El domingo 22 de noviembre de 2020 se han cumplido 12 meses desde que médicos de todo el mundo escribieron al secretario del Interior del Reino Unido, Priti Patel, pidiendo el fin inmediato de la tortura y la desatención médica de Julian Assange.
Desde entonces, Doctors for Assange ha advertido en repetidas ocasiones que el abuso documentado de los derechos humanos del Sr. Assange, incluida su detención en la prisión londinense de Belmarsh, es perjudicial para su salud y supervivencia. Nuestras advertencias han tomado la forma de cartas a los gobiernos, difusión en los medios de comunicación, declaraciones públicas y entrevistas, y dos llamamientos en la principal revista médica, The Lancet. Han sido ampliamente referenciadas en los medios, por abogados y por políticos de conciencia.
Ahora, un año despues, la tortura y la desatención médica del Sr. Assange no sólo continúa sin disminuir, sino que se ha intensificado. Sigue siendo arbitrariamente privado de su libertad en la prisión de Belmarsh, según lo determinado por el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria, encarcelado por la actividad periodística que era legal cuando y donde ocurrió, y sigue siéndolo. El relator especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura ha determinado que corre el riesgo de morir y que es víctima de tortura psicológica.
El Ministerio del Interior de Priti Patel no ha respondido directamente a nuestra carta, sino que emitió una declaración a los medios de comunicación, informando el 25 de noviembre de 2019:
«Las alegaciones de que el Sr. Assange ha sido sometido a tortura son infundadas y totalmente falsas. El Reino Unido se ha comprometido a defender el estado de derecho y garantizar que nadie está nunca por encima de él».
Para que quede claro, cuando Doctors for Assange escribió al ministro del Interior, el Sr. Assange había sido evaluado como víctima de una tortura psicológica pasada y continua. No era simplemente el caso de que habia sido sometido a la tortura, sino que estaba siendo sometido a la tortura en curso, que continúa hasta hoy.
El Sr. Assange está detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh por el gobierno del Reino Unido en respuesta a una solicitud de extradición del gobierno de los Estados Unidos basada en cargos políticos controvertidos y sin precedentes, en represalia por el periodismo de interés público premiado. Claramente, Julian Assange es un prisionero político de la «relación especial» entre el Reino Unido y Estados Unidos.
Y sin embargo, ninguna de las condiciones médicas y psicológicas detalladas en nuestra primera carta al gobierno del Reino Unido han sido tratadas o abordadas adecuadamente. Tampoco el gobierno australiano ha intervenido en nombre de su ciudadano a pesar de nuestros y otros llamamientos para que lo haga.
El Sr. Assange no solo permanece en confinamiento solitario, recientemente aumentado de 23 a 24 horas al día, sino que se encuentra en alto riesgo médico de Covid-19 dada una condición pulmonar crónica y probable inmunosupresión debido a la prolongada tortura psicológica. Cumple los criterios acordados internacionalmente para la liberación de prisioneros vulnerables a causa de la Covid-19. Sin embargo, la libertad bajo fianza de emergencia se ha denegado, y los presos positivos de Covid-19 se alojan en el ala de la prisión de Julian Assange a partir de noviembre de 2020. Su madre y su mujer, comprensiblemente han expresado sus temores por su vida.
Doctors for Assange comparte esos temores, por múltiples razones médicas, cuando se cumple un año desde nuestra primera carta con la renovación de nuestro llamamiento para que Julian Assange sea liberado de la cárcel, de inmediato.
Daño médico y psicológico previsible
Dada su continua tortura y negligencia médica, no es sorprendente que el tribunal de la audiencia de extradición de Julian Assange en el Old Bailey en septiembre de 2020 escuchara pruebas de un grave sufrimiento psicológico y médico, con un alto riesgo de suicidio. De hecho, los expertos médicos declararon que el Sr. Assange sufre muchos de los síntomas médicos, psicológicos y cognitivos sobre los que Médicos por Assange ha advertido durante los últimos 12 meses.
A la luz de los continuos abusos de los derechos humanos del Sr. Assange a la salud, a pesar de nuestras advertencias, era previsible que el tribunal oyera en septiembre de 2020 que Julian Assange sufre de depresión grave, traumatismos, riesgo de suicidio y deficiencias cognitivas que afectan a la concentración, la memoria y el habla.
En una carta abierta al gobierno australiano, ampliamente difundida en diciembre de 2019, Doctors for Assange escribió que el tratamiento de Julian Assange por parte de los gobiernos, el poder judicial y las autoridades penitenciarias (arbitrariedad, miedo constante, amenaza y trauma, y aislamiento prolongado):
– Se puede esperar que cause «extrema impotencia, desesperanza, desestabilización y desesperación, todos correlacionados con el suicidio».
– Es tal que «la voluntad de vivir en sí misma puede ser fatalmente socavada».
