Finalmente, en esta tercera parte, voy a recoger la histórica intervención del presidente Putin en la reciente cumbre de los BRICS; voy a argumentar que estamos en un fin de ciclo, en la hora del derrumbe de la arrogante, despótica y criminal hegemonía anglo-occidental; voy a tratar sobre las enérgicas reacciones de las autoridades chinas frente a la prepotencia y las provocaciones atlantistas; y voy a acabar intentando trasmitir un mensaje de esperanza, algo nada fácil en medio de este torbellino de arrogancia, agresividad, ocultamiento de la verdad, poderosa imposición de la mentira, derrota casi total de la opinión pública y de nuestras hechizadas sociedades, sufrimientos indecibles de una masa inmensa de población, creciente abandono (impensable hace unas décadas) de los más débiles e indefensos…

La histórica intervención del presidente Putin en la Cumbre de los BRICS

“La credibilidad y la influencia del BRICS en la escena mundial -afirmó el presidente Putin- no deja de aumentar año tras año. Los países que lo componen tienen un potencial político, económico, científico, tecnológico y humano realmente enorme. Fortalecen la colaboración en toda la gama de agendas globales y regionales. Solo sobre la base de una cooperación honesta y mutuamente beneficiosa podemos encontrar una salida a la situación de crisis que se ha desarrollado en la economía mundial debido a las acciones mal concebidas y egoístas de estados individuales, que, utilizando los mecanismos financieros, están trasladando de hecho a todo el mundo sus propios errores en política macroeconómica. Las políticas desastrosas de los países occidentales son las que han causado la actual crisis hiperinflacionaria en el mundo y la escasez mortal que se padece.

Es muy útil celebrar reuniones del BRICS Plus a las que asistan mandatarios de los estados que están interesados en desarrollar una cooperación mutuamente provechosa con nuestra asociación, basada en una similitud de puntos de vista sobre los actuales problemas políticos y económicos mundiales y las formas de abordarlos. Es notable que los mandatarios de los países que asisten hoy a nuestra reunión defienden el desarrollo de un orden mundial multipolar verdaderamente democrático basado en los principios de igualdad, justicia y respeto mutuo, en el que el comercio y las finanzas mundiales estén libres de obstáculos y restricciones de carácter político.

Me gustaría señalar que la importancia de la interacción con nuestros socios que comparten nuestros valores ha aumentado drásticamente en medio de los actuales desequilibrios en las relaciones internacionales. Esta situación viene desarrollándose desde hace tiempo y es el resultado inevitable de la política de quienes defienden el llamado orden mundial liberal hacia la erosión del derecho internacional y el debilitamiento de las instituciones multilaterales. Buscando preservar su dominio, algunos países han estado trabajando constantemente para sustituir la arquitectura global existente que se apoya en el papel central de las Naciones Unidas por un orden basado en reglas. Pero no está claro quién ha inventado esas reglas y cuáles son.

Los intentos de obstaculizar el desarrollo de los estados que no están dispuestos a vivir según las reglas de alguien y el uso imprudente de instrumentos de sanción ilegales, agravados por las consecuencias de la pandemia de coronavirus, han agravado el deterioro de la economía mundial. El comercio mundial está profundamente sumido en disputas, cuya resolución se desvía cada vez más de las normas y principios de la OMC [Organización Mundial del Comercio]. Nuestros colegas han mencionado hoy a la OMC, pero sabemos bien el giro que ha tomado la situación dentro de esa organización en los últimos años. Se está desestabilizando el sistema monetario internacional y se están rompiendo las cadenas industriales, logísticas y de inversión.

El rápido aumento de los precios de los alimentos, la energía y los productos básicos está teniendo un grave efecto socioeconómico, especialmente en el desarrollo de los países de Asia, África, América Latina y Oriente Medio. Colegas y amigos, me gustaría subrayar una vez más: esto no es el resultado de los últimos meses y de ninguna manera una consecuencia de la operación militar especial de Rusia para proteger el Donbass. Una vez más, este salto en la inflación no se produjo ayer. Ha estado ocurriendo durante los últimos años como resultado de la política macroeconómica irresponsable a largo plazo de los países del G7, de la creación incontrolada de dinero y de la acumulación de deudas no garantizadas. Este proceso se aceleró con la pandemia, cuando tanto la oferta como la demanda de bienes y servicios se redujeron drásticamente a escala mundial.

