Todo comenzó con la huelga de hambre de cuarenta y dos días de Juan Carrero Saralegui, candidato al premio Nobel de la Paz, realizada a comienzos de 1997 para denunciar las masacres perpetradas en el Congo y que se desarrollaban en la indiferencia general. El 18 de enero de 1997, en el noveno día de su huelga, el Ejército Patriótico Ruandés asesinó a tres cooperantes españoles de Médicos del Mundo. En torno a Juan Carrero se ha creado el Forum Internacional para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos.

«Durante estos cuatro años, no hemos querido hacer teoría», explica Jordi Palou Loverdos, el abogado portavoz de las víctimas del Forum. «Hemos reunido pruebas. Nuestra acción judicial va más allá del atentado contra el Falcon 50 que es objeto de una investigación judicial ante el juez Bruguière. Concierne a los crímenes contra los españoles y a los crímenes contra los ruandeses y congoleños cometidos entre el 1 de enero de 1990 y julio de 2002. Yendo más allá de la investigación de Bruguière, la causa judicial española quiere demostrar que, detrás del objetivo de destituir a Mobutu, existía la voluntad de Kagame y su entorno de criminales de apoderarse de las riquezas del este del Congo (oro, diamantes y, sobre todo, coltán, utilizado para la fabricación de móviles, misiles, etc.) en el que intervienen grandes empresas multinacionales.»

Paul Kagame y todos los blancos mentirosos que lo han apoyado tienen motivos para preocuparse. Ha llegado la hora en que todas las manipulaciones desplegadas en torno al sufrimiento humano saldrán a la luz. Kagame y su entorno aparecerán entonces como lo que son, criminales de guerra reconvertidos en jefes mafiosos responsables de millones de muertos, que durante mucho tiempo han desestabilizado el África Central y esclavizado a su propio pueblo.

Final del libro Noires fureurs, blancs menteurs – Rwanda 1990-1994, de Pierre Péan.