Israel está cometiendo un genocidio contra los palestinos de barrio en barrio, de hospital en hospital, de escuela en escuela, de campo de refugiados en campo de refugiados, de «zona segura» en «zona segura».
– Francesca Albanese, Relatora Especial de la ONU Territorios Palestinos,
10 de agosto de 2024
Cabría esperar que las organizaciones de derechos humanos entraran en acción durante un genocidio inminente o en desarrollo, la violación definitiva de los derechos humanos. Tal vez las acciones de las ONG de derechos humanos deberían ser proporcionales al nivel de los crímenes que les conciernen. Así, cuantos más asesinatos, torturas, encarcelamientos arbitrarios, bombardeos…, etc., sean manifiestamente evidentes, más acción cabría esperar. Entonces, ¿cuál es la actuación de algunas de las principales organizaciones de derechos humanos ante el genocidio de Gaza? A continuación analizamos los comunicados de prensa y las acciones anunciadas por Amnistía Internacional[1].
¿Se sincerarán?
Lo primero es lo primero. Para evaluar la credibilidad de cualquier organización, hay que conocer su relación con Israel y Estados Unidos, ambos participantes en el genocidio que se está desarrollando. En este sentido, Amnistía Internacional nunca ha aclarado su relación con el gobierno israelí. Uri Blau, periodista de investigación de Haaretz, reveló recientemente que Amnistía Internacional-Israel estaba controlada y dirigida por agentes israelíes pagados por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Se inmiscuían en la información sobre la situación en los territorios ocupados, participaban en conferencias e incluso crearon un instituto de «derechos humanos» en la universidad de Tel Aviv. Fue una bonita forma de cooptar la industria de los derechos humanos. El director que dirigía AI-Israel concedió incluso una entrevista en la que presumía de sus hazañas.
¿Y tuvo AI-Israel algo que ver con la edición de algún informe de Amnistía sobre la situación en los territorios ocupados o sus numerosas guerras en la región? Algunos abogados palestinos declararon haber tenido encuentros problemáticos con funcionarios de AI-Israel, hasta el punto de negarse a tratar con ella a partir de entonces. Cabe imaginar perfectamente que los funcionarios de AI-Israel denuncien a los palestinos que se ponen en contacto con ellos. Entonces, ¿hasta qué punto es ético que Amnistía Internacional exponga a un peligro inminente a los palestinos que se ponen en contacto con AI-Israel? ¿Cuándo reconocerá Amnistía Internacional esta sucia relación y se asegurará de mantener la distancia necesaria con el gobierno israelí en el futuro?
El genocidio será televisado
A continuación, hay que establecer si lo que presenciamos equivale a un genocidio. Craig Mokhiber, antiguo funcionario de la ONU en el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, dimitió porque su agencia no estaba reaccionando ante la situación que se estaba desarrollando en Gaza, y declaró en su carta de dimisión: «esto es un caso de genocidio de manual». Nota: la carta se presentó el 28 de octubre de 2023. Mokhiber afirmó que suele ser difícil determinar si se está produciendo un genocidio porque no se conoce la motivación de los principales dirigentes militares y políticos[3].
En el contexto actual, no hay duda sobre la motivación; sólo hay que escuchar a Netanyahu, Gallant, Ganz, Smotrich, Ben Gvir… Y también a la mayoría de los parlamentarios – hicieron declaraciones genocidas en la Knesset; competían entre ellos para ver quién era más truculento.
La declaración de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el caso presentado ante el tribunal por Sudáfrica también sugiere que estamos asistiendo a un genocidio; al menos la mayoría de los jueces instaron a Israel a actuar para prevenir un genocidio.
Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo y, en particular, los campos de refugiados presentan una elevada densidad de población. El ejército israelí está bombardeando estos lugares con enormes bombas lanzadas recientemente por más de 500 aviones de carga militares estadounidenses[4].
No hay duda de ello, incluso se puede presenciar el bombardeo en tiempo real en Al Jazeera. Se ordena a los civiles que evacúen las zonas sólo para ser bombardeados en lugares que habían sido putativamente denominados «zonas seguras», hospitales, escuelas, recintos de la ONU, etc. Se atacó a los civiles que huían; se destruyeron todas las panaderías; se destruyeron cientos de pozos; se asolaron decenas de granjas de pollos; se aniquiló a familias enteras… Por lo tanto, no es sólo el nivel de asesinatos, sino también la destrucción de infraestructuras vitales lo que está ocurriendo ahora. El armamento es muy preciso, por lo que los objetivos se eligieron intencionadamente; por tanto, no se trata de «daños colaterales», sino de objetivos intencionados e indiscriminados. Un principio del Derecho Internacional Humanitario es que las acciones deben ser proporcionadas, pero los militares y políticos israelíes se deleitan con el carácter desproporcionado de la destrucción; es la doctrina Dahiya aplicada a Gaza[5]. Esta doctrina hace referencia a la violencia desproporcionada perpetrada contra la población libanesa en el barrio de Dahiya, en Beirut, en 2006; el barrio fue arrasado en su totalidad con enormes bombas. Alastair Crooke, ex diplomático británico, resume sucintamente la situación: «Gaza ya es un monumento a la cruel inhumanidad y al sufrimiento. Empeorará…»[6].