– «Puede causar un grave deterioro cognitivo, incluyendo déficits de memoria, atención y concentración», afectando a «la capacidad de una persona para razonar, pensar y hablar».
Riesgo de sufrir daños
El tribunal también ha oído que el Sr. Assange sufre de psicosis en forma de alucinaciones. Esta es una causa de grave preocupación. También debe preocupar a los individuos o las autoridades que tengan con el Sr. Assange un deber de cuidado, que las condiciones de su detención son conocidos precipitantes de la psicosis. Los miembros de Doctors for Assange han advertido en declaraciones públicas y entrevistas que el aislamiento prolongado, como el que se ha impuesto al Sr. Assange, puede causar alucinaciones y psicosis en personas vulnerables.
El tribunal ha oído además que el Sr. Assange es vulnerable no sólo a las alucinaciones y al Covid-19, sino también a la depresión y al suicidio. Los expertos testificaron que Julian Assange sufre de una historia de depresion y alucinaciones, hay una historia familiar de suicidio, y tiene un diagnostico de Trastorno del Espectro de Autismo (TEA), especificamente el Sindrome de Asperger. Los expertos explicaron al Tribunal que el diagnostico de ASD del Sr. Assange estadisticamente lo coloca en un riesgo nueve veces mas elevado de pensamiento suicida.
Vulnerable al suicidio
Sobre la base de las pruebas médicas, Doctors for Assange coincide con los testigos expertos en que es probable que Julian Assange sucumba a los impulsos suicidas si la extradición a los Estados Unidos es inminente. Sin embargo, esto no significa que las condiciones actuales de la detención del Sr. Assange, que constituyen una «privación arbitraria de libertad» según el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria, no supongan ya un riesgo sustancial.
Doctors for Assange desea agregar que la vulnerabilidad de Julian Assange al suicidio se ve exacerbada por la negligencia médica que hemos documentado y denunciado repetidamente. Se sabe que las enfermedades fisicas aumentan el riesgo de suicidio, en particular cuando se producen simultaneamente multiples dolencias fisicas. Prolongar el descuido médico de Julian Assange manteniéndolo en la prisión de Belmarsh, en lugar de liberarlo para que reciba la atención médica adecuada, constituye un riesgo adicional para su salud psicológica y mental, con consecuencias potencialmente fatales.
Vulnerable a los daños físicos
Doctors for Assange emitió una declaración en marzo de 2020 detallando las vulnerabilidades médicas del Sr. Assange a la Covid-19.
El Old Bailey oyó, además, que Julian Assange se rompió una costilla mientras se ataba un cordón del zapato, y que sufre de osteoporosis. Doctors for Assange han advertido anteriormente que Julian Assange probablemente sufriría problemas óseos como resultado de haberse visto obligado a solicitar asilo en la Embajada de Ecuador y de haber vivido durante muchos años sin luz solar, sin ejercicio adecuado y sin la atención médica apropiada.
Deber de cuidado
Dadas estas múltiples vulnerabilidades, las autoridades y los gobiernos responsables del bienestar de Julian Assange tienen el deber y la responsabilidad de prevenir acciones que puedan causar más daño a su salud física y psicológica. Doctors for Assange señala que un testigo de la fiscalía argumentó que, como los médicos tratantes no recomendaban el tratamiento hospitalario, los síntomas de Julian Assange no podían ser graves. Para ser claros, las pruebas disponibles públicamente indican que precisamente se hicieron esas recomendaciones, por ejemplo, en septiembre de 2015, enero de 2018 y junio de 2018. De hecho, esto fue documentado en nuestra carta al gobierno del Reino Unido en noviembre de 2019 y es una de las razones por las que nuestras cartas en The Lancet se refirieron a la tortura y la desatención médica de Julian Assange, los instrumentos del abuso y el sufrimiento del Sr. Assange y en los que los funcionarios son cómplices.
Nuestras recomendaciones médicas
A la luz de las pruebas médicas y del creciente registro público de la tortura psicológica y la negligencia médica sufrida por Julian Assange, incumbe a las autoridades gubernamentales del Reino Unido, incluidas las directamente responsables de la atención médica del Sr. Assange, abstenerse de ponerlo en mayor riesgo médico en una prisión de máxima seguridad, por tratarse de una persona no violenta en prisión preventiva, no acusada de nada en virtud de la legislación del Reino Unido y detenida únicamente por delitos políticos controvertidos en virtud de la arcaica y draconiana ley estadounidense, la Ley de Espionaje de 1917.
En consecuencia, Doctors for Assange se une a las principales organizaciones de derechos humanos y libertad de prensa del mundo para pedir la libertad de Julian Assange del encarcelamiento y la extradición por la actividad editorial. Como mínimo, Julian Assange debe ser puesto urgentemente en libertad domiciliaria por razones médicas, de conformidad con su derecho humano a la vida y a la salud, y con arreglo a la obligación médica inviolable de no hacer daño.
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Fuente: Doctors for Assange