En el día de la fecha, a 41 años del asesinato del Padre Carlos Mujica, Adolfo Pérez Esquivel fue recibido por el Papa Francisco en el Vaticano. Entre los temas hablados, el Premio Nobel de la Paz le expresó a su Santidad su alegría y apoyo por la beatificación de Monseñor Romero, mártir del El Salvador. Y por el papel clave que está cumpliendo en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos: “El Papa me dijo que la reunión que tuvo con Raúl Castro fue muy buena y creo que gracias a Francisco los acuerdos están en buen camino para un reconocimiento de igualdad que termine con el bloqueo”. Pérez Esquivel le entregó la sentencia que realizó el Tribunal Permanente de los Pueblos sobre el genocidio armenio, del cual formó parte como juez: “Francisco puede ayudar al entendimiento entre los pueblos para resolver sus conflictos, a desarmar las conciencias armadas”. En este sentido también le entregó documentos recientes sobre el genocidio latente en Rwanda y el Congo. Para finalizar, en el marco de la próxima encíclica ambiental, hablaron sobre Argentina y la situación preocupante de los pueblos originarios: “El Papa me expresó la necesidad de respetar y reconocer a los indígenas latinoamericanos como parte de los mejores custodios de la naturaleza, de la creación”.