El próximo 24 de febrero los socios de la Obra Cultural Balear ratificarán la nueva directiva de la entidad encabezada por el sociólogo Joan Miralles. A pesar de algunas críticas a causa de su militancia política en el PI o de la labor profesional en la Asociación de Viviendas turísticas, Miralles ha presentado una propuesta de Junta Directiva realmente estimulante. Además de Magdalena Serra y Catalina Bibiloni como vicepresidentas, figuran en la propuesta de la Junta Directiva un conjunto de personas de reconocida trayectoria al servicio de la lengua y cultura catalanas que permiten augurar una etapa muy dinámica de la entidad.

La Obra Cultural, fundada el 31 de diciembre de 1962 por iniciativa de Francesc de Borja Moll y de un grupo de 31 socios fundadores, con la primera presidencia de Miquel Forteza i Pinya, sin duda ha sido la entidad más influyente de los últimos sesenta años en Mallorca, junto al Grupo de Ornitología Balear. Especialmente importante fue el impulso que dio a la entidad Climent Garau, presidente de 1970 a 1976. Fue en aquella época, a finales del franquismo, que la OCB se expandió casi por todos los municipios de Mallorca. Las agrupaciones de la OCB se convirtieron en una auténtica escuela de democracia, fábrica de cuadros políticos que después se presentarían a las primeras elecciones municipales y preautonómicas. Del dinamismo de la Obra de aquellos años surgieron buena parte de las revistas de prensa foránea en catalán. Cursos de catalán, conferencias, actuaciones musicales, publicaciones, reivindicaciones, manifestaciones… Patrocinó la primera gran manifestación del 29 de octubre de 1977 por la autonomía, con la histórica proclama a favor de la unidad del catalán de quién entonces era su presidente, Josep Maria Llompart.

La época de la presidencia de Antoni Mir fue la de las grandes movilizaciones populares: «Queremos mandar en nuestra casa», «Somos Comunidad histórica», «Por unos gobernantes que defiendan la lengua», «Juntos por la lengua»… son algunos de los eslóganes empleados en las concentraciones multitudinarias.

Con la llegada al Govern del primer Pacto de progreso, pareció que las históricas amenazas contra la lengua catalana se habrían desvanecido, y la entidad entró en una etapa de languidez. Pero sólo en lo que se refiere a las grandes concentraciones reivindicativas, porque a la Obra Cultural Balear hay que reconocerle la constancia en la organización de actividades: los premios anuales 31 de Diciembre, el repleto calendario de actos en Can Alcover y la denuncia constante de la insuficiente defensa de la lengua catalana que realizan las instituciones. Hasta que el retroceso en el uso de la lengua catalana en la calle, en las instituciones, en las escuelas, en los medios de comunicación… y los ataques desacomplejados del nacionalismo castellano contra el catalán (ya ni mañosamente), ha hecho que nos encontremos en una auténtica situación de emergencia lingüística.

Por eso la revitalización de la Obra Cultural Balear es imprescindible, para que vuelva a dinamizar al voluntariado y a concienciar al conjunto de la sociedad de la necesidad de preservar y potenciar la lengua y la cultura catalanas. Miralles y la nueva Junta Directiva están capacitados para ello.

Bartomeu Colom: perfil de un hombre cívico. Es el título que acaba de publicar Documenta, escrito por Antoni Nadal, que presenta el perfil de este profesor de derecho administrativo, especialista en derecho autonómico y derecho lingüístico, derechos fundamentales, urbanismo… El primer profesor que explicó derecho administrativo en catalán en la UIB. La extensa recopilación de la bibliografía de Colom muestra su valiosísima aportación a nuestro País.