El Grupo de los Siete (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y Japón), convocado por Giorgia Meloni y presidido actualmente por Italia, ha condenado «inequívocamente y en los términos más enérgicos el ataque directo y sin precedentes de Irán contra Israel». A continuación expresó «plena solidaridad y apoyo a Israel» y reafirmó «nuestro compromiso con su seguridad». El G7 guarda silencio sobre el hecho de que los ataques con aviones no tripulados y misiles se produjeron en respuesta al ataque israelí contra el consulado iraní en Damasco (Siria), en el que murieron más de diez diplomáticos y funcionarios. Ignora el hecho de que el gobierno iraní había advertido mucho antes a la Casa Blanca de la acción de demostración que llevaría a cabo.
Así, EE.UU. y Gran Bretaña –que llevan mucho tiempo desplegando fuerzas aéreas, navales y terrestres en Oriente Próximo– pudieron derribar fácilmente muchos de los drones y misiles iraníes, mientras que Israel utilizó sistemas de misiles suministrados por EE.UU. para derribarlos. Estados Unidos y Alemania suministran el 99% de las importaciones de armas de Israel. El 69% de las importaciones de armas israelíes proceden de fabricantes estadounidenses, mientras que el 30% son suministradas por fabricantes alemanes. Estos enormes suministros de armas permiten a Israel llevar a cabo una guerra de alta intensidad en Gaza y, al mismo tiempo, realizar una escalada de ataques en Líbano y Siria. Todo esto forma parte del plan con el que Estados Unidos y sus aliados intentan mantener su dominio sobre esta región, que están perdiendo, mediante la guerra.
Irán está en su punto de mira principalmente porque se ha convertido en miembro de los BRICS con Rusia y China, y desempeña un papel clave como eje del Corredor Norte-Sur de Rusia y de la Nueva Ruta de la Seda de China. Alemania ha suministrado a Israel cinco submarinos de la clase Dolphin, y está a punto de entregar un sexto. Otros tres submarinos de la clase Dakar, destinados a Israel, también serán fabricados por la alemana Thyssenkrupp en virtud de un contrato de 3.000 millones de euros.
Todos los submarinos Dolphin han sido modificados por Thyssenkrupp para que puedan lanzar misiles con ojiva nuclear, como el Popeye Turbo estadounidense. Los nuevos submarinos Dakar que Alemania suministrará a Israel proporcionarán una mayor capacidad de ataque nuclear. Esto permite a Israel mantener submarinos nucleares de ataque permanentemente a lo largo de la costa de Irán, mientras que otros misiles nucleares están listos para ser lanzados desde plataformas aéreas y terrestres, dirigidos contra Irán y otros países de la región.
Fuente: Byoblu
Foto: Submarino Dolphin fabricado por la empresa alemana Thyssenkrupp