Queridos amigos, les envío mis mejores saludos y mi solidaridad por sus heroicos esfuerzos para llevar la paz a nuestro mundo y evitar que siga deteriorándose la grave situación existente en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Es muy posible que esta situación pueda degenerar en una conflagración nuclear.

Esta es la razón por la que su acción de hoy es de inmensa importancia. Se trata de una cuestión democrática fundamental. Nosotros, la inmensa mayoría de la población mundial, nos oponemos a la guerra. Deploramos la pérdida de vidas jóvenes que se están desperdiciando sin motivo.

La razón de que esto continúe es que una ínfima minoría de personas, gente que se beneficia de las guerras y quienes tienen ilusiones de dominar totalmente el mundo, están decididos a silenciar toda oposición a sus planes de dominar el mundo.

Permítanme ser muy claro. No es posible construir una paz duradera sobre la inseguridad de otro país. Rusia y el pueblo ruso tienen derecho a la seguridad. Intentar destruir Rusia y balcanizar el país es una receta para el desastre mundial.

También es realmente inmoral que la OTAN lleve a cabo una guerra por poderes contra Rusia a costa de cientos de miles de vidas de jóvenes ucranianos. Debemos exigir el fin de esta carnicería ahora.

Debemos exigir que se destruyan todas las armas nucleares. El desarme nuclear es el primer paso esencial hacia el desarme total. El gran científico Albert Einstein dijo una vez que no podemos prepararnos para la guerra y esperar tener paz.

Esas palabras suenan aún más ciertas hoy que cuando fueron pronunciadas hace décadas.

Colegas y amigos, vuestra protesta de hoy tiene lugar en el 78º aniversario de la detonación de la primera arma nuclear en Hiroshima, Japón.  En cuestión de minutos, más de 200.000 personas perecieron y un número incalculable resultaron heridas. Las armas nucleares de hoy en día son unas mil veces más potentes y destructivas que las que se lanzaron en Japón hace setenta y ocho años. Los dirigentes de la OTAN quieren utilizar esas armas hoy. Sin duda, parten del supuesto de que el mundo ha olvidado las catastróficas consecuencias de lo que ocurrió hace tanto tiempo.

Digámosles que nunca lo olvidaremos.

Digámosles que detengan inmediatamente su agresión y abandonen sus programas para futuras guerras.

Reafirmemos la fraternidad de la humanidad.

Mantengamos el rumbo hasta que se alcance una paz genuina basada en la libertad, la prosperidad y la justicia.

Os abrazo a todos.

Foto: Minuto de silencio durante la ceremonia de conmemoración del 78º aniversario del primer bombardeo atómico del mundo en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima.

Es hora de que la humanidad madure. Declárate en contra de una guerra nuclear. (EIR, 01.08.2023)