En estas circunstancias, cabría esperar que todas las organizaciones de derechos humanos entraran en acción y exigieran acciones judiciales, resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, peticiones para que funcionarios clave rindieran cuentas por crímenes contra la humanidad, y que Estados Unidos, Reino Unido, Alemania… y otros países dejaran de permitir las acciones genocidas de Israel.
Naturaleza de la cobertura
Al revisar los comunicados de prensa de AI, saltan a la vista varias cosas: sorprende la escasez de cobertura, la forma trillada y genérica de las declaraciones, la falta de voluntad para señalar la naturaleza de algunos crímenes y la falta de voluntad para desacreditar parte de la burda propaganda israelí destinada a deshumanizar aún más a los palestinos y a justificar los crímenes de Israel.
Desde el 7 de octubre de 2023, sólo ha habido 60 comunicados de prensa, ninguno con sustancia. Uno se sorprende también de que haya una serie de comunicados de prensa sobre Israel/Territorios Palestinos que no mencionan en absoluto el genocidio en curso[8]. O el comentario forma parte de un debate sobre los derechos humanos en general.
Ahistórico
Gaza ha sido objeto de numerosas masacres, algunas de las cuales ni siquiera aparecen en los medios de comunicación occidentales. Hubo varios de los ataques posteriores a 2006 (también conocidos como operaciones de «cortar el césped») a los que se suele hacer referencia por los nombres de las operaciones azucaradas israelíes. Después de cada una de esas operaciones, AI elaboraba obedientemente sus trillados informes, pero se mostraba más bien circunspecta a la hora de denunciar los crímenes israelíes; y siempre que emitía una declaración sobre un crimen concreto, era inmediatamente contrarrestada por referencias a crímenes palestinos.
Un buen punto de partida histórico para evaluar las actuales violaciones del derecho internacional humanitario sería el informe Goldstone (2008), que documentó y estableció graves crímenes israelíes durante la «Operación Plomo Fundido»[9]. Por desgracia, sorprende el carácter ahistórico de los comunicados de prensa e informes de AI. Es como si la historia empezara ayer, pero ésta es la naturaleza de los «informes basados en los derechos», en los que prácticamente no se hace referencia a la historia. Cuando a Amnistía le conviene, ignora la historia[10]. ¿Acaso la valoración de un delincuente se vería alterada por el hecho de que fuera un delincuente en serie? Si es así, a Amnistía Internacional le corresponde hacer hincapié en el largo historial de crímenes masivos cometidos por Israel contra la población palestina. Pero reconocer la larga historia de desposesión y brutalidad contra la población autóctona sugeriría que «nosotros» deberíamos ser solidarios con los palestinos. Por desgracia, Amnistía no está dispuesta a adoptar esta postura. Prefiere emitir sus cacareos y amonestar a «ambas partes» como si existiera una equivalencia moral entre la violencia perpetrada por opresores y oprimidos.
Falso equilibrio
Amnistía quiere parecer imparcial, y clama tanto por los derechos palestinos como por los israelíes. Así, AI publicará un informe en el que se esbozan algunos de los crímenes israelíes, pero a continuación publicará otro sobre los «crímenes de guerra palestinos». En general, según AI, la mayoría de las acciones perpetradas por los palestinos son crímenes de guerra ipso facto; no hay necesidad de más investigación o debate. Un ejemplo vergonzoso es un artículo sobre los crímenes de guerra palestinos publicado el 12 de julio de 2024. Así, tras más de nueve meses de bombardeos, quizá más de 186.000 muertos[11], hambre calculada, ejecuciones sumarias y pruebas de maltrato rampante a los prisioneros palestinos… ¡Amnistía optó por exigir la liberación de los rehenes israelíes! Según Erika Guevara Rosas, «Directora Principal de Investigación, Incidencia, Política y Campañas» de AI, la retención de rehenes civiles israelíes es un crimen de guerra[12]. En este relato se pierde la explicación de por qué se retiene a los rehenes: son el único medio para obtener la liberación de algunos de los miles de presos palestinos. Y fiel a su estilo, unos días más tarde AI publicó un extenso comunicado de prensa en el que criticaba el trato brutal que da Israel a los prisioneros. Elaborar informes críticos con «ambas partes» son intentos de pretender imparcialidad.
Amnistía ignora la resolución de la AGNU de 1960 que reconoce el derecho de una población oprimida/colonizada a defenderse, lo que incluye la lucha armada, y que Israel tiene la obligación de proteger a la población oprimida. La naturaleza de la violencia sugiere que no es posible asumir una posición «neutral». Por tanto, la tendencia de Amnistía a amonestar a «ambas partes» es éticamente sospechosa.
No contrarrestar la propaganda israelí
Una función útil que podría desempeñar AI sería desacreditar la propaganda israelí destinada a deshumanizar a los palestinos para servir de pretexto a su campaña genocida. Al día siguiente de la incursión palestina, la maquinaria propagandística israelí estaba preparada para difundir historias sobre violaciones, bebés cocinados en hornos microondas, asesinatos brutales, etcétera. Sin embargo, Amnistía no ha rebatido estas historias inventadas; de hecho, ha ayudado a propagar la narrativa israelí. Por ejemplo, se ha referido repetidamente al ataque del 7 de octubre como «horrible», un término utilizado casi exclusivamente para describir acciones palestinas. No tiene en cuenta el hecho de que fueron los militares israelíes quienes mataron a más de la mitad de los civiles israelíes ese día[13].
