“El Partido Demócrata necesita desvincularse de los neoliberales favorables a las corporaciones o merece ser abandonado”. NAOMI KLEIN
En un artículo bien clarificador, la autora de «La doctrina del shock», identifica a Hillary Clinton como la encarnación de la responsabilidad de la pesadilla que viven millones de personas: el neoliberalismo. «Hay un infierno lleno de gente que está sufriendo… Han perdido su trabajo. Han perdido las pensiones. Han perdido gran parte de la red de protección… Al mismo tiempo han presenciado el ascenso de la clase de Davos, una red hiperconectada de millonarios procedentes del sector bancario y tecnológico… Gente como Bill y Hillary Clinton son el brindis de la fiesta de Davos. En realidad ellos organizaban la fiesta».
Mucho más duro, aún, es Julian Assange en una entrevista de John Pilger. Los treinta mil correos electrónicos de Hillary Clinton que Wikileaks ha publicado demuestran que Clinton conocía que Arabia Saudí y Catar financian el Estado Islámico. Y, mucho peor, la Fundación Clinton habría recibido fondos, mientras ella era secretaria de Estado, de los mismos financiadores del Estado Islámico. Durante su mandato, se produjo la mayor venta de armas a Arabia Saudí por valor de más de ochenta mil millones de dólares. Según Julian Assange, «Hillary Clinton representa una red de personas, es el centralizador de una serie de engranajes en los que hay grandes bancos, como Goldman Sachs, los elementos principales de Wall Street, Servicios de Inteligencia, Arabia Saudí… Ella es el centralizador que interconecta esta gente. Es la máxima representante del «establishment», del Consenso de Washington».
De entre todos los correos publicados por Wikileaks, destacan 1.700 que demuestran como Clinton jugó un papel central en la destrucción del Estado libio, con más de 40.000 víctimas mortales. Según Assange, «la guerra de Libia era una guerra de Hillary Clinton más que de cualquier otra persona. De hecho Obama se oponía a esta guerra. Un documento interno, llamado «el tic tac de Libia», establece la cronología de la destrucción de Libia, siguiendo los intereses de Hillary Clinton».
El mismo Gadaffi advirtió de lo que pasaría si se destruía al Estado libio. Libia era un tapón que absorbía el flujo de emigrantes africanos y controlaba el Mediterráneo. Desaparecido el tapón, la emigración a Europa se ha desbordado. Se puede decir que Hillary Clinton es la primera responsable de la terrible crisis humanitaria que ha provocado la destrucción de Irak, Libia, Siria…; del éxodo de cientos de miles de personas; de la muerte en el Mediterráneo, y de la implantación del terrorismo del Estado Islámico en estos países y, de rebote, en Europa.
Nos preguntamos, cómo es posible que un personaje tan odioso como Donald Trump haya podido llegar a la presidencia de Estados Unidos. Para que esto haya pasado han tenido que darse muchos factores, pero el principal es Hillary Clinton, por mucho que la gran mayoría de medios de comunicación la hayan querido presentar como una mujer progresista. No en vano, algunos activistas, como la actriz Susan Sarandon, dijeron que votarían a un candidato alternativo. Efectivamente, Trump ha ganado porque ha sabido canalizar la desesperación de los americanos que han perdido su trabajo o la empresa, y por haber sabido exaltar la rabia del hombre blanco que se ve amenazado; pero, también, Trump ha ganado porque millones de americanos progresistas se han negado a votar la cara más visible del neoliberalismo, la representante más genuina de los generales halcones estadounidenses que han provocado la guerra, la devastación y la muerte de millones de personas.
Es posible que los estadounidenses salgan perdiendo con Trump: más racismo, retirada de prestaciones sociales… Y el resto del Mundo? Como nos afectará a los súbditos del imperio? Por una parte, la negación de Trump de la existencia del cambio climático, y poner a un negacionista al frente de la Agencia del Medio Ambiente, nos hace temblar. Por otra parte, el anuncio de la distensión con Rusia es una gran buena noticia. Curiosamente, todos los medios de comunicación han criticado a Trump por proponer la distensión con Rusia –incluso ha sugerido la posibilidad de desmantelar la OTAN. Hillary Clinton, al contrario, después de provocar el golpe de estado en Ucrania, que propició el ascenso al poder del partido nazi, era partidaria de perseguir, aún más, a Rusia, y continuar desplegando misiles nucleares. Algunos analistas ya apuntaban la posibilidad de ir hacia una tercera guerra mundial. Las últimas semanas el gobierno ruso había ordenado el repliegue de todos los familiares del personal diplomático de buena parte de las embajadas rusas.
Puede que Trump sea aún peor que Bush, pero, como mínimo, veremos la verdadera cara del imperio y nos podremos rebelar.