«En Save The Children queremos complacer y superar vuestras expectativas» (web de Save The Children).
Cuando el orwelliano «Embajador de la Paz para Oriente Medio» Tony Blair fue nombrado en septiembre «Filántropo del Año» por la revista GQ, por «su incansable labor caritativa» (decidselo a los desmembrados, desposeídos y traumatizados de Irak y Afganistán) se produjo una incredulidad generalizada.
Aunque mirándolo bien, no ha sido un apoyo de peso, ya que viene de una publicación con, aparentemente, un fetichismo extraño por los calzoncillos de David Beckham y poco fundamento en la realidad.
El editor de la revista, alabando los «éxitos» de Blair, incluía surrealistamente «la conciliación de las tres religiones abrahámicas». Sobre calzoncillos puede saber, pero está claro que no ha oído hablar de Irak.
Los esfuerzos recientes de Blair incluyen, por unas supuestas 7.600.000 libras al año – que él niega – lo siguiente:
«Asesoramiento al presidente autocrático de Kazajstán, Nursultan Nazarbeyev, sobre cómo manejar su imagen pública después de que la policía mató a 15 manifestantes desarmados.» (1)
Blair amablemente también añadió 500 palabras para un discurso que Nazarbeyev hizo en Cambridge, Reino Unido, las cuales: «se utilizaron para retratar (al presidente) como un líder visionario que había mejorado el nivel de vida de su tierra». (2)
Al recibir el premio a la filantropía, Blair comentó: «Siento el pulso del progreso batiendo un poco más fuerte». Una variación de su frase pegajosa sobre Irlanda del Norte: «No es momento para sentencias, pero siento la mano de la historia en mi hombro».
El 19 de noviembre, sin embargo, el carnicero de Bagdad, autor del Dodgy Dossier, que impuso un embargo que condenó a muerte a una media de 6.000 niños cada mes según la ONU, fue galardonado con el Premio Legado Global de Save The Children en una gala benéfica en el hotel Plaza de Nueva York.
Increíblemente, según el portavoz de Save The Children, Blair fue elegido para el premio por su trabajo cuando era primer ministro, que incluyó la creación del Departamento para el Desarrollo Internacional. No importa que la entonces directora de este lamentable Departamento, Clare Short, dimitiera en el período previo a la invasión de 2003, diciendo que le sabía mal porque ella quería quedarse para ayudar a reconstruir Irak, no porque quisiera que se detuviera la destrucción. Irak, por supuesto, sin duda pagaría la factura al Reino Unido para la reconstrucción de las necesidades destruidas por las bombas del Reino Unido y Estados Unidos. Blair fue primer ministro (mayo 1997-junio 2007) y líder de la oposición (julio 1994-mayo 1997). En ambos roles apoyó enérgicamente el embargo de Irak y, por tanto, el silencioso infanticidio mensual. Madeleine Albright afirmó que para ella la muerte de recién nacidos y menores de cinco años de Irak eran:
«… Un precio que vale la pena.»
Después vino el Dodgy Dossier de 2003 de Downing Street, utilizado por Colin Powell en la ONU para la justificación de la invasión, y el subsiguiente posible millón y medio de muertos en un país donde cerca de la mitad de la población eran niños; el resto es historia holocaustal.
Entre la aceptación de Madeleine Albright (12 de mayo 1996) que «más de medio millón de niños habían muerto» y la ocupación del cargo de Blair, entre 1997 y la invasión, seis años más tarde, un promedio de cerca de un millón de niños murió (hagan las cuentas). Sin embargo, Save The Children -el compromiso de la cual «Ningún niño nacido para morir» se encuentra en la parte superior de cada página web de la ONG- honra a este tirano.
«Desde el principio de la humanidad, ha habido brutalidad, conflictos, intriga, la obsesión destructiva con un fanático interés propio», dijo Blair en la aceptación (3). Un lapsus freudiano o qué.
Elogió obsequiosamente a la USAID y a «los magníficos militares estadounidenses y británicos» con Save The Children y otras ONG por su trabajo en África (4).
La misma USAID que durante largas décadas ha hecho camino con la CIA en una oscura e impactante saga (5). Los mismos militares de Estados Unidos y el Reino Unido que han destruido Irak, han dejado cinco millones de huérfanos, un millón de viudas, una cifra superior al millón y medio de muertos (en curso), cinco millones de desplazados como resultado de sus mentiras, ahora se encuentran en África, dijo: «… creando centros de tratamiento, proporcionando incansablemente refugio, higiene y educación». Habían bombardeado haciendo volver a una era pre-industrial, en 2001 Afganistán, y en 2003 y 1991 a Irak. Miren a África.
