Debido a la exitosa penetración de las élites y sus lacayos en el ámbito de la política hasta conseguir su control casi total (especialmente en los ámbitos “liberales”, “progresistas” y “verdes”), se está produciendo un curioso fenómeno: en este momento hay más dignidad y coraje entre los militares profesionales y vocacionales de la generación anterior que entre los políticos en activo. Que un patriota estadounidense como el coronel Richard Black, con 31 años de servicio en la Armada y el Ejército de Estados Unidos (que también estuvo en la Cámara de Delegados de Virginia de 1998 al 2006, y en el Senado de Virginia del 2012 al 2020) explique las cosas que explica sobre “las guerras de Putin” en Siria o en Ucrania, debería ser suficiente para que muchos de nuestros conciudadanos occidentales abran los ojos y comprendan el grado de alienación en el que le han sumido “nuestros” medios de “información”.
Se trata del jefe de la División de Derecho Penal del Ejército en el Pentágono y ex oficial del Cuerpo de Abogacía General de la Marina. El 6 de mayo la página de la Executive Intelligence Review (EIR) publicaba EL VIDEO DE LA ENTREVISTA que le realizó Mike Billington, de la EIR y el Instituto Schiller. El título es sumamente elocuente: “Estados Unidos lleva al mundo a una guerra nuclear”. El texto de ella fue publicado en castellano en la página www.larouchepub.com unos días después. En la entrevista el coronel Black expresa de modo absolutamente diáfano, preciso y contundente aquellas verdades que constituyen las tesis centrales del presente artículo.
Como la verdad que el título mismo pretende expresar: nosotros no somos los buenos de estas películas sino los malos. O como aquella otra que se refiere a lo decisiva que es la legitimidad moral frente al poderío militar. En un momento de dicha entrevista se refiere a “la gran frustración del Imperio porque los sirios, los malditos sirios, que constituyen la población de un país tan pequeño, estén luchando durante tantos años contra dos tercios de toda la fuerza militar e industrial del mundo”. Y acaba preguntando: “¿Por qué esta gente es tan resistente?¿Cómo es posible que una nación de 23 millones de personas pueda soportar esto durante más de una década?” Es la legitimidad moral que en este momento también posee Rusia y que le dará la victoria: “la vida de Rusia depende de impedir que la OTAN siga avanzando hacia Ucrania, justo hasta sus fronteras. No pueden permitirse no librar esta guerra. No pueden permitirse no ganar esta guerra”.
Por otra parte, también en el ámbito del llamado Séptimo Arte, a pesar de tanta presencia como hay en él de los intereses de las élites “filantrópicas”, siempre hubo y aún sigue habiendo mucha lucidez, dignidad y genialidad. Oliver Stone es la prueba. Junto a los análisis en el ámbito geoestratégico y militar, realizados honesta y lúcidamente por militares como el coronel Black, los que nos llegan desde el Séptimo Arte, por personalidades como Oliver Stone, nos serán de suma utilidad para reforzar todo lo dicho y argumentado en la primera parte del presente artículo.
Las declaraciones del coronel Richard Black deberían ser definitivas para muchas mentes confusas
La primera pregunta que le realizó Mike Billington trataba sobre las supuestas matanzas masivas de civiles en Ucrania por parte de Putin. Matanzas semejantes, según dicen, a las que ya realizó en Siria, especialmente en Alepo, ejemplos todos ellos de sus supuestos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El coronel Black respondía con contundencia calificando todo ello de mentiras. Y dejando absolutamente claro que el verdadero agresor y autor de todo tipo de crímenes en Siria es Estados Unidos. Afirmaciones que hace desde la autoridad que le concede el haber sido testigo directo:
“Bueno, permítanme empezar, si puedo, diciéndole a nuestros oyentes que soy muy patriota: me alisté como voluntario en los Infantes de Marina y me ofrecí para ir a Vietnam. Luché en la campaña de la infantería más sangrienta de toda la guerra. Y fui un piloto de helicóptero que voló en 269 misiones de combate. Mi aeronave fue alcanzada por fuego de tierra en cuatro misiones. Luego, luché sobre el terreno con la Primera División de Infantería de Marina, y durante una de las 70 patrullas de combate que realicé, murieron los soldados que operaban la radio y yo fui herido mientras atacábamos e intentábamos rescatar un puesto avanzado de infantería que estaba rodeado.