No hubo bebés cocinados hasta la muerte ni empalados en bayonetas. Por desgracia, incluso con una pomposa «Unidad de Investigación de Pruebas», Amnistía no parece preocuparse por separar los hechos de la calumnia odiosa. Si con estas últimas se pretende deshumanizar a los palestinos, desenmascarar esta propaganda contribuiría en cierta medida a humanizar a la víctima. Parece que eso no es competencia de Amnistía.
En el comunicado de prensa en el que exigía la liberación de los rehenes israelíes, Erika Guevara Rosas afirmaba: «El brutal ataque de Israel contra Gaza que ha provocado la muerte de más de 38.000 palestinos». Esto es factualmente correcto, pero contextualmente cuestionable. Guevara utiliza las cifras del Ministerio de Sanidad palestino, que se basan en la recuperación real de cadáveres; no incluye a todas las víctimas bajo los escombros. El estudio de The Lancet estima que alrededor del 8% de la población de Gaza ha muerto, es decir, unos 186.000 muertos. Además, las muertes atribuibles a epidemias, inanición, etc., tampoco aparecen en las estadísticas del Ministerio de Sanidad. La Escuela de Higiene de Londres y la Universidad Johns Hopkins han intentado calcular esta tasa de mortalidad[14]. Sus estimaciones y metodología son complejas, y es mejor leerlas directamente de sus informes. Baste decir que la tasa de mortalidad ha aumentado drásticamente.
Quizá convendría una explicación más clara de las estadísticas disponibles.
¡Investiguemos!
Hay muchos ataques criminales diarios, pero sólo en los especialmente escandalosos AI se siente obligada a hacer algún comentario. El descubrimiento de enterramientos masivos cerca de hospitales recientemente invadidos por el ejército israelí suscitó algunos comentarios[15]. En lugar de señalar con el dedo a Israel y sugerir que se han perpetrado graves crímenes, AI pide una «investigación independiente». Si los santurrones investigadores de AI pudieran entrar en escena, se podría establecer lo que realmente ocurrió. La otra implicación de la petición de investigación de AI es que no valora la voz de las víctimas de los crímenes israelíes. Así pues, no corresponde a los palestinos denunciar a su opresor, sino que algún organismo «independiente» tiene que tomarse su tiempo para determinar si se cometió un delito; unos años después se elaborará un informe. Mientras tanto, todos los crímenes israelíes son meros «presuntos» crímenes.
Hay un aspecto más problemático en la petición de investigaciones de AI, a saber, que está dando crédito a las alegaciones exculpatorias israelíes y a las justificaciones de sus ataques. Así, el bombardeo del hospital Al Shifa se justificó con el espurio argumento de que había un búnker de Al Qassam en las inmediaciones. O bombardear una localidad con muchos refugiados en tiendas de campaña afirmando que algunos de los comandantes de la resistencia se encontraban en la zona. Dado el historial de mentiras israelíes sobre todas las masacres que ha perpetrado, cabría pensar que Amnistía se mostraría más escéptica ante las afirmaciones israelíes y que las cuestionaría rotundamente. En lugar de ello, pide que se investiguen. Además, ¿cuándo está justificado matar a más de 100 civiles para matar a dos combatientes? Es curioso que una organización de derechos humanos no rechace esto de plano: no hay necesidad de una investigación. Tal vez una analogía podría aclarar la objeción. Imaginemos que un violador justificara su delito afirmando que la víctima llevaba ropa provocativa. La actuación de Amnistía se asemeja a investigar si la ropa de la víctima era realmente sexy.
El 26 de agosto de 2024, AI emitió un comunicado de prensa sobre dos de los bombardeos de campos de desplazados en los que murieron cientos de personas[16]. A priori, se diría que es un informe bienvenido, pero llama la atención que estos incidentes «deben ser investigados como crímenes de guerra». Amnistía revisó incluso las declaraciones de los militares israelíes para justificar los bombardeos. Y para añadir un elemento cómico, Amnistía envió una nota a «funcionarios del Ministerio de Justicia», es decir, a Hamás, para determinar si sus combatientes se refugiaban en los lugares bombardeados. En otras palabras, ¡pregunta a los palestinos si los bombardeos israelíes estaban justificados! Y para rematar, Amnistía regurgitó su acusación de que las acciones palestinas, por ejemplo, la toma de rehenes, equivalían a claros crímenes de guerra. Por un lado, AI pide que se investiguen las acciones israelíes, pero para los palestinos la acusación es clara: se trata de crímenes de guerra.
Amnistía afirma útilmente que utilizar civiles como escudos humanos está «prohibido por el derecho internacional». Sugiriendo que si algún combatiente se mezcla con la población civil, esto equivale a un crimen. Los combatientes palestinos tienen pocas opciones sobre dónde pueden operar, dado que la población se ve constantemente obligada a desplazarse, los combatientes incluidos. Pero hay una diferencia entre la proximidad de los combatientes a los civiles y la práctica israelí de colocar a civiles palestinos encima de vehículos militares u obligarlos a entrar en las casas antes que los soldados israelíes. La diferencia radica en la coacción y en el hecho de que los combatientes están en medio de su propia gente. Así pues, en el comunicado de prensa, Amnistía señala con el dedo que los combatientes se encuentran junto a civiles. Sin embargo, Amnistía aún no ha emitido ninguna de sus misivas sobre los civiles a los que las fuerzas militares israelíes obligan a actuar como escudos humanos. Esperamos otro comunicado de prensa.