Es de esperar que esta alabanza vergonzosa de un hombre que debería responder ante un Tribunal como el de Nuremberg y sobre el que la investigación Chilcot aún debe publicar sus hallazgos, no tenga nada que ver con el hecho de que el presidente ejecutivo de Save the Children, Justin Forsyth, fue en 2004: «… reclutado en el nº 10 (Downing Street) por Tony Blair …» y más tarde se convirtió en sucesor de Blair como «director de Comunicaciones Estratégicas y campañas de Gordon Brown … » (6)
Gordon Brown, por supuesto, antes de convertirse en primer ministro, a la salida de Blair, fue ministro de Hacienda, apoyó e hizo los cheques por las mentiras de Blair y la destrucción resultante de Irak.
Otro ejecutivo de Save The Children, el director de Finanzas Sam Aharpe: «trabajó durante casi 30 años en el programa de desarrollo del Gobierno del Reino Unido», incluyendo la etapa de Tony Blair, según su página web, mientras que Fergus Drake, director de Programas Globales desde 2009: «Antes de eso … trabajó para la Oficina de Tony Blair en Ruanda asesorando al presidente Kagame …»
Al día siguiente de la gala del Premio a Blair, Save The Children, con la UNICEF y otros organismos de ayuda, emitió un comunicado: «En el 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño – Intensificando los esfuerzos mundiales para promover los derechos de todos los niños «.
Los compromisos adquiridos fueron:
«… No sólo por algunos niños, sino por todos los niños … no sólo por avanzar en algunos de sus derechos, sino por todos sus derechos – incluyendo su derecho a sobrevivir y prosperar, crecer y aprender, porque sus voces sean escuchadas y atendidas, y a ser protegidos contra la discriminación y la violencia en todas sus manifestaciones «. (7)
La ironía, el descaro y la hipocresía carcomen sus corazones.
Por supuesto, ya que Gaza fue diezmada otra vez en julio y agosto, sin defensa, sin ejército, marina o fuerza aérea, lo que llevó a más de 2.000 muertos, incluyendo cerca de 500 niños, «el embajador de la Paz para Oriente Medio” dejó su lujosa casa de Jerusalén y dio dos meses antes una «fiesta sorpresa de cumpleaños» para su mujer en una de sus siete mansiones del Reino Unido, sin peligro, fuera de la línea de fuego – y no dijo nada sobre salvar a los niños, o de hecho cualquier otra persona. Posteriormente se ha mantenido en silencio sobre las 475.000 almas de Gaza que viven en condiciones de emergencia, las 17.200 casas destruidas y las 244 escuelas dañadas. (8)
Por cierto, si usted está considerando donar a Save the Children o comprar sus tarjetas de Navidad, dé generosamente. El Sr. Forsyth y sus colegas luchan con una cantidad de cerca de 160 mil libras al año, y el director se las arregla con 234 mil libras anuales (9).
Parece que salvando niños es un poco selectiva esta organización, que opera en «más de 120 países». Por ejemplo, en noviembre de 2003 informó a The Guardian que: «Las figuras prominentes de Save the Children en Estados Unidos … exigían la retirada de la crítica y un veto efectivo a las declaraciones futuras culpando a la invasión de la difícil situación de sufrimiento, desnutrición y escasez de suministros médicos a civiles iraquíes».
Avanzamos rápido hasta llegar a otro asesinato extrajudicial de los Estados Unidos del hombre que supuestamente era Osama bin Laden, en mayo de 2011 en Abbottabad, Pakistán. Save The Children: «había estado bajo sospecha de las autoridades desde que un médico acusado de ayudar a la CIA en su búsqueda del líder de al Qaeda afirmó que Save the Children le había presentado a los oficiales de inteligencia de los Estados Unidos». (11)
El Dr. Shakil Afridi, que actualmente cumple 33 años en prisión, fue: «acusado de realizar una falsa campaña de vacunación contra la hepatitis B en la zona de Abbottabad para intentar determinar la ubicación exacta de Bin Laden», a través de muestras de ADN que «debían ser probadas por la CIA para verificar coincidencias genéticas con Bin Laden».
Mientras que «Afridi nunca consiguió persuadir (a personas) para donar sangre, su colaboración con un servicio de inteligencia extranjero es considerado como un acto de traición a la patria por los organismos de seguridad de Pakistán».