El mercado de los alimentos es el que se ha visto más gravemente perturbado. Lo dije en el reciente Foro Económico Internacional de San Petersburgo, y quiero repetirlo: imprimieron dinero, lo distribuyeron en sus países ricos y, como una aspiradora, empezaron a recoger todos los alimentos del mercado mundial. Hasta hace poco, Estados Unidos era un exportador de alimentos -un exportador neto- pero ahora, creo, sus importaciones son unos 17.000 millones de dólares más que sus exportaciones. Este es un indicador sombrío para los mercados de alimentos de todo el mundo.

Mientras tanto, el aumento del coste de los productos agrícolas esenciales, como los cereales, ha afectado más a los países y mercados en vías de desarrollo, ya que es allí donde el pan y la harina son vitales para la supervivencia de la mayoría de la población. Creo que fue la reina francesa María Antonieta quien, mirando a una multitud de ciudadanos hambrientos desde su palacio, dijo con indiferencia: ‘Si no tienen pan, que coman pastel’.

Este es el mismo cinismo que muestran ahora algunos países occidentales al desestabilizar la producción mundial de productos agrícolas y tratar este asunto restringiendo, por ejemplo, el suministro de fertilizantes rusos y bielorrusos e impidiendo las exportaciones de grano ruso a los mercados mundiales. Hablando de esto, esperamos una buena cosecha. Si Dios quiere, todo irá bien y, si este año suministramos 37 millones de toneladas al mercado mundial, lo más probable es que podamos suministrar 50 millones de toneladas de grano. Sin embargo, cada vez es más difícil asegurar el transporte que lleva el grano, los graneleros, las transacciones bajo contratos comerciales, etc.

Al mismo tiempo, están alimentando artificialmente la histeria sobre, por ejemplo, la suspensión de los envíos de grano ucraniano a través de los puertos del Mar Negro. Mientras tanto, según las estimaciones americanas, y las nuestras, se trata de unos 5 o 6 millones de toneladas de trigo más 7 millones de toneladas de maíz: esto es algo, pero no resuelve los problemas del mercado mundial de cereales. Pero no se trata de eso. He dicho públicamente muchas veces, y quiero volver a recalcarlo, que Rusia no está impidiendo la exportación del grano de Ucrania desde su territorio; estamos dispuestos a garantizar el paso seguro de los barcos de grano por aguas internacionales si, por supuesto, los militares ucranianos desminan los puertos y las aguas cercanas.

Además, tenemos un entendimiento relevante con los representantes de la Secretaría de la ONU. Como antes, nos falta una cosa: un enfoque constructivo por parte de las actuales autoridades de Kiev. Me gustaría subrayar que Rusia es un participante importante y responsable en el mercado mundial de alimentos. Sin duda, estamos dispuestos a seguir cumpliendo de buena fe nuestras obligaciones contractuales sobre el suministro de productos agrícolas, fertilizantes, energía y otros productos básicos críticos. Me gustaría señalar que Rusia sigue prestando ayuda humanitaria a muchos países que la necesitan. Recientemente, Rusia ha suministrado productos alimenticios al Líbano, Tayikistán, Kirguistán, Cuba y Sudán, entre otros, sin coste alguno.

Colegas, me gustaría señalar de nuevo que tenemos todas las oportunidades para construir una cooperación práctica entre los países BRICS y sus socios, los países aquí representados. Sentimos su interés mutuo por mantener estrechos contactos comerciales. Es igualmente importante que el BRICS amplíe la cooperación con asociaciones regionales como la ASEAN [Asociación de Naciones de Asia Sudoriental], la Unión Africana, la Asociación de Estados del Caribe, el Consejo de Cooperación del Golfo y la Asociación de la Cuenca del Océano Índico.