Así que soy muy pro Estados Unidos. De hecho, formé parte de la OTAN y estaba dispuesto a morir en Alemania, para defendernos de un ataque de la Unión Soviética. Pero Rusia no es la Unión Soviética, en absoluto. La gente no entiende eso porque los medios de comunicación no lo han dejado claro. Pero Rusia no es un Estado comunista; la Unión Soviética era un Estado comunista.
Ahora, una de las cosas que he visto que se alega [las matanzas de civiles que ya realizó Rusia en Siria] ha sido particularmente irritante para mí debido a mi experiencia con Siria: Yo he estado en la ciudad de Alepo. La ciudad de Alepo es la ciudad más grande de Siria, o lo era al menos antes de que comenzara la guerra. Y hubo una tremenda batalla. Algunos la llaman el ‘Stalingrado de la guerra de Siria’, lo que no es una mala comparación. Fue una batalla terriblemente amarga que se prolongó desde el 2012 hasta el 2016. En el transcurso del combate urbano, las fuerzas que luchan se ven obligadas a destruir edificios. Los edificios son derribados a gran escala. Y esto ocurre siempre que hay un combate urbano. […].
Lo que sí sé y les puedo contar sobre Alepo, es que Rusia era extremadamente reacia a involucrarse en el combate en Siria. La guerra comenzó en el 2011, cuando Estados Unidos desembarcó a sus agentes de la Central de Inteligencia (CIA) para comenzar a coordinarse con Al Qaeda y otros grupos terroristas. Habíamos sido defensores incondicionales de Al Qaeda, desde antes de que comenzara formalmente la guerra. Hoy somos partidarios de Al Qaeda, donde están embotellados en la provincia de Idlib. La CIA los abasteció bajo la secreta Operación Timber Sycamore. Les dimos todas sus armas antitanque, todos sus misiles antiaéreos. Y Al Qaeda siempre ha sido nuestra fuerza sustituta sobre el terreno. Ellos, junto con el Estado Islámico, han llevado a cabo la misión de Estados Unidos, junto con un gran número de afiliados que realmente son una especie intercambiable. Los soldados del Ejército Sirio Libre pasan del Estado Islámico a Al Qaeda y al Ejército Sirio Libre, con bastante fluidez.
Nosotros empezamos esa guerra. Estados Unidos tiene una política estratégica de utilizar sustitutos para hacer la guerra. Nuestro objetivo era derrocar al gobierno legítimo de Siria, y para ello empleamos a soldados sustitutos que eran los más viles de todos los terroristas. Algo muy parecido está ocurriendo ahora mismo en Ucrania.
Pero volviendo a Alepo, el ejército sirio, junto con Hezbolá, fue muy eficaz; hubo algunas tropas que también fueron organizadas por Irán, pero fue más bien un despliegue sirio, ciertamente dirigido por generales sirios. Y habían librado este amargo combate urbano, muy brutal, muy sangriento. Y habían luchado durante cuatro años, antes de que Rusia se uniera a la batalla. Así que después de cuatro años, la ciudad de Alepo tenía una enorme destrucción. Y en ese momento, los rusos, por invitación del gobierno legítimo de Siria, entraron en la guerra. Pero, a diferencia de lo que informan muchos medios, no entraron en la guerra como una fuerza terrestre. Tenían algunas pequeñas fuerzas terrestres; tenían policía militar, algunas unidades de artillería, algunas personas de operaciones especiales y un buen número de asesores y ese tipo de cosas. Pero no eran una fuerza terrestre significativa.