Save The Children, que negó enfáticamente que diera trabajo o pagara al Dr. Afridi o incluso que tuviera un programa de vacunación en Abbottabad, fue expulsada sin embargo de Pakistán en septiembre de 2012.
A pesar de los desmentidos, correos electrónicos internos sobre la disputa obtenidos por el Centro para el Periodismo de Investigación en Pakistán (12), que se pueden leer en su totalidad (13), son interesantes.
Una iniciativa relativamente reciente de Save The Children ha sido nombrar a Samantha Cameron, esposa del actual primer ministro británico David Cameron, como su «embajadora» para Siria. Ya que la organización no puede trabajar en Siria, ella ha conseguido historias de «infancias inocentes rotas en pedazos» de los países vecinos. Por supuesto, Gran Bretaña bajo Cameron está armando y entrenando a los insurgentes sirios. (14) Cameron es un admirador de Blair y toma nota de sus consejos. «El embajador de la Paz» Blair consta como un entusiasta por otro derrocamiento ilegal en Siria, «sin arrepentimientos» por Irak.
Como la furia aumenta sobre el premio a Blair y la Navidad se acerca, Denis Halliday, ex coordinador de la ONU en Irak, que renunció por el embargo durante la administración de Blair afirmando que era «un genocidio» me recuerda la Navidad de 1998, cuando Blair se puso de pie ante su árbol de Navidad fuera del 10 de Downing Street y declaró que el Reino Unido y Estados Unidos volverían otra vez (ilegalmente por supuesto) a bombardear Irak.
Durante este bombardeo, el sucesor de Halliday, Hans von Sponeck, que también dimitió disgustado, dormía en el piso del edificio de la ONU en Bagdad, con su personal y las familias; el edificio estaba alejado de la ciudad y parecía más seguro para aquellos que debían ser rescatados.
Así como Save The Children elogia Blair y trompetea sobre los Derechos de la Infancia, quizás deberían reflexionar sobre el horror que han forjado. En Irak, uno de cada cuatro niños que ha sobrevivido tiene disminuciones en el desarrollo físico e intelectual debido a la desnutrición. Se estima que hay 35.000 muertes infantiles cada año y más de una cuarta parte de los niños iraquíes, tres millones, sufren trastorno de estrés postraumático. (War Child: «Misión incumplida», 2013)
Quizás una carta contenga la ira dirigida a Save The Children por su acción aberrante, anormal, con numerosas llamadas al boicot de la organización que resuenen en todo el mundo:
Estimada Save the Children,
Estoy indignado que «Save the Children» haya contribuido a la impunidad, al blanqueo y a la rehabilitación de uno de los peores criminales de guerra de nuestro tiempo, Tony Blair, otorgándole el premio Legado Global de Save the Children. Como primer ministro, el señor Blair fue advertido consistentemente y repetidamente por asesores jurídicos de FCO que invadir Irak constituiría un delito de agresión, que los jueces de Nuremberg llaman el «crimen internacional supremo» porque «contiene en sí el mal acumulado del todo». En el caso del señor Blair, el «mal acumulado» ahora incluye a cientos de miles de personas asesinadas, ciudades y pueblos reducidos a escombros y la destrucción de toda una sociedad.
Este premio es especialmente horrible viniendo de Save the Children, porque el señor Blair es legalmente culpable de la muerte de decenas de miles de niños asesinados en Irak, principalmente por los ataques aéreos de la coalición. El estudio epidemiológico más profundo de exceso de mortalidad en Irak como consecuencia de la invasión y ocupación militar hostil encuentra que los bombardeos aéreos estadounidenses y británicos fueron la primera causa de muerte violenta para los niños en Irak entre 2003 y 2006.
Estoy enviando este correo a unas mil personas, y espero que todos los que lo reciban tomarán nota de ello y, en el futuro, dirigirán sus esfuerzos para ayudar a los niños a … otras organizaciones que no son cómplices de blanquear el asesinato en masa de los niños de Irak.
Con todo el debido respeto (pero enormemente disminuido).
Nicolas J S Davies
Autor de «Sangre en nuestras manos: la invasión estadounidense y la destrucción de Irak.» (15)
Notas:
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http://www.theguardian.com/society/2003/nov/28/charities.usnews
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http://www.theguardian.com/uk/2012/sep/05/pakistan-voluntarysector
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http://www.amazon.com/Blood-Our-Hands-American-Destruction/dp/193484098X