Los árboles no dejan ver el bosque
Los crímenes perpetrados contra los palestinos, es decir, genocidio, crímenes contra la humanidad, etc., deben describirse como crímenes de masas, referidos a la población en general. Sin embargo, la técnica favorita de Amnistía para evitar mencionar los crímenes masivos es detenerse en historias individuales excluyendo la totalidad de los crímenes. El 19 de agosto de 2024, Amnistía emitió un comunicado de prensa sobre el incumplimiento del Tratado sobre el Comercio de Armas. Así: «Amnistía Internacional lleva mucho tiempo pidiendo un embargo total de armas tanto a Israel como a los grupos armados palestinos debido a las graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, incluidos los crímenes de guerra…». Fiel a su estilo, Amnistía habla de un embargo para «ambas partes», como si hubiera cientos de aviones militares de carga entregando armas a los palestinos. Pero en lugar de mencionar el tonelaje total de bombas lanzadas sobre Gaza, proporciona dos ejemplos[17]:
Amnistía ha documentado el uso de armas de fabricación estadounidense en una serie de ataques aéreos ilegales, incluidas las Municiones de Ataque Directo Conjunto (JDAM, por sus siglas en inglés) de fabricación estadounidense en dos mortíferos ataques aéreos ilegales contra viviendas en la Franja de Gaza ocupada, en los que murieron 43 civiles –19 niños, 14 mujeres y 10 hombres– los días 10 y 22 de octubre de 2023.
Una bomba GBU-39 de pequeño diámetro, fabricada en Estados Unidos por Boeing, se utilizó en un ataque israelí en enero de 2024 que alcanzó una vivienda familiar en la zona de Tal al-Sultan de Rafah, matando a 18 civiles, entre ellos 10 niños, cuatro hombres y cuatro mujeres.
Según Euromed Human Rights «Israel lanzó 70.000 toneladas de bombas sobre la Franja de Gaza desde el pasado octubre, superando los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial en Dresde, Hamburgo y Londres juntos»[18].
Tal vez proporcionar tales estadísticas sería más eficaz.
Del mismo modo, el 18 de julio de 2024, AI publicó un informe bastante extenso sobre las condiciones en las cárceles[19]. Hay que reconocer que el comunicado de prensa era mejor que la mayoría de la producción de AI, pero de nuevo, tras una somera mención del número total de casos, hace hincapié en unos pocos ejemplos de las condiciones de los presos. Se detiene en unos pocos elementos excluyendo la condición de injusticia masiva.
Larga lista de negligencias
Desde el 7 de octubre de 2023, ha habido muchos incidentes que no han suscitado ni un solo comentario de Amnistía Internacional. He aquí algunos de ellos:
– Israel bombardeó a palestinos que esperaban para obtener alimentos de un camión de reparto de ayuda humanitaria; hubo unos 210 muertos.
– Bombardeos triples. Los israelíes bombardean una zona matando a civiles, y luego a los que acuden a rescatarlos, y a los que intentan rescatar a los rescatadores.
– Al Jazeera mostró un vídeo de aviones lanzando suministros en Gaza. Pocos minutos después, los israelíes bombardearon los lugares donde aterrizaron los paracaídas.
– Varios cientos de miembros del personal médico y de rescate de emergencia han muerto; más de 170 periodistas, y en algunos casos las familias de los periodistas también fueron asesinadas.
– Destrucción de universidades, escuelas y hospitales. Los propios soldados israelíes publicaron vídeos de soldados regocijándose cuando se volaban hospitales y universidades.
– Hay una grave escasez de agua potable para la mayoría de los habitantes de Gaza. La calidad y cantidad del agua disponible en Gaza ya era un grave problema antes de octubre de 2023. Las aguas subterráneas tenían filtraciones salinas, por lo que el nivel de sodio superaba los límites de seguridad. Con la destrucción de los pozos y la inoperatividad de las plantas desalinizadoras, el acceso al agua potable se convirtió en un grave problema. Además, los militares israelíes están inundando los túneles con agua de mar, contaminando aún más las aguas subterráneas.
– El ejército israelí declaró «zona segura» un gran vertedero de basura.
– El ejército israelí obligó a reubicar a la población del norte al sur, y más tarde del sur al norte. Y, por supuesto, entretanto se destruyeron más casas. No hay lugares donde los civiles puedan escapar para ponerse a salvo.
– Las condiciones de los presos recluidos en cárceles israelíes son espantosas: brutalidad, abandono, escaso acceso a alimentos y agua. Al Jazeera presentó el caso de Moazez Abayat[20], un hombre que sufrió tortura, trato brutal y escaso acceso a comida y agua. Estaba claro que Abayat había perdido la cabeza en la cárcel, y desde luego no es un caso aislado. En agosto, unos soldados sodomizaron a unos presos… y la revista +972 publicó un artículo sobre las condiciones de una prisión militar con una afirmación estremecedora: «La situación allí [centro de detención de Sde Teiman] es más horrible que todo lo que hemos oído sobre Abu Ghraib y Guantánamo».
– Los asesinatos de Aníbal, es decir, militares israelíes mataron a israelíes para evitar que fueran tomados como rehenes. Haaretz informó de que más de la mitad de los civiles israelíes muertos el 7 de octubre fueron asesinados por los militares.
– Los propagandistas israelíes estaban dispuestos a hacer acusaciones de violaciones y asesinatos generalizados de niños. La mayoría de esas afirmaciones eran falsas.