Por otro lado, eran una fuerza aérea importante y muy eficaz que complementaba a la Fuerza Aérea Siria. Pero realmente fue solo el último año de la guerra, la batalla por Alepo, solo el último año, cuando entraron y su poder aéreo fue muy efectivo. Y para entonces, los sirios habían desgastado bastante a las fuerzas terroristas. Y la ayuda rusa pudo inclinar la balanza, y Alepo fue la gran victoria de toda la guerra siria.
Pero culpar a los rusos de la destrucción masiva que tuvo lugar dentro de Alepo, es descabellado: porque ellos no estaban allí, ni siquiera estaban presentes cuando esto sucedió. Así que esto es simplemente otra parte de la narrativa propagandística, que ha sido muy efectiva para Occidente para satanizar a Rusia, y haciendo afirmaciones que no tienen sustancia. Pero la gente no se acuerda de la historia de estas cosas: son bastante complejas. Así que, no, Rusia no fue en ningún caso responsable de la enorme destrucción que sufrió la ciudad de Alepo.”
La violencia sin límites del “benévolo” Imperio occidental, controlando a la vez la información
En la respuesta a la segunda pregunta que se le realizó deja igualmente muy clara otra cuestión, la central en este artículo: la perversión de los objetivos, medios y métodos que “nosotros los buenos” tuvimos y seguimos teniendo en Siria. Una violencia sin límites. Un país arrasado por una injustificable guerra de agresión, otra más, del “Imperio benévolo”. El mismo Imperio que con sus prostitutos medios de “información” se dedica a culpar de esa gran tragedia a Rusia, o mejor al autócrata y criminal Putin:
“La guerra de Estados Unidos contra Siria es una guerra de agresión. Pusimos un centro de actividades especiales de la CIA altamente secreto. Estos son una especie de James Bond de la Agencia Central de Inteligencia, totalmente maquiavélicos; harán cualquier cosa, no hay ningún obstáculo con estos tipos. Los enviamos allá y comenzamos la guerra en Siria. La guerra no existía hasta que enviamos a la CIA a coordinarse con elementos de Al Qaeda. Así que nosotros la comenzamos, no nos invitaron a que fuéramos a Siria.
De hecho, Estados Unidos se ha apoderado de dos partes importantes de Siria. Una es una parte muy importante, el río Éufrates, que corta alrededor de un tercio de la parte norte de Siria: Estados Unidos invadió esa parte. De hecho, pusimos tropas sobre su territorio, de forma ilegal –en contra de cualquier norma del derecho internacional de la guerra– fue sólo una toma. A esto se refirió John Kerry, el entonces Secretario de Estado, que se sentía frustrado por la tremenda victoria de las Fuerzas Armadas Sirias contra Al Qaeda y el Estado Islámico. Y dijo, ‘bueno, probablemente tengamos que pasar al Plan B’. No anunció cuál era el Plan B, pero se desenvolvió con el tiempo: El plan B era la toma estadounidense de esa parte del norte de Siria.
La importancia de tomar esa parte de Siria está en que es el granero de todo el pueblo sirio. Antes de la guerra, Siria tenía realmente un importante excedente de trigo y la gente estaba muy bien alimentada en Siria. Queríamos llevarnos el trigo, para provocar la hambruna entre el pueblo sirio.
Lo otro que pudimos hacer, fue apoderarnos de la mayor parte de los yacimientos de petróleo y gas natural, que se localizan también en esa parte norte más allá del río Éufrates. Y la idea era que, robando el petróleo y luego el gas, podríamos cerrar el sistema de transporte, y al mismo tiempo, durante los inviernos sirios, podríamos congelar hasta la muerte a la población civil siria, que en muchos casos estaban viviendo en escombros, donde estos ejércitos terroristas, con divisiones mecanizadas habían atacado y simplemente destruido totalmente estas ciudades. Queríamos matar de hambre y congelar al pueblo de Siria. Ese era el plan B.