Por supuesto, se está abriendo un gran potencial para la cooperación entre nuestros estados en el contexto del trabajo en los procesos de integración entre la Unión Económica Euroasiática y el enorme proyecto de infraestructura y comercio ‘One Belt One Road’ de China. En general, estamos convencidos de que muchos problemas graves de la agenda mundial sólo pueden y deben resolverse aunando esfuerzos, y esta cumbre es un ejemplo de trabajo constructivo en este sentido.”

Fin de ciclo: el derrumbe de la arrogante, despótica y criminal hegemonía anglo-occidental

La arrogancia de “nuestras” élites es la principal clave de los terribles acontecimientos actuales y lo será también del posible Apocalipsis que estaría aún por llegar. Parece que la Segunda Guerra Mundial no fue un acontecimiento suficientemente terrible como para producir cambios profundos en la conciencia de la humanidad. Pero se acabó el tiempo de la prepotencia. Hasta en las simples declaraciones verbales se constata el hartazgo que producen estas élites.

En estos días, utilizando la falacia de que la agresora es Rusia, las provocaciones OTANistas han sido muchas: gran aumento de la Fuerza de Acción Rápida estacionada en la frontera con Rusia de 40.000 a 300.000 efectivos, entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, etc. Aunque el presidente Putin ha minimizado la importancia de este abandono de la supuesta neutralidad por ambos países. Las razones las explica Andrew Korybko:

“Primero, Finlandia y Suecia ya eran miembros de facto del bloque durante años, por lo que su membresía oficial realmente no cambia nada. En segundo lugar, la OTAN no ha establecido una infraestructura militar clandestina allí (todavía) como lo hizo en Ucrania en los últimos años. En tercer lugar, ninguno de los dos tiene disputas territoriales con Rusia que puedan conducir a una guerra con la OTAN ni son capaces de crear proyectos antirrusos como lo es Ucrania.”

Aunque lo cierto es que se intenta acosar y provocar a Rusia. Hasta el punto de que, mientras se la insta de modo amenazante a abstenerse de atacar a cualquier miembro de la OTAN, funcionarios del Pentágono, entrevistados por el ‎‎New York Times, confirman por primera vez y con hechos precisos que el mando y la ‎conducción de las operaciones militares en Ucrania están en manos del Pentágono y de la OTAN.

Las evidencias de que Rusia no es la invasora, cada día son conocidas con más detalle. Y documentadas incluso con videos. Hasta han aparecido en escena documentos sobre la intención de abrir paralelamente frentes en Kazajastán y ‎Transnistria a fin de obligar a Rusia a desplegarse simultáneamente. Thierry Meyssan lo expone con gran conocimiento de todas estas últimas informaciones:

«Estados Unidos se comprometió –en 2016– a poner en manos del gobierno ucraniano ‎armamento suficiente como para librar y ganar una guerra contra Rusia. Con ese objetivo, el ‎Departamento de Defensa de Estados Unidos organizó en Ucrania un programa de investigaciones biológicas con fines militares y además envió secretamente a Kiev ‎cantidades enormes de material nuclear. Esos datos modifican radicalmente la lectura ‎de esta guerra. No fue Moscú sino Washington quien quiso este conflicto y quien ‎lo preparó.»

Pero las declaraciones y acciones altaneras de las gentes del G-7 de estos días han sido respondidas rápida y contundentemente por el ex embajador de Rusia ante la OTAN y actual director de la empresa espacial rusa Roscosmos, Dimitri Rogozin, con una publicación en Telegram de las coordenadas de tiro ‎de los centros de decisión de la OTAN. Las coordenadas de tiro publicadas son, entre muchas otras, las del Pentágono, las de la sede de ‎la OTAN en Bruselas, las del centro de convenciones de Madrid ‎donde estaban reunidos los líderes de la OTAN, etc.