– El gran latrocinio y robo de tierras palestinas en Cisjordania continúa, y en el proceso han muerto cientos de personas.
– Los drones israelíes emiten grabaciones de niños en peligro para incitar a la gente a investigar y, en consecuencia, matarlos.
– Al día siguiente de las sentencias de los tribunales internacionales (CIJ o CPI), los israelíes emprendieron bombardeos masivos y otras acciones destructivas. Es su medio de enviar un mensaje «FU». La víspera del viaje de Netanyahu a Estados Unidos, el ejército israelí bombardeó un campo de refugiados matando a decenas de personas. El día en que Netanyahu se dirigía al Congreso estadounidense, más de 100 palestinos fueron asesinados: Israel puede hacer lo que quiera, y tiene el respaldo de EEUU.
– En vísperas de las negociaciones, Israel perpetra crímenes masivos especialmente graves. A principios de agosto, Estados Unidos anunció «negociaciones», pero con escaso interés israelí. El 10 de agosto, Israel bombardeó una escuela matando a más de 100 personas. Además, los israelíes asesinaron a dos de los negociadores palestinos. ¿Quién querrá ahora negociar con Israel?
– La falta de medicamentos está provocando la muerte segura de los enfermos crónicos. La guerra prolongada es una sentencia de muerte para diabéticos, enfermos renales, víctimas del cáncer….
Impotencia e inutilidad
Amnistía emite algunos comunicados de prensa y tal vez un informe después, pero no hay ninguna acción significativa. Hasta ahora, Amnistía ha organizado una petición de alto el fuego. Uno puede rellenar el formulario de la petición con sandeces y pulsar el botón las veces que quiera, y quedará registrado en este absurdo ejercicio[21]. Las almas liberales quedarán apaciguadas.
Ha habido tres casos en los que AI instó a sus miembros a escribir cartas muy educadas a funcionarios israelíes. Así pues, en la actualidad se están produciendo crímenes masivos, y estas «acciones urgentes» se limitan a rogar por la suerte de tres individuos. Todas las cartas de muestra empiezan por «Estimado General…»; así es como a Amnistía le gusta que sus miembros se dirijan a los asquerosos genocidas. Estas campañas de envío de cartas son un medio para conseguir que jóvenes activistas idealistas participen en «acciones» que no tienen prácticamente ninguna consecuencia.
Cada año Amnistía afirma tener más miembros, millones. Apelar a esta base de miembros para hacer algo significativo podría ser posiblemente más eficaz. Los grupos de la sociedad civil palestina llevan mucho tiempo clamando por el BDS (boicot, desinversión y sanciones). ¿Por qué AI no puede instar a sus miembros a boicotear los productos israelíes? La respuesta es evidente: los megadonantes (por ejemplo, Harvey Weinstein, el famoso depredador sexual de Hollywood y animador de Israel; la Fundación Sackler) que financian las actividades de Amnistía se rebelarían[22].
Doble rasero manifiesto
Amnistía ha publicado varios comunicados de prensa defendiendo la intervención en Siria, incluso utilizando memes del holocausto («nunca más») para enfatizar su punto de vista. Incluso realizó una melodramática producción multimedia sobre los «horrores» de una conocida prisión[23]. Cuando se trata de Israel, Amnistía no pide la intervención; desde luego, no hace referencia a los memes del holocausto, ya que el «nunca más» parece no aplicarse a los palestinos. Amnistía tampoco produce vídeos melodramáticos sobre las cárceles israelíes más tristemente célebres, donde se tortura, maltrata y asesina a los reclusos.
En cuanto a la situación en Venezuela, Amnistía exige «acciones urgentes del fiscal de la CPI»[24]. Cuando se trata de Israel no pide a los tribunales internacionales que procesen a Israel por crímenes de guerra o algo peor. Según Donatella Rovera, investigadora principal de AI, Amnistía no hace tales llamamientos[25]. Se aplica otra norma.
El 21 de mayo de 2024, Amnistía emitió un comunicado de prensa en el que instaba a la CPI a emitir órdenes de detención contra Netanyahu, Gallant y tres líderes de la resistencia palestina. Lo que Agnes Callamard, secretaria general de AI, no explica es el hecho de que, mientras que se emitió una orden de detención contra Putin, cuando se trata de Netanyahu el fiscal se limita a solicitar al tribunal que estudie la posibilidad de emitir una orden. Ante el revuelo y las amenazas de los políticos estadounidenses, la CPI abandonó discretamente el asunto, por lo que actualmente no hay órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant. Hay escasas pruebas de que la CPI tenga una columna vertebral moral. Sin embargo, las declaraciones de la CPI permiten a Amnistía posar moviendo el dedo contra «ambas partes».
El 2 de septiembre de 2024, Amnistía exigió a Mongolia que detuviera al presidente Putin, y lo hizo en un tono bastante hiriente[26]. Y aunque la CPI ya no pretende procesar a Netanyahu, eso no impide que otras organizaciones pidan a los gobiernos que acogen a Netanyahu su detención. Por desgracia, Amnistía no envió una petición similar a Estados Unidos. Tal vez un llamamiento de este tipo habría empañado la reputación de Netanyahu durante su reciente intervención ante el Congreso estadounidense.
