad los acontecimientos, las consecuencias de la guerra y el avance de la OTAN y los EEUU, y actúa  como  mediadora entre Rusia y Ucrania para poner fin al conflicto armado.

Es urgente pensar en un nuevo orden mundial con equidad y no bajo la imposición capitalista y la degradación que genera más pobreza y desigualdades. Muchas veces venimos planteando la urgencia de un Nuevo Contrato Social. Las Naciones Unidas necesitan de una reforma profunda y la democratización del Consejo de Seguridad. El Preámbulo de las Naciones Unidas proclama «Nosotros, los Pueblos del Mundo…»; hoy lamentablemente los pueblos del mundo están ausentes en las decisiones y caminos que debe seguir el mundo, de paz, solidaridad, de lucha contra el hambre, la pobreza, el clima, más que el cambio climático. La humanidad necesita un cambio de sistema, social, político y económico, buscar la diversidad dentro de la unidad y terminar con el monopolio de la fuerza en pocas manos y la industria de las armas, revertir la producción para la vida y desarrollo de los pueblos y no instrumentos para la muerte. Los pueblos sufren la violencia de la guerra, no podemos olvidar a los miles de refugiados que huyen de la guerra en Ucrania.

Rusia, como el gobierno de Ucrania, debe proteger los corredores humanitarios para salvar vidas y que los refugiados tengan la atención básica y seguridad para sus vidas y sus familias.

La humanidad está atravesando momentos de gran incertidumbre, de sufrimiento que ha cobrado miles de vidas en diversas partes del mundo. La Pandemia del Covid-19  afecta  a todos por igual, pero siempre los pobres son los más afectados. Aumentan los conflictos armados y el hambre, que es la guerra silenciosa que cobra miles de vidas día a día.

Hay fuerzas sociales positivas  en el mundo que reclaman la PAZ, que quieren un  Nuevo Orden Mundial, libre de dominaciones; organizaciones  culturales, sociales, políticas y religiosas que trabajan por la construcción de un mundo más justo y fraterno. Reclaman una Paz en base a las relaciones humanas, a la unidad en la diversidad y el derecho de las personas y los pueblos a su libertad.

La fe mueve montañas.

Mensaje del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel para Ucrania en 2014 (27.02.2014)