En cierto momento nos sentimos frustrados, porque de alguna manera estos sirios, estos malditos sirios… que es un país tan pequeño, ¿y por qué esta gente es tan resistente? Están luchando contra dos tercios de toda la fuerza militar e industrial del mundo. ¿Cómo es posible que una nación de 23 millones de personas pueda soportar esto durante más de una década? Así que decidimos que teníamos que actuar o íbamos a perder a Siria por completo. Y así, el Congreso de Estados Unidos impuso las Sanciones César. Las Sanciones César fueron las más brutales jamás impuestas a ninguna nación. Durante la Segunda Guerra Mundial, las sanciones no eran tan estrictas como en el caso de Siria.
¡No estábamos en guerra con Siria! Y sin embargo, teníamos un bloqueo naval alrededor del país. Devaluamos su moneda a través del sistema SWIFT para los pagos internacionales, lo que les ha hecho imposible comprar medicamentos. Las mujeres sirias contraían cáncer de mama, al igual que sucede aquí en este país. Pero en cambio, cuando en este país el cáncer de mama se ha convertido en algo relativamente tratable, cortamos los suministros médicos para que las mujeres en Siria murieran de cáncer de mama porque no podían conseguir los medicamentos, ya que les impedimos poder recibir dólares a través del sistema SWIFT.
Una de las últimas cosas que hicimos, y las pruebas son vagas al respecto, es que hubo una misteriosa explosión en el puerto del Líbano, y fue una enorme explosión de un barco cargado de fertilizante de nitrato de amonio. Mató a cientos de libaneses. Hirió a miles y miles de personas, destruyó la economía del Líbano. Y, más importante, destruyó al sistema bancario del Líbano, que era una de las pocas líneas de salvación que le quedaban a Siria. No creo que esa explosión haya sido accidental. Creo que fue orquestada, y yo sospecho que la CIA estaba al tanto de qué nación llevó a cabo esa acción para destruir el puerto de Beirut.
Pero en todo momento se ve este enfoque maquiavélico, en el que usamos la fuerza y la violencia sin límites. Y al mismo tiempo, controlamos los medios informativos a nivel mundial, hasta el punto de borrar todas las discusiones sobre lo que verdaderamente está sucediendo. Entonces, el hombre o la mujer de la calle, creen que las cosas están bien. Todo se hace por razones altruistas; pero no es así.”
La perversión y barbarie más absolutas: niños y mujeres esclavizadas y violadas sistemáticamente por los “liberadores rebeldes moderados”
A continuación, en su tercera respuesta, presenta un panorama aún más desolador, si es que eso es posible, al explicar cuáles eran los incentivos que se ofrecían a los terroristas: incentivos como el de apropiarse de las mujeres sirias tras matar a los maridos, cosa que hicieron en grandes cantidades. A lo que se añadían campañas de barra libre para las violaciones. O apropiación de personas como esclavos, en especial de niños por parte de pedófilos. A lo que me permitiría añadir que esa misma barbarie es la que ya antes se llevó a cabo en la próspera Libia, con la complicidad de las televisiones de nuestras pulcras salas de estar domésticas. Unas televisiones, por tanto asesinas, prostitutas, perversas y pedófilas:
“[…] siempre hemos trabajado con los terroristas. Ellos eran el núcleo. Una de las políticas que se siguieron fue que bajo esta versión extrema del Islam, el wahabismo, había esta idea de que posees a una mujer que agarras con tu fuerte brazo derecho en la batalla. Y esto se remonta al siglo VII. Y así facilitamos el movimiento de terroristas islámicos de 100 países, vinieron y se unieron al Estado Islámico, se unieron a Al Qaeda, se unieron al Ejército Sirio Libre, todos estos diferentes. Y una de las cosas que sabían cuando llegaron es que tenían el derecho legal de asesinar a los maridos –no hablo de militares, hablo de civiles–, podían asesinar a los maridos, podían matarlos, y luego podían poseer y ser dueños de sus esposas y sus hijos. E hicieron esto en grandes cantidades.
