¿Quién es Léonce Ngabo?
Les voy a presentar a un hombre extraordinario. No crean que la palabra es demasiado fuerte.
Ustedes mismos se sorprenderán de todo lo que ha logrado.
A su título universitario en química, ha sumado otros muchos títulos en la vida al enfrentarse directamente al choque entre etnias enardecidas.
No se dejó arrastrar por las dolorosas salpicaduras de estos choques y enfrentamientos. Salió adelante con fuerza.
Es un artista consumado: músico y compositor, director y cineasta, y es a través de su arte que emprende el largo camino hacia la verdad y la reconciliación en Burundi.
Aunque se había hecho un hueco envidiable en el panorama cultural y artístico canadiense, abandonó la comodidad de ese estatus para implicarse decididamente en la democratización de la vida política de Burundi.
Tras una larga estancia en Canadá, donde fue director de un festival de cine hasta 2004, sigue llevando en el bolsillo esa capacidad de creación.
La manifestó creando un festival en Burundi que ha alcanzado, hoy en día, una reputación envidiable.
Ha expresado públicamente su deseo de trabajar por la causa de la reconciliación nacional a través de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Burundi. Fue elegido en una votación celebrada en el Parlamento por 91 votos de un total de 111 miembros. Desde entonces, ha seguido trabajando con ahínco en el seno de la comisión para cumplir la misión encomendada y su inestimable contribución ha sido destacada en numerosas ocasiones.
A través de su trabajo en la comisión y de sus testimonios sobre la historia del país, contribuye decididamente al surgimiento de un nuevo Burundi, volcado hacia el futuro.
Una de sus canciones se ha convertido en un fuerte símbolo de reconciliación entre grupos étnicos, hasta el punto de que se canta en todas las escuelas de Burundi.
Su mayor deseo es tender puentes entre las etnias, porque dice que cuando era joven vio cómo mataban salvajemente a sus compañeros. Quiere mantener su memoria y trabaja con un espíritu unificador utilizando el arte, la reflexión y la empatía para crear un espacio de convivencia pacífica entre los pueblos.
No ha podido estar en la sala con nosotros esta noche por motivos de trabajo, pero estará con nosotros por videoconferencia.
El extraordinario hombre del que hablo se llama Léonce Ngabo
Señoras y señores, les pido que le den un aplauso.
Gracias.
John Philpot