En vísperas de la Guerra del Golfo contra Irak, Amnistía elaboró un informe sobre el supuesto caso de soldados iraquíes que «arrojaban bebés de las incubadoras». El presidente Bush apareció en televisión mostrando este informe y utilizándolo como justificación para la guerra. Tras destaparse el bulo, Amnistía no emitió ninguna disculpa ni explicación. Pero ahora nos enfrentamos a una situación real en Gaza, donde el ejército israelí ordenó la evacuación del mayor hospital de Gaza y, en consecuencia, decenas de recién nacidos tuvieron que ser sacados de las incubadoras u otros equipos. El médico que atendía a los niños señaló que la mayoría moriría. Se diría que esto proporcionaría material emotivo para hacer campaña para obtener un alto el fuego; la difícil situación de los bebés podría resonar en las almas liberales occidentales. Por desgracia, Amnistía guardó silencio en este caso.
Y hay puntos ciegos
Uno debe maravillarse ante la larga lista de comunicados de prensa e informes que Amnistía produce regularmente. Ningún rincón del planeta está exento de un comentario o una reprimenda de Amnistía. Desde comentarios sobre los derechos de los transexuales en Mongolia, los derechos de los trabajadores del sexo, el cambio climático, los derechos de los migrantes y la discriminación, etc. Y muchas de sus misivas señalan con el dedo al Estado infractor con títulos como «… debe hacer esto». Amnistía agita con frecuencia su varita mágica de los derechos humanos. De alguna manera creen que tienen el estatus de una organización similar a la ONU para pontificar sobre cualquier tema en cualquier parte del mundo.
Pero uno encuentra puntos ciegos en la cobertura de AI. Hay muy pocos comunicados de prensa amonestando el comportamiento atroz de Estados Unidos, Reino Unido o Israel. Cuando se mencionan las acciones ofensivas, se utilizan términos como «presuntas» y, desde luego, no se pide la creación de un tribunal para que los criminales rindan cuentas. La guerra de Ucrania ha suscitado pocos comentarios críticos, salvo los reproches a Rusia; no se menciona el papel de Estados Unidos como causante y avivador de la guerra. En general, la posición de AI en estas cuestiones coincide con la política de Estados Unidos, Reino Unido e Israel. No se critica, ni siquiera se menciona, la afición de Estados Unidos a las guerras eternas, a emprender acciones violentas en muchos lugares del mundo. Todo ello parece estar bien según los criterios de Amnistía.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se ha convertido en una broma en la que Estados Unidos y sus acólitos mienten descaradamente y hacen gala de una hipocresía y un cinismo monumentales. Cualquier resolución relevante que aporte un mínimo de justicia es vetada rutinariamente. Esto es claramente evidente en lo que respecta a los llamamientos a un alto el fuego en Gaza, cuyas resoluciones son vetadas. El 21 de diciembre de 2023, Estados Unidos presentó una resolución de «compromiso» relativa a un alto el fuego y ayuda humanitaria. Lo curioso es que ese mismo día los diplomáticos reconocieron que Israel no estaría vinculado por la resolución: no era más que un ejercicio de hipocresía a raudales. Sin embargo, al día siguiente, Agnes Callamard, secretaria general de AI, declaró que: «Se trata de una resolución muy necesaria…»[27]. En su favor, también declaró: «Es vergonzoso que Estados Unidos haya sido capaz de dar largas y utilizar la amenaza de su poder de veto para obligar al Consejo de Seguridad de la ONU a debilitar un llamamiento muy necesario para que todas las partes pongan fin de inmediato a los ataques».
No hay respuesta
Un papel importante que podría desempeñar cualquier organización sería enfrentarse a los partidarios locales de los regímenes implicados en crímenes masivos. Hay casos notorios:
– Nikki Haley, la fracasada candidata presidencial, fue a Israel a expresar su apoyo hasta el punto de escribir «matadlos a todos» en un proyectil de artillería israelí.
– En la Convención Nacional Demócrata de agosto de 2024 los asistentes fueron activos animadores de las acciones israelíes.
– El Congreso estadounidense dio la bienvenida a Netanyahu y le dedicó 57 ovaciones.
Tal vez estas escandalosas declaraciones y acciones suscitarían comentarios críticos. No se trata sólo de una afirmación genérica y trillada sobre lo que está ocurriendo «allí», sino que también es necesario cuestionar a los facilitadores locales de los crímenes masivos. Por desgracia, Amnistía prefiere confraternizar con los políticos estadounidenses antes que enfrentarse a ellos.
La pesadilla de las ONG de derechos humanos
En Europa, varios gobiernos y ONG conceden becas para que los estudiantes se especialicen en Derechos Humanos. Los cursos se imparten en varios países, y cientos de estudiantes acuden cada año a centros de Derechos Humanos. Los italianos pueden estudiar un año en Finlandia… Y nos encontramos con la grotesca situación de estudiantes holandeses que estudian derechos humanos en Israel; es un poco como ir a estudiar derechos de los animales a un matadero. Todo ello por cortesía de la generosidad de la UE. Los graduados trabajan después para cientos de ONG o agencias gubernamentales. Cada uno de ellos agitará entonces su varita de los derechos humanos sobre un tema que pueda estar de moda, invariablemente los derechos de los homosexuales/trans, los derechos reproductivos de las mujeres, los derechos de los trabajadores del sexo, etc. Para alimentar aún más la industria de los derechos humanos está la fastuosa financiación obtenida de diversos fondos de lotería: gran parte de los beneficios de esas instituciones se desembolsan a las ONG. La industria de los derechos humanos experimenta un crecimiento subvencionado. Así, cada ONG con su propia agenda retorcida recibe fondos directa o indirectamente. Los directores de algunas ONG cobran sueldos de seis cifras, una de las preferidas de los políticos que buscan una sinecura[28].