Hubo una campaña organizada de violaciones en toda la nación de Siria. Y en realidad había mercados de esclavos que surgieron en algunas de estas zonas rebeldes donde realmente tenían listas de precios de las diferentes mujeres. Y curiosamente, los precios más altos eran para los niños más pequeños, porque había un gran número de pedófilos que querían poseer niños pequeños, porque según las leyes que se aplicaban, se les permitía violar a estos niños repetidamente. Podían violar a las viudas de los soldados o civiles asesinados, y adueñarse de ellas y comprarlas y venderlas entre ellos. Esto sucedía.
No digo que la CIA creara esto, pero entendían que era una política generalizada y la aprobaban. Nunca la criticaron de ninguna manera. La situación era tan grave que hablé con el Presidente al-Ásad sobre el asunto, cuando visité varias zonas de combate y la capital en 2016. Al-Ásad me dijo que en ese momento estaban trabajando en una legislación en el parlamento, para cambiar la ley de ciudadanía. Siempre habían seguido la ley islámica, según la cual la ciudadanía de un hijo deriva del padre. Pero había tantas decenas, cientos de miles de mujeres sirias embarazadas por estos terroristas que fueron importados a Siria, que fue necesario cambiar la ley, para que [sus hijos] tuvieran la ciudadanía siria y no tuvieran que ser devueltos a su padre del Estado Islámico en Arabia Saudí o en Túnez. Podrían quedarse en Siria. Y lo comprobé después y esa ley se aprobó y se aplicó.”
Ahora toca apropiarse de Rusia mediante la OTAN, la alianza que se creó únicamente para defendernos de la ahora extinta Unión Soviética
En su respuesta a la cuarta cuestión que Mike Billington le propuso, referente ya a la guerra de Ucrania, el coronel Black deja absolutamente claro que ahora se trata de apropiarse de Rusia, enorme y riquísima en recursos naturales. De apropiarse de Rusia mediante una OTAN cuyo único propósito era defenderse de la Unión Soviética, una OTAN que se debería haber disuelto cuando desapareció el Pacto de Varsovia. Aprovecho para recordar que Mckinder llamaba a esa región “el corazón de la tierra”: «Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo.» Cualquier poder que controlase la Isla-Mundial controlaría más del 50 % de los recursos del mundo. El coronel Black incluso considera que el no haber disuelto la OTAN en su momento es una de las grandes tragedias de la historia:
“Rusia ha sido bendecida con recursos naturales, quizás más que cualquier otra nación en la Tierra. Son un gran productor de cereales, de petróleo, de aluminio, de fertilizantes, de un inmenso número de cosas que se vinculan a toda la economía mundial. Y sin duda hay gente que mira esto y dice ‘si pudiéramos de alguna manera fragmentar a Rusia, se harían fortunas, hasta el punto de que se harían billonarios por docenas’. Y hay cierta atracción a esto. Ciertamente, ya se ha visto que algo de esto está sucediendo, con intereses extranjeros que se apoderan de Ucrania, y toman sus vastos recursos.
Pero, comenzamos a avanzar hacia Rusia, casi inmediatamente después de que se disolviera la Unión Soviética en 1991. La Unión Soviética se disolvió, el Pacto de Varsovia se disolvió. Y por desgracia, una de las grandes tragedias de la historia es que no logramos disolver la OTAN. El único propósito de la OTAN era defenderse de la Unión Soviética. La Unión Soviética ya no existía. La OTAN se enfrentaba al Pacto de Varsovia. El Pacto de Varsovia desapareció; ya no existía. No tenía sentido que la OTAN siguiera existiendo. Sin embargo, la mantuvimos, y no podía existir si no tenía un enemigo. Rusia estaba desesperada por formar parte de Occidente.
