Al escuchar la voz de Victoire Ingabire Umuhoza, registrada en Kigali, la capital de Ruanda, los pasados días 15 y 19 de junio de 2020, no podemos dejar de denunciar públicamente una situación tan injusta como la que está sufriendo esta mujer ruandesa, amiga de Mallorca, de entidades y de personas mallorquinas numerosas.
La gente isleña que la ha tratado de cerca –y no es poca–, sabe con certeza que se trata de una mujer ruandesa, con fuertes y muy profundas convicciones democráticas. ¡Dispuesta a dar su propia vida por su país amado!
Lo saben miembros de asociaciones mallorquinas como Fundación S’Olivar, con Joan Carrero y Susana Volosin al frente. Derechos Humanos de Mallorca, con Bernat Vicens de presidente. Amigos del Seminario de Mallorca, con Joan Barceló y Joan Bonet presidiendo. Jubilados por Mallorca, con Sili Arguimbau, Jaume Bonet, Jaume Vicens. Fondo Mallorquín de Solidaridad y Cooperación. La eurodiputada valldemossina Rosa Estarás (1), (2), (3), (4) y su secretario Luis Pomar. El ex senador de Montuïri Pere Sampol. La consejera de Asuntos Sociales y Deportes Fina Santiago. El ex diputado y consejero Josep Ramon Balanzat. La presidenta del Consell de Mallorca y actual presidenta del Gobierno de las Islas Baleares Francina Armengol. Los consejeros de Mallorca Miquel Ensenyat o Jesús Jurado. La ex alcaldesa de Palma y actual delegada del Gobierno en las Islas Baleares Aina Calvo. Los periodistas Xisco Busquets, Sebastià Amengual o Jaume Perelló. Activistas como Maribel Gomariz, Manuela Martín, Manel Gomariz, Aina Calafat, Sonia Galquin, Mónica García, Carlos Moragues, Luis Isasi, etc.
Y tantas y tantas otras personas que, en una u otra visita de Ingabire a Mallorca, han tenido la oportunidad de acompañarla y seguir de cerca la trayectoria política, pacifista, reconciliadora, impulsora del diálogo inter- ruandés y defensora del papel de la mujer dentro de las sociedades democráticas.
El año pasado, día 5 de diciembre de 2019, una nutrida representación mallorquina acude al Instituto Cervantes de Madrid donde la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), otorga a «La Mandela ruandesa» el Premio Internacional de Derechos Humanos 2019. Reconocen públicamente la gran labor desplegada por Victoire Ingabire Umuhoza en defensa y promoción de los derechos humanos, por sus muestras de compromiso y dedicación.
Le otorgan este galardón –en un acto al que ella no puede asistir– por su trayectoria larga y extensa, desde que nace en Ruanda en 1968. Posteriormente estudia Economía, Derecho Comercial y Contable, Economía Empresarial y Gestión de Empresas, alcanzando un estatus social de alto nivel ejecutivo en Holanda. Madre de tres hijos, lidera el partido (FDU-Inkingi) Fuerzas Democráticas Unificadas, de oposición al régimen dictatorial del general Paul Kagame. No puede volver a Ruanda por la violencia imperante en la región de los Grandes Lagos Africanos, y permanece exiliada en los Países Bajos desde 1994 hasta 2010. Habla cuatro idiomas (kinyarwanda, francés, inglés y holandés)…
Como recuerdan en el acto de entrega del Premio, su coraje y sus inquietudes la llevan a crear organizaciones diversas de promoción de los derechos humanos y de la mujer, impulsando iniciativas diversas de la sociedad civil en los Países Bajos, con el objetivo de dar apoyo moral, jurídico y material a personas exiliadas procedentes de la región de los Grandes Lagos y de crear espacios de convivencia y relación a través del deporte y la cultura (CODAC ONG).
Reúne a mujeres ruandesas que viven en los Países Bajos y las ayuda a integrarse en su entorno nuevo, ocupándose del cuidado de huérfanos y de los trámites de asilo (URAHO ONG). Lucha por la justicia de todas las víctimas de la tragedia ruandesa (PROJUSTITIA FUNDACIÓN RWANDA). Impulsa una plataforma de asociaciones de mujeres africanas comprometidas en la promoción y el desarrollo en los Países Bajos (HARAMBE). Forma parte del consejo de ZWALU, una plataforma de asociaciones de mujeres africanas que luchan por su emancipación.
