Sólo unidos alcanzan los pueblos su libertad. No es sólo que la unión haga la fuerza, sino que además hace el espíritu. Es el espíritu el que une inmaculadamente a los hombres y las mujeres, a la ciudadanía, la cultura, la lengua, la historia, la política y la sociedad. Todo ello, es esta unión la que falta, desgraciada y infelizmente, a nuestros tres países catalanes.
Principat, País Valencià y Illes Balears, en conjunto, conforman una sola nación, y es esta nación la que hay que recuperar y liberar. La lengua, la cultura y la historia son el fundamento principal y, por azar o contingencia –«todo es aleatorio» manifestó Michel de Montaigne– son los tres elementos más sólidos y más consistentes de nuestro pueblo dolorosamente triforme. ¡Somos un solo pueblo! Sólo son los imperialistas opresores que, por odio y derecho de conquista, se dedican a hacer tambalear y desmenuzar las naciones cuando no pueden acabarlas de dominar.
España es uno de esos pequeños imperios que no se resiste a abandonar su idea de ‘Una, Grande y Libre’. Una idea demencial que no es ni lo uno ni lo otro, ni lo otro. ¿Tenemos que estar sometidos a esta incongruencia? Nosotros no podemos depender de estos histrionismos ultranacionalistas castellanos. Nosotros, como todo el mundo, dependemos del lugar donde nos encontramos. No es lo mismo encontrarse en un país colonizado que en una nación independiente.
Nosotros los mallorquines, por ejemplo, vivimos en un lugar de los Països Catalans no reconocidos. En la misma circunstancia se encuentran los del Principat, los valencianos, los menorquines y los ibicencos. No lograremos nuestro hábitat natural hasta que consigamos unirnos y proclamemos nuestra soberanía. Ya vemos que el Principat solo no lo consigue. Ayudémonos unos a otros y vayamos todos juntos. Necesitamos ser humildes y confiar en nosotros mismos: Països Catalans Unidos.
Fuente: Última Hora
De punta a punta de los Països Catalans, en la V (11.09.2014)