Poco después de la disolución de la Unión Soviética, me reuní con el director de Gazprom, la mayor empresa de Rusia. Me explicó cómo estaban luchando para que sus medios de comunicación fueran tan libres como en Occidente. Nos percibían como mucho más libres y abiertos que ellos. Y me dijo, ‘sabes, tenemos este problema porque tenemos este levantamiento en Chechenia, que es parte de Rusia. Los rebeldes chechenos envían vídeos a la televisión rusa y nosotros los transmitimos en la televisión rusa, porque así funciona la libertad de expresión’.
Y yo dije: ‘¿Estás bromeando? ¿Están publicando las películas de propaganda del enemigo?’. Y me respondió: ‘Sí. ¿No es así como lo hacen en Estados Unidos?’. Le dije que ‘No. En la Segunda Guerra Mundial, tomamos al jefe de Associated Press y lo pusimos a cargo de la censura en tiempos de guerra, y fue muy estricta’.
Pero esto es sólo un ejemplo de cómo se estaban esforzando. Pasaron de ser un país oficialmente ateo, a convertirse en la mayor nación cristianizada de Europa, por mucho. No sólo el pueblo era el más cristianizado de cualquier país importante de Europa, sino que el propio gobierno apoyaba mucho a la iglesia, a la fe cristiana. Modificaron su Constitución para decir que el matrimonio era la unión de un hombre y una mujer. Se volvieron muy restrictivos con la práctica del aborto. Acabaron con la práctica de las adopciones en el extranjero, donde algunas personas iban a Rusia y adoptaban niños pequeños con fines inmorales. Se convirtieron en una cultura totalmente diferente.
En cualquier caso, Estados Unidos tiene esta estrategia de larga data, esta estrategia político-militar, de expandir el imperio. Lo hicimos en Oriente Medio, donde intentamos crear un enorme imperio neocolonial. Se volvió un asunto bastante desgastante. La gente no lo quería. Y parece estar condenado a la extinción en algún momento, pero puede continuar durante otros 100 años. Pero en cualquier caso, estamos tratando de hacer algo similar, mientras nos movemos hacia el Este, hasta prácticamente la frontera rusa.”
Aporte masivo de armamento a los ucranianos, cuyas vidas no nos importan absolutamente nada
A continuación Mike Billington le formuló una quinta cuestión: la del suministro masivo de armamento, tanto defensivo como ofensivo, al régimen de Kiev. Una cuestión entonces ya muy espinosa. Pero ahora mucho más, tras el empecinamiento de Estados Unidos en enviar incluso misiles de tecnología mucho más avanzada y de mediano alcance, capaces de atacar el territorio ruso. Y ello pese a las serias advertencia de Rusia referentes a que eso implicará la extensión de la guerra a otros países. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y otros vienen declarando que no basta con un apoyo a la guerra sino que tiene que haber una victoria a toda costa. La lúcida respuesta del coronel Black es panorámica, abarca todo un abanico de muy graves cuestiones:
“Creo que [tal suministro de enormes cantidades de armamento militar] lo que hará es garantizar que mueran innecesariamente un tremendo número de soldados ucranianos inocentes. Muchos soldados rusos morirán innecesariamente. Son niños. Sabes, los niños van a la guerra. Yo fui a la guerra cuando era niño. Crees que tu país, con razón o sin ella, todo lo que hacen está bien. Se me rompe el corazón cuando miro las caras de los jóvenes rusos que han sido abatidos, en algunos casos de forma muy criminal, por las fuerzas ucranianas. Y del mismo modo, veo a los jóvenes ucranianos, que están siendo masacrados en el campo de batalla.