Se trata de una “broma” pesada digna de ser tenida en cuenta, ya que Rusia dispone de misiles hipersónicos, actualmente imposibles de ‎interceptar, capaces de llegar en unos minutos con una o más cargas nucleares incluso al Pentágono. Una “broma” que nuestro camaleónico presidente Sánchez no parece apreciar, ya que en su intervención en Madrid atacó con entusiasmo a Putin, aceptó sumiso dos nuevos destructores de Estados Unidos en Rota o ha aumentado “alegre” y milmillonariamente “nuestro” gasto armamentista…

España debe estar sumamente agradecida a este señor (¡de izquierdas, decía!), gran estadista, que practica el AZNARista principio de “estar con aquellos que cuentan” (aquellos grandes criminales que arrasan naciones). El problema no es tanto el hecho de que además aproveche para “hacer carrera”. Eso es comprensible. El problema es que se equivoca en su análisis sobre quiénes son los que verdaderamente empiezan a contar. Y, sobre todo, el gran problema está en que nos pone, sin consulta alguna a nadie, en el punto de mira de las sofisticadas, avanzadas y eficaces armas de Rusia. Tan absurda es la situación y tan alienados están nuestros conciudadanos, que Thierry Meyssan acaba así el último de sus lúcidos artículos:

“Se imponen entonces varios interrogantes. ¿Están dispuestos los dirigentes occidentales a jugarse ‎el todo por el todo? ¿Asumirán el riesgo de desatar una Tercera Guerra Mundial –sabiéndola ‎perdida de antemano– únicamente para no hundirse solos?‎”

Durante estos días, los altivos líderes OTANistas no han dejado de presumir: Rusia no quería la OTAN en Ucrania, pero lo que ha conseguido es su expansión al este; con el ingreso de Finlandia y Suecia, Rusia tendrá más OTAN en sus fronteras. Pero la respuesta del presidente de la Duma rusa (Cámara baja del Parlamento) Viacheslav Volodin no se hizo esperar: “Jens Stoltenberg informa que Rusia tendrá más OTAN junto a sus fronteras. Se alegra antes de tiempo. No estudió geografía en la escuela. En caso de que Finlandia y Suecia ingresen a la OTAN, esta tendrá más Rusia en sus fronteras”.

Están fracasando, una vez más, las previsiones de la Corporación RAND. Previsiones de laboratorio, siempre reduccionistas de la enorme complejidad de la realidad. Pensaban que derrumbarían el rublo y crearían tantos problemas económicos que los rusos se rebelarían y derrocarían a Putin. Estos aprendices de brujo nada han aprendido de sus enormes fracasos frente a naciones pequeñas y pobres, cuya legitimidad moral y coraje las ha llevado a la victoria final. Nada aprenden, pero siguen experimentando no en laboratorios sino con la humanidad. Esta incalificable gentuza, sin las condiciones morales que convierten a los seres humanos en auténticas personas, ahora pretenden acabar con Rusia y China.

Y nuestras sociedades escuchan sus peligrosísimas mentiras cotidianas y callan y callan, día tras día. Parecen tener suficiente con sobrevivir cotidianamente en este caos económico en el que estos mismos sumisos líderes “nuestros” nos han metido. Sumisos a una perversa élite que si por algo se caracterizan es por la arrogancia y que nos están llevando cada día más a un desastre de dimensiones apocalípticas.

Y ahora… ¡a por China!

Los líderes de la OTAN no se han conformado con posicionar a Rusia como el gran peligro actual para el mundo (su mundo). Sus calificaciones sobre China han sido también muy beligerantes. Su imperdonable crimen: haber hecho las cosas mejor que nosotros, los buenos; ser cada día más poderosa sin necesidad de continuas y sangrientas guerras de agresión internacional; subvertir el (maravilloso e incuestionable) orden mundial establecido, en el que Occidente es el indiscutible líder; desafiar nuestros intereses, seguridad y valores. Son términos y expresiones literales de la misma OTAN. Efectivamente, ¡los chinitos son gentes muy peligrosas!

A lo que añaden otro imperdonable “crimen” de ambas potencias: ¡la cooperación entre ellas! Y esta criminalización de la libre colaboración entre estados soberanos no es un exagerado comentario mío: es lo que piensan, es lo que afirman solemnemente nuestros OTANistas seres superiores. Hasta tal punto su arrogancia les hace perder pie en la realidad. Están absolutamente “pirados”. Y quienes no lo vean, tendrían que (como se dice ahora) hacérselo mirar.