En los Países Bajos, donde este proceso lleva décadas en marcha, el lobby de los derechos humanos ha crecido como la espuma y ahora manifiesta una dinámica disfuncional, es decir, las ONG interponen incesantes demandas contra el gobierno atándolo en los tribunales.
¿Las ONG que defienden los derechos humanos de los palestinos pueden participar en este tiovivo? Ni hablar.
Los derechos humanos son para los pájaros
Ante los crímenes masivos, lo que se necesita es justicia, y no uno de sus sucedáneos bastardos, castrados, maleables e ineficaces. Si se quiere justicia, hay que hablar en términos de justicia y evitar el galimatías de los derechos humanos. Este es especialmente el caso cuando los derechos humanos han sido cínicamente explotados y convertidos en armas por Estados Unidos y el Reino Unido[29]. Un marco que puede utilizarse para justificar guerras, las llamadas intervenciones humanitarias, no puede ser un marco que haga avanzar la justicia o motive a la gente a actuar contra los crímenes masivos. Los criminales reaccionan en consecuencia, es decir, no les molesta que se les llame transgresores de los derechos humanos, pero pueden temer que se les acuse de crímenes masivos.
Se quita la máscara
Las actuales guerras en Gaza, Ucrania, etc., y las reacciones que las rodean han arrancado la máscara del imperio estadounidense revelando su hipocresía, cinismo y sadismo. Muchos de los «valores» tan queridos por los neoliberales han demostrado ser una farsa. La «democracia», el «derecho internacional», la «libertad de expresión», …. y, por supuesto, los «derechos humanos» se han caído de sus pedestales. Los daños colaterales del colapso también han afectado a las Naciones Unidas, a la CPI, a la CIJ y a la industria de los derechos humanos, porque también se ha demostrado que son ineficaces y están comprometidos. Se ha demostrado que Amnistía Internacional es una organización conflictiva impregnada de hipocresía. Es una herramienta utilizada por los gobiernos del Reino Unido y Estados Unidos para convertir los «derechos humanos» en un arma que se adapte a sus propios fines: la justificación de las guerras y la demonización de los «regímenes», es decir, los gobiernos que no gustan al imperio. En el pasado ha sido un conducto para la propaganda a favor de la guerra, e incluso para pedir supuestas intervenciones militares humanitarias.
Lo que se necesita son voces críticas que destaquen las masacres diarias, que pidan que los criminales y sus cómplices rindan cuentas y que demanden un mínimo de justicia. Pedir un alto el fuego es lo mínimo. Por desgracia, la mayoría de las ONG de derechos humanos ni siquiera cumplen esta tarea. Cuando Amnistía Internacional se postula sobre todo tipo de derechos humanos de moda en cualquier parte del mundo, pero luego no cubre el genocidio ni pasa a la acción efectiva, entonces que se calle del todo.
Una cosa es cierta: Amnistía Internacional no es parte de la solución, es parte del problema.
Notas
[1] Se trata de un análisis de los comunicados de prensa e informes de Amnistía. Pueden consultarse aquí:
https://www.amnesty.org/en/latest/. La posición de Amnistía también está disponible en Twitter, pero no se trata aquí. Los comunicados de prensa e informes de otras organizaciones de derechos humanos son muy similares y muestran el mismo sesgo.
[2] Uri Blau, «Documentos revelan cómo Israel hizo de la rama local de Amnistía una tapadera del Ministerio de Asuntos Exteriores en los años 70».
El gobierno israelí financió el establecimiento y la actividad de la rama de Amnistía Internacional en Israel en los años sesenta y setenta. Documentos oficiales revelan que el presidente de la organización estaba en contacto permanente con el Ministerio de Exteriores y recibía instrucciones de él; Haaretz, 18 de marzo de 2017.
https://www.aljazeera.com/opinions/2017/3/22/israels-human-rights-spies-manipulating-the-discourse
Neve Gordon y Nicola Perugini, «Los espías israelíes de los derechos humanos»: Manipulando el discurso.
Revelaciones sobre la infiltración de Israel en las ONG en la década de 1970 conmocionaron a muchos, pero los «espías» de derechos humanos siguen ahí fuera, 22 de marzo de 2017.
[3] Craig Mokhiber (director de la Oficina de Nueva York del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos), La carta de dimisión.
https://www.craigmurray.org.uk/archives/2023/11/a-textbook-case-of-genocide/
[4] Avi Scharf, «Envíos de armas a Israel: Un ritmo vertiginoso, luego una caída: Cómo se ralentizaron los envíos de armas de Estados Unidos a Israel».
Subtítulo: «Los datos de seguimiento de vuelos disponibles públicamente muestran cuántos envíos de armas estadounidenses han llegado a Israel cada mes desde que comenzó la guerra de Gaza, revelando un fuerte aumento y luego una disminución gradual en el ritmo de las entregas», Haaretz, 27 de junio de 2024.
[5] Israel quiere ser temido para mantener su política de disuasión moralmente en bancarrota. Por lo tanto, cualquier resistencia debe ser aplastada con un poder desproporcionado. El barrio de Dahiya en Beirut fue brutalmente bombardeado, y los políticos que ordenaron el bombardeo estaban muy satisfechos con el nivel de destrucción. De ahí la doctrina Dahiya.
