El creciente favoritismo hacia las monedas digitales de los bancos centrales, como el rublo digital ruso, lanzado el 1 de agosto, se sustenta en el gran potencial para crear un nuevo sistema monetario mundial no centrado en Occidente. Después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, firmara la ley que consagra las disposiciones legales del rublo digital, éste se ha convertido en la tercera forma de moneda nacional rusa, junto con los billetes impresos y las tarjetas bancarias, lo que supone un paso más para que Moscú supere su expulsión del sistema de procesamiento de transacciones financieras SWIFT y desdolarice su economía.

Las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) tienen muchas ventajas sobre otras criptodivisas y carecen de inconvenientes, como la rapidez y los bajos costes de las transacciones, que tienen una comisión de sólo el 0,3%. A diferencia de las criptodivisas no reguladas, una CBDC opera totalmente dentro del sistema financiero establecido. También sirve como otro método para que Rusia eluda las sanciones occidentales, ya que no sólo es un paso hacia la simplificación de las transacciones comerciales dentro de Rusia, sino también a largo plazo a nivel internacional.

Aunque el dólar estadounidense seguirá siendo la moneda de facto del comercio internacional a corto y medio plazo, la interconectividad de las nuevas criptodivisas representa otro paso hacia la desdolarización y un golpe al sistema financiero dominado por Occidente. Rusia no es el único país que está activando CBDCs, ya que otros miembros del BRICS también están desarrollando activamente monedas similares. De hecho, Moscú ya había propuesto la creación de una moneda digital única para Rusia, China e India con el fin de reducir la dependencia del dólar o el euro, así como el posible impacto de las sanciones internacionales actuales o previstas sobre estas monedas fiduciarias.

En el orden del día de la cumbre de los BRICS que se celebrará en Sudáfrica a finales de este mes figura el modo en que los miembros de la organización están desarrollando las CBDC, así como los beneficios previstos de las monedas digitales en el comercio y las finanzas internacionales y sus previsiones. Esto es esencial porque hasta que los países BRICS no unan sus CBDC nacionales en una plataforma armonizada, es poco probable que cambie significativamente el papel del dólar en el mercado.

A los bancos rusos se les prohibió utilizar el sistema SWIFT con sede en Bruselas tras el lanzamiento de la operación militar especial en febrero de 2022, lo que obligó a Moscú a buscar métodos alternativos para realizar negocios internacionales. En lugar de que Rusia se arruine financieramente, la hegemonía mundial de la divisa estadounidense se está resquebrajando, algo que supondrá un duro golpe para aquellos que han depositado sus esperanzas en Estados Unidos, como Ucrania y los Estados de Europa del Este miembros de la OTAN.

El dólar ha dominado desde la imposición del régimen de Bretton Woods en 1944. Sin embargo, la economía mundial ya no está sujeta a su hegemonía y se está configurando un nuevo orden económico multidivisa. Esto ocurre en parte porque Estados Unidos utiliza su poder financiero para intentar subyugar a países como Rusia.

En realidad, la militarización del dólar ha erosionado su estatus como moneda internacionalmente válida. La política estadounidense de convertir el uso del dólar en un club exclusivo está destruyendo su estatus, ya que, en teoría, debería funcionar como un bien universal.

Cada vez hay más países interesados en comerciar con monedas locales, los más recientes Irán e Indonesia. Sesenta países, como India, comercian actualmente en sus monedas nacionales en lugar del dólar, con acuerdos comerciales con 19 países para comerciar en su propia moneda. Rusia, por su parte, ha adoptado el yuan como unidad de pago en el comercio con China, que se espera supere los 200.000 millones de dólares a finales de 2023.

Según los últimos datos del Banco de Rusia, la participación del yuan en el comercio del país pasó del 4% en enero de 2022 al 23% a finales del mismo año. Según un informe de Bloomberg, en febrero de 2023 el yuan sustituyó por primera vez al dólar como divisa más negociada en Rusia en términos de volumen mensual de operaciones.

En cualquier caso, no se trata sólo de utilizar monedas locales. Muchos países optan por realizar sus intercambios utilizando divisas de varias monedas, como el yuan chino, la rupia india y el rublo ruso. Tomemos, por ejemplo, Bangladés, que ha acordado pagar las importaciones procedentes de Rusia en yuanes chinos. Al mismo tiempo, Arabia Saudí también ha empezado a aceptar pagos en yuanes por sus exportaciones de petróleo.

Tradicionalmente, el petróleo sólo se negociaba en dólares, pero es evidente que el comercio en yuanes sigue una tendencia al alza. Esta estrategia de desdolarización ya está provocando que el porcentaje de reservas mantenidas en dólares estadounidenses a escala mundial disminuya constantemente. Según Bloomberg, el porcentaje del dólar en las reservas de divisas cayó del 73% en 2001 al 58% en 2023. Sólo en 2022, la tasa de disminución del porcentaje del dólar en las reservas de divisas fue del 8%, según los cálculos de Bloomberg.

Los esfuerzos por crear una nueva moneda internacional que sustituya al dólar están cobrando impulso. La Cumbre de los BRICS del 22 al 24 de agosto podría allanar el camino para utilizar una nueva moneda que facilite el comercio entre los miembros de los BRICS, que representan el 41% de la población mundial y el 31,5% de los bienes y servicios del mundo.

Ahmed Adel, investigador en geopolítica y economía política de El Cairo.

Fuente: InfoBrics

La moneda BRICS y la inminente caída del dólar (JP, 04.08.2023)