Pero todo esto tiene un lado muy positivo. Si China tenía la menor duda sobre la naturaleza y las intenciones de “la (auto proclamada) comunidad internacional”, ahora ya no le debe quedar duda alguna: tras ir a por Rusia, irán a por ella. De hecho, en el Pacífico se está llevando a cabo contra China la mayor maniobra naval del mundo bajo el mando estadounidense y, en este caso, con la colaboración de Japón y Australia principalmente. Y por supuesto, para todo esto hay que aumentar el gasto militar. Y también España, en mitad de una gran crisis que está llevando a tantos millones de españoles a la pobreza, debe aumentarlo sin rechistar.

Pero, al igual que los líderes rusos, tampoco el Gobierno chino se calla más: “El nuevo Concepto Estratégico afirma que otros países plantean desafíos y, sin embargo, es la Alianza la que va creando problemas en todo el mundo. Se autoproclama una organización defensiva que defiende el orden internacional basado en normas, pero ha pasado por alto al Consejo de Seguridad de la ONU y ha librado guerras contra estados soberanos”.

Y el portavoz de Exteriores Zhao Lijian lanzó desde Pekín un mensaje similar: El documento de la OTAN ignora los hechos, confunde el blanco con el negro y hace comentarios irresponsables sobre el desarrollo de la política de seguridad china; China está muy preocupada y se opone completamente; la OTAN mata civiles inocentes y tiene las manos manchadas de sangre; ¿Quién está desafiando la seguridad global y socavando la paz mundial?; ¿Hay alguna guerra o conflicto en estos años en los que la OTAN no haya estado involucrada?; China nunca ha iniciado una guerra ni invadido otros países, no interfiere en los asuntos internos de otros, ni exporta ideología, ni impone sanciones unilaterales.

Constantes físicas fundamentales, tremendos cataclismos cósmicos, grandes acontecimientos históricos catastróficos… todos ellos providenciales

El paulatino descubrimiento por la Física actual del increíblemente sorprendente ajuste fino de las llamadas constantes físicas fundamentales (existentes ya en el mismo Big Bang y que hicieron posible la existencia del Universo, la aparición de la Vida y la emergencia de la Conciencia), junto al también paulatino descubrimiento de muchos tremendos cataclismos cósmicos y terrestres posteriores (como los que hicieron posible la existencia de la Luna en la posición justa, la llamada gran Catástrofe u Holocausto del Oxígeno que se produjo con la acumulación masiva del “letal” oxígeno, o la hecatombe que produjo la desaparición de los dinosaurios), están provocando que un creciente número de científicos del máximo nivel se vayan decantando hacia aquellas hipótesis que tienen más o menos que ver con el llamado Principio Antrópico. Según este, el Universo parecería tener una finalidad u objetivo, a la vez que una especie de Élan vital (una fuerza o ímpetu de vida) lo estaría conduciendo inexorablemente hacia él.

Y luego están los acontecimientos históricos, con frecuencia también catastróficos, que parecen colaborar a que la humanidad continúe avanzando hacia esa Conciencia cada vez más plena. En el apartado titulado “Vasili Arkhipov, Stanislav Petrov… y la Providencia” del libro Los cinco principios superiores recordaba la historia de Vasili Arkhipov, el recto y cuerdo oficial de un submarino soviético que en el momento más crítico de la llamada Crisis de los misiles de Cuba, el 27 de octubre de 1962, bloqueó la orden de disparar los torpedos con cabezas nucleares:

“[…] es una historia maravillosa que recuerda los antiguos prodigios salvadores que encontramos en los relatos legendarios de los libros sagrados. Los submarinos soviéticos acababan de ser atacados por los destructores estadounidenses y la utilización de los torpedos con cabezas nucleares hubiese desatado la devastación total.