[6] Alastair Crooke, «Engaño, humillación, muerte – y el hambre eterna de ‘honor y gloria'», Strategic Culture Foundation, 30 de diciembre de 2023.
[7] Ilan Pappe, el gran historiador israelí, respondió una vez a una pregunta sobre si Israel era un Estado de apartheid afirmando: «si grazna como un pato y se contonea como un pato, entonces es apartheid».
[8] Algunos ejemplos de comunicados de prensa de AI sobre los Territorios Palestinos Ocupados que no mencionan Gaza en absoluto.
AI, «Inversor holandés presiona para que las salvaguardias de derechos humanos detengan el uso de tecnología de vigilancia contra los palestinos», 4 de julio de 2024. Se refiere al espionaje intrusivo por vídeo.
AI, «El intento de Israel de desviar el caso WhatsApp arroja dudas sobre su capacidad para tratar los casos de software espía NSO», 25 de julio de 2024.
[9] La operación «Plomo fundido» es un nombre curioso para una operación militar. En realidad hace referencia a un pasaje del Deuteronomio en el que los hebreos exterminan a sus oponentes hasta el punto de verter plomo fundido en sus gargantas.
[10] Contrasta la información ahistórica de AI sobre la situación en Gaza con la de Siria. Cuando se trata de Siria, la historia del «régimen» se convierte de repente en un problema.
[11] Rasha Khatib, Martin McKee y Salim Yusuf, «Contando los muertos en Gaza: difícil pero esencial», The Lancet, Volumen 404, Número 10449, pp237-238, 20 de julio de 2024.
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(24)01169-3/fulltext
[12] AI, Israel/Territorios Palestinos: «Hamás y otros grupos armados deben liberar inmediatamente a los civiles retenidos como rehenes en Gaza», 12 de julio de 2024.
[13] Por Yaniv Kubovich • Haaretz 7 de julio de 2024
«Las FDI ordenaron la directiva Aníbal el 7 de octubre para evitar que Hamás tomara soldados cautivos».
Subtítulo: «Hubo histeria loca, y se empezaron a tomar decisiones sin información verificada.
información: Documentos y testimonios obtenidos por Haaretz revelan que la orden operativa Aníbal, que ordena el uso de la fuerza para impedir que los soldados sean tomados cautivos, se empleó en tres instalaciones del ejército infiltradas por Hamás, poniendo potencialmente en peligro también a civiles»
[14] Crisis en Gaza: Proyecciones de impacto sanitario basadas en escenarios
https://gaza-projections.org/gaza_projections_report.pdf
[15] AI, Gaza: «El descubrimiento de fosas comunes pone de manifiesto la urgente necesidad de conceder acceso a investigadores independientes de derechos humanos», 24 de abril de 2024.
[16] AI, Israel/Territorios Palestinos: «Los ataques israelíes contra combatientes de Hamás y otros grupos armados que mataron a decenas de civiles desplazados en Rafah deben investigarse como crímenes de guerra», 26 de agosto de 2024.
[17] AI, Global: «Gobiernos que incumplen descaradamente las normas del Tratado sobre el Comercio de Armas y provocan pérdidas de vidas humanas devastadoras», 19 de agosto de 2024.
[18] https://www.sgr.org.uk/resources/gaza-one-most-intense-bombardments-history
[19] AI, «Israel debe poner fin a la detención masiva en régimen de incomunicación y a la tortura de palestinos de Gaza», 18 de julio de 2024.
y
https://www.middleeasteye.net/news/palestine-west-bank-muazzaz-abayat-prison-interview
[21] https://www.amnesty.org/en/petition/demand-a-ceasefire-by-all-parties-to-end-civilian-suffering/
[22] Thomas Frank, «Hipócrita en las fiestas de la buena causa», Le Monde Diplomatique, febrero de 2018. Frank informa de que Harvey Weinstein hizo posible «AI-EUA»».
[23] Paul de Rooij, «Amnistía Internacional anuncia otra guerra «humanitaria»… esta vez en Siria», MintPress, 23 de marzo de 2018.
[24] Amnistía, «Venezuela: Alcance y gravedad de los crímenes en curso exigen acciones urgentes del fiscal de la CPI», 9 de agosto de 2024.
https://www.amnesty.org/en/latest/news/2024/08/venezuela-crimes-demand-urgent-action-icc-prosecutor/
[25] Comunicación personal con Donatella Rovera, enero de 2003.
[26] AI, «Mongolia: Hay que detener a Putin y entregarlo a la Corte Penal Internacional», 2 de septiembre de 2024.
«Israel/Territorios Palestinos: La adopción de la resolución de la ONU para agilizar la ayuda humanitaria a Gaza es un paso importante pero insuficiente», 22 de diciembre de 2024.
[28] Irene Khan, exsecretaria general de Amnistía, recibió un «apretón de manos de oro» de 533.000 libras cuando se marchó.
[29] Para conocer algunos de los antecedentes de Amnistía Internacional, véase: Kirsten Sellars, «El auge de los derechos humanos», Sutton Publications, 2002. También, Alfred de Zayas, «La industria de los derechos humanos», Clarity Press, 2023.
Fuente: The Unz Review
"La industria de los derechos humanos", con Afred de Zayas (Greg Godels & Pat Cummings, 23.08.2023)
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