¡No nos importa! A Estados Unidos y a la OTAN no les importa cuántos ucranianos mueran. Ni civiles, ni mujeres, ni niños, ni soldados. No nos importa. […]. Ahora, estamos enviando cantidades fantásticas de armas, y eso ha provocado que las acciones de Raytheon, que produce misiles, y de Northrop Grumman, que construye aviones y misiles, todas estas industrias de defensa se hayan hinchado tremendamente con el dinero de los impuestos. No creo que al final vaya a cambiar el resultado. Creo que Rusia se impondrá. Los ucranianos están en una posición estratégica muy incómoda en el este.
Fíjate en la manera en que se desenvolvió esto. El Presidente Putin hizo un esfuerzo desesperado para detener la marcha hacia la guerra en diciembre del 2021. Llegó a poner sobre la mesa propuestas concretas por escrito dirigidas a la OTAN, propuestas de paz para desactivar lo que se avecinaba. Porque en ese momento, Ucrania estaba concentrando tropas para atacar el Donbáss. Y por lo tanto, él estaba tratando de evitar esto. Él no quería la guerra. Y la OTAN se limitó a ignorarlas, a descartarlas; nunca las tomó en serio ni quiso entablar negociaciones serias.
En ese momento, Putin, al ver que los ucranianos armados, con armas para matar a las tropas rusas estaban literalmente en sus fronteras, decidió que tenía que atacar primero. Se puede ver que esto no era un ataque planificado previamente. Esto no fue como el ataque de Hitler a Polonia, donde la regla general es que siempre tienes una ventaja de 3 a 1 cuando eres el atacante. Se tienen que concentrar tres veces más tanques, artillería, aviones y hombres que el otro bando. De hecho, cuando Rusia entró, lo hizo con lo que tenía, con lo que pudo reunir en poco tiempo. Y fueron superados en número por las fuerzas ucranianas. Las fuerzas ucranianas eran alrededor de unas 250.000. Los rusos tenían quizás 160.000. Así que en lugar de tener el triple, en realidad tenían menos tropas que los ucranianos. Pero se vieron obligados a atacar, para tratar de adelantarse a la batalla que se avecinaba, en la que los ucranianos habían concentrado estas fuerzas contra el Donbáss.
El Donbáss es adyacente a Rusia. Es una porción de Ucrania que no se unió al gobierno revolucionario que dio el golpe de estado en el 2014 y que derrocó al gobierno de Ucrania. Se negaron a formar parte del nuevo gobierno revolucionario de Ucrania y declararon su independencia. Y cuando Ucrania había concentrado este enorme ejército para atacar al Donbáss, Rusia se vio obligada a entrar para prevenir ese ataque planeado. Se podía ver que Rusia esperaba poder llevar a cabo esta operación especial sin causar demasiadas bajas a los ucranianos, porque piensan en los ucranianos, o al menos pensaban en los ucranianos como hermanos eslavos; [con los] que querían tener buenas relaciones.
Hay una famosa foto con un tanque ruso, que había sido detenido por una reunión de unos 40 civiles que simplemente salieron a la carretera y bloquearon el camino y el tanque se detuvo. Te puedo decir que en Vietnam, si hubiéramos tenido un grupo de personas que se interpusieran en el camino de un tanque americano, ¡ese tanque no habría disminuido su velocidad, en lo más mínimo! No habría tocado la bocina, no habría hecho nada; no habría hecho un disparo de advertencia. Simplemente habría seguido adelante. Y creo que eso es lo más típico, no estoy criticando a los estadounidenses. Yo estaba allí y estaba luchando, y probablemente habría atravesado el [grupo con el] tanque yo mismo.
Lo que digo es que las reglas de los rusos para entablar combate eran muy, muy cautelosas. No querían crear una gran cantidad de odio y animosidad. Los rusos no entraron bombardeando el sistema eléctrico, los sistemas de medios de comunicación, los sistemas de agua, los puentes y demás. Intentaron mantener la infraestructura de Ucrania en buen estado porque querían que se recuperara. Sólo querían que esto terminara y volver a la normalidad. No funcionó. La resistencia de los ucranianos fue inesperadamente dura. Los soldados ucranianos lucharon con gran valor, con gran heroísmo. Pero ahora el juego se ha calentado y se ha vuelto mucho más serio.