‘Un tipo de apellido Arkhipov salvó al mundo’, explicó Thomas Blanton, del Archivo de Seguridad Nacional de Washington, en una conferencia organizada por esta entidad en La Habana el 22 de octubre de 2002, con motivo del cuadragésimo aniversario de la crisis de los misiles. Ni los mismos protagonistas de aquellos acontecimientos eran conscientes de lo cerca que se había estado de la hecatombe. Noam Chomsky relataba todo esto (Hegemonía o supervivencia. El dominio mundial de EE.UU. Capítulo 4, ‘Tiempos peligrosos’) para referirse a otra locura que podría habernos llevado igualmente a un trágico final: el ataque a Irak por la Administración de George W. Bush. También podríamos recordar aquí lo que ya traté sobre el retraso en el proceso de control del neutrón y el estancamiento del proyecto nazi de bomba atómica. Proyecto que, en caso de haber sido ejecutado hasta el final, seguramente hubiese supuesto el apocalipsis para la humanidad.

Más recientemente, Noam Chomsky ha vuelto a insistir de manera enérgica e inequívoca en lo extremadamente peligrosa que es esta hora en la que la proliferación de armas nucleares y el deterioro medioambiental siguen su curso inexorablemente. Lo ha hecho en un artículo cuyo título ya es de por sí suficientemente explícito: ‘Perspectivas de supervivencia’. En él cita nada menos que al mando último del Comando Aéreo Estratégico estadounidense, el general Lee Butler, que llega a afirmar que si la humanidad no ha desaparecido ya en un holocausto nuclear posiblemente se deba, sobre todo, a la ‘intervención divina’:

Es difícil contradecir la conclusión del general Lee Butler, el mando último del Comando Aéreo Estratégico, cuando afirmaba que hasta ahora la humanidad ha sobrevivido a la era nuclear gracias a ‘una combinación de habilidad, suerte e intervención divina, y sospecho que sobre todo gracias a esto último’.”

Y es que, frente a semejantes absurdos delirios, siempre ha surgido providencialmente una fuerza telúrica o inteligente o espiritual que lo cambia todo. Ya sea una fuerza primitiva y brutal (como los gutis que acabaron con el prepotente y criminal Imperio acadio o los bárbaros que arrasaron la engreída, decadente y corrupta Roma) o ya sea una fuerza superior y liberadora (como la heroica resistencia de tantos pueblos a lo largo de la historia). Fuerzas que han provocado siempre el derrumbe del arrogante imperio de turno. En el libro citado también expliqué que la Biblia, en su sabiduría no científica, consideró que el emperador Ciro, más allá de su condición de conquistador, había sido un instrumento de la Providencia para el pueblo de Israel deportado a Babilonia. Y que, desde esa misma visión teológica, la aparición y consolidación de los BRICS podría ser vista igualmente ahora como un acontecimiento providencial:

“El pueblo de Israel y los autores bíblicos vieron como una intervención liberadora de Yahvé la emergencia del emperador Ciro, que conquistó Babilonia, permitió el retorno de la comunidad judía del destierro, y autorizó la construcción del Templo de Jerusalén. Y ello a pesar de que Ciro no era un mesías sino un conquistador. De modo semejante, los cristianos, utilizando esas antiguas categorías (las mismas con las que los esclavos afroamericanos, entre otros, expresaron también su dolorosa y admirable lucha), podríamos ver también en la actualidad la intervención de la Providencia en la emergencia de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), alianza que podría acabar para siempre con el proyecto de supremacía occidental expansionista y genocida. Todo el mundo ha oído en algún momento aquel principio fundamental de la física: la energía ni se crea ni se destruye sino que solo se transforma. Mahatma Gandhi lo traducía así para su vida y para su lucha no violenta: ‘He descubierto que la vida persiste en medio de la destrucción; por consiguiente debe haber una ley superior a la de la destrucción’.”

La confianza en Dios es un mensaje esencial en todos aquellos textos evangélicos (como el de Lucas 17, 26-30) en los que Jesús se refiere a los catastróficos acontecimientos finales que llegarán en medio de la inconsciencia generalizada de “las gentes”. De modo semejante, el mensaje final del libro del Apocalipsis, el que para los cristianos cierra otro ciclo, el ciclo bíblico, es un mensaje de esperanza.