Muchísimas otras actuaciones también llevan su marca. Es el caso de la Conferencia de Amsterdam (2004) que aglutina a todas las organizaciones políticas y todas las estructuras representativas de la sociedad civil en la región africana de los Grandes Lagos.
En 2005 promueve una serie de reuniones entre organizaciones de la sociedad civil ruandesa y organizaciones opositoras, para diseñar un frente común contra Paul Kagame, el presidente ruandés acusado de crímenes contra la humanidad.
Desde sus inicios permanece comprometida con el Diálogo Inter-Ruandés (DIR) que celebra una decena de ediciones en Barcelona (2008), Palma (2009), Amsterdam, Washington, Kinshasa, etc. Reivindicando el papel de la mujer en los procesos de paz y reconciliación encaminados a curar las secuelas de los genocidios de Ruanda.
La Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) cree que Ingabire se merece un reconocimiento público internacional, con la convicción de que este premio ha de contribuir a homenajear su lucha, a perseverar en su causa, a proteger su integridad y a fortalecer su alianza.
Visibilizar este caso concreto abre nuevas posibilidades de reconciliación y de reconstrucción en paz de una nueva Ruanda, que puede convertirse en ejemplo relevante para otros procesos de paz abiertos en el planeta.
También, debe dar esperanzas a tantos colectivos ruandeses que continúan viviendo exiliados en Europa y América.
Nosotros, desde Mallorca, queremos tener bien presente y no olvidar nunca que esta mujer ruandesa, economista, casada y con tres hijos, exiliada junto con su familia desde 1994 hasta 2010 en los Países Baisos, en varias ocasiones ha visitado Mallorca, desde Holanda.
Muchos mallorquines somos testigos directos que ella, es precisamente en 2009 cuando se encuentra en Mallorca, comunica su decisión de abandonar su exilio dorado en los Países Bajos, lugar de residencia y de estudios con su familia.
Entonces considera que el régimen dictatorial presidido por el general Paul Kagame no sólo no permanece al servicio de la población ruandesa, sino que se aprovecha del cargo que ostenta para sembrar división, odio e intimidación contra cualquier persona o grupo político que pretenda mostrarse crítico.
A la pregunta que le formula el periodista mallorquín Xisco Busquets sobre «qué hará si gana las elecciones», la respuesta no puede ser más contundente: «Organizar un diálogo entre todos los actores políticos, sociedad civil e iglesias, para garantizar la seguridad de hutus, tutsis y twas».
Sus amistades mallorquinas también somos testigos que ella, consciente de las malas consecuencias que le comportará, tras reflexionarlo y compartirlo en la Roqueta, concretamente en Estellencs, como señala acertadamente el activo impulsor de causas justas Manel Gomariz, vuelve y se hace presente en su país de África el 16 de enero de 2010, con el fin de participar directamente en el proceso electoral de ese año, presentándose como candidata de su formación política a la Presidencia de la República de Ruanda.
Evidentemente, no sólo le impiden participar, sino que la detienen, la encarcelan, la juzgan y la condenan como terrorista. Se pasa ocho años en la prisión central de Kigali, «La 1930»: de 2010 a 2018. En condiciones físicas, materiales y morales tan lamentables, como algunos mallorquines conocemos de cerca, por haber vivido y trabajado durante algún tiempo en aquella región de África Central.
El gobierno de Kigali la acusa de traición y negación del genocidio y es condenada a 15 años de prisión, tras un juicio sin garantías, criticado y denunciado por Human Rights y la Comisión Europea.
La Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, el mes de noviembre de 2017 reconoce que el encarcelamiento de Victoire Ingabire ha sido injusto. Y exige al gobierno ruandés que la libere y le repare los daños causados, en su persona, en el plazo de 6 meses desde la fecha del juicio.
El presidente la indulta el mes de septiembre de 2018, pero no adopta ninguna medida de reparación. Obtiene el perdón del general Kagame, pero, desde que es liberada, se intensifica la represión gubernamental contra sus partidarios. Ella habla de una guerra de nervios, de desgaste, lanzada por el régimen contra su partido político.
Durante los primeros años de reclusión en Kigali, Ingabire escribe un libro de 300 páginas, con el título «Ruanda, entre las cuatro paredes de la 1930». En él explica su regreso a Ruanda, el juicio, su encarcelamiento, su pensamiento, sus convicciones, todo cuanto le pasa desde el año 2010 hasta el 2013.