Es sorprendente ver que a pesar de que Rusia domina el espacio aéreo, no han derribado los sistemas de trenes; no han derribado las plantas de energía, no han derribado tantas cosas. Nunca han bombardeado los edificios del centro de Kiev, la capital de Ucrania; no han bombardeado los edificios donde se reúne el parlamento. Han sido increíblemente reservados sobre estas cosas, esperando contra toda esperanza que se pueda alcanzar la paz.
Pero no creo que Ucrania tenga nada que ver con la decisión sobre la paz o la guerra. Creo que la decisión sobre la paz o la guerra se toma en Washington, DC. Mientras queramos que la guerra continúe, libraremos esa guerra, utilizando a los ucranianos como sustitutos, y la libraremos hasta el último ucraniano muerto.”
Tenemos que entender la gravedad de lo que estamos haciendo: Estados Unidos lleva al mundo a una guerra nuclear
La sexta cuestión puesta por Mike Billington nos lleva ya a lo impensable: “¿Cómo evalúa usted la posibilidad de que estalle una guerra directamente entre Estados Unidos y Rusia? ¿Y cómo sería eso?” He aquí la perturbadora respuesta:
“[…] Tenemos que reconocer el riesgo de jugar a estos juegos […]. Por ejemplo, los medios informativos turcos acaban de publicar un artículo diciendo que en Mariúpol, donde hubo un gran asedio, los rusos finalmente ganaron. La única zona que no han tomado todavía es esta tremenda planta de acero. Hay muchos soldados ucranianos que se han refugiado allí. Y ahora ha salido a la luz que aparentemente hay 50 oficiales superiores franceses, que están atrapados en esa planta siderúrgica junto con los ucranianos. Los soldados franceses han estado sobre el terreno luchando, dirigiendo la batalla.
Y esto se mantuvo en secreto, ultra secreto, debido a las elecciones francesas que acaban de ocurrir. Si el pueblo francés hubiera sabido que había un gran número de oficiales franceses atrapados y que probablemente iban a morir en esa planta siderúrgica, las elecciones habrían ido por otro lado. Marine Le Pen habría ganado. Y por eso era muy importante para todo el estado profundo, que no saliera a la luz que estos oficiales franceses estaban allí.
Sabemos que hay oficiales de la OTAN que están activos sobre el terreno en Ucrania como asesores y demás. Yo supongo, y esto es una suposición, podría estar equivocado, que el buque insignia de la Flota rusa del Mar Negro, el Moskva, fue hundido al ser alcanzado por misiles antibuque. Yo supongo que esos misiles, creo que hay una buena posibilidad, fueron disparados por los franceses. Podría estar equivocado, pero esos misiles son tan ultrasensibles y tan peligrosos para nuestros buques, que no creo que la OTAN le confiaría los misiles a los ucranianos, ni a nadie más. Creo que tienen que mantenerse bajo control y operación de la OTAN. Creo que probablemente fueron fuerzas de la OTAN las que hundieron realmente el Moskva.
Y pueden ver que estamos tomando estas acciones tan temerarias, y cada vez como que subimos la apuesta –resulta que soy republicano– pero tenemos dos senadores estadounidenses republicanos que han dicho que, ‘bueno, puede que simplemente tengamos que utilizar armas nucleares contra Rusia’. Eso es una locura. Creo que es importante que la gente comience a debatir lo que significaría una guerra termonuclear.
Tenemos que entender. Pensamos que ‘somos grandes y somos malos y tenemos todas estas cosas’. Rusia es más o menos comparable a Estados Unidos en cuanto a potencia nuclear. Tienen misiles hipersónicos que nosotros no tenemos. Pueden evadir absolutamente cualquier detección oportuna, y