Un libro que escribe en «La 1930», el nombre que recibe la prisión central de Kigali, la capital de Ruanda, construida por los belgas en 1930. Consigue sacarlo fuera de la prisión de una manera tan secreta como misteriosa, con tantas medidas de seguridad y vigilancia como hay.
En la prisión, a Victoire Ingabire, conocida como la «Mandela ruandesa», no le es permitido concurrir a los comicios presidenciales como tampoco lo puede hacer ningún otro partido opositor. El presidente actual cumple su quinto mandato y modifica la Constitución para perpetuarse en el poder hasta el año 2032. Con la anuencia cómplice de los estados más poderosos del planeta!
Al cabo de ocho años de permanecer en prisión ruandesa, las fuertes presiones internacionales consiguen ponerla en libertad. Hasta cierto punto. Porque debe permanecer y continúa permaneciendo aún ahora en arresto domiciliario, vigilada en su casa las veinticuatro horas del día, y sin poder salir del país.
Muchos miembros de su formación política son arrestados, golpeados, torturados, encarcelados o desaparecen para siempre los años 2015, 2016, 2018 y sobre todo en 2019 y 2020.
Las declaraciones presidenciales no pueden ser más explícitas: «Aumentaremos el precio que debe pagar quien quiera desestabilizar nuestro país –manifiesta Kagame– y será puesto de nuevo en su sitio si continúa haciéndome oposición».
En este contexto entran en juego campañas que llaman al odio y al asesinato de Victoire Ingabire Umuhoza. Ciertamente, desde su regreso a Ruanda ha sido repetidamente demonizada por el régimen en el poder, pero estas duras campañas de violencia verbal por parte del presidente se intensifican mucho más estos últimos tiempos.
Harta de todo esto, y temiendo por su propia vida, decide contar su historia.
Al escucharla, nos damos cuenta que este último año 2019-2020 se han incrementado las hostilidades por parte del régimen. Hasta el punto de que ella se ve empujada a pronunciarse decididamente y a denunciarlo públicamente.
Publica una carta, «Una vida al servicio de mi país», y difunde sus opiniones en las redes de intercomunicación social.
Por este motivo, desde el blog SABAL – Secularizados Asociados de Baleares, con el apoyo y la colaboración de miembros de la asociación cultural Amigos del Seminario de Mallorca, Jubilados por Mallorca, otras entidades y personas a título individual, QUEREMOS DIRIGIR UN ESCRITO AL OBISPO DE MALLORCA, MONSEÑOR SEBASTIÀ TALTAVULL I ANGLADA, PARA PEDIR-LE QUE PROPONGA AL PAPA FRANCISCO HACER UNA INTERVENCIÓN SINGULAR A FAVOR DE LA LÍDER RUANDESA DEMOCRÁTICA VICTOIRE INGABIRE UMUHOZA.
Desde Mallorca, consideramos que a estas alturas y en estos momentos del año 2020 es preciso y se hace urgente que, antes que no le suceda nada de indeseable, el papa Francisco pida públicamente o en la forma que considere más efectiva, la liberación inmediata de la ruandesa Victoire Ingabire Umuhoza. De modo que pueda retornar libremente a Europa y permanecer junto a su familia, después de tantos años de vivir alejada.
No podemos olvidar que tres años atrás, el día 20 de marzo de 2017, el papa Francisco mantiene una entrevista con el presidente de Ruanda Paul Kagame, acompañado de su esposa, durante unos veinte minutos en el Vaticano.
En el mejor de los casos, y visto desde una cierta perspectiva esperanzadora, se puede ver un gesto diplomático que, por las declaraciones públicas del papa y sus acciones anteriores y posteriores, se hace patente el papel primordial que desempeña como actor de primera línea en la búsqueda de soluciones para la situación problemática que vive y sufre la región centro-africana de los Grandes Lagos.
El mismo lugar donde misioneras y misioneros mallorquines católicos realizan durante años muchos esfuerzos individuales y colectivos, dedicando buena parte de sus vidas. Tanto en Ruanda como en Burundi.
Los datos de que disponemos sobre la situación actual de Victoire Ingabire Umuhoza, no los vemos nada favorables para ella en Ruanda. En dos ocasiones anteriores ha pedido poder viajar a Europa. Ambas veces se lo han negado las autoridades ruandesas.
A ver si, con este posible y muy deseado apoyo institucional eclesiástico, al nivel más alto, esta mujer luchadora democrática puede salir con éxito de una situación tan peligrosa para su vida como la que está sufriendo actualmente.
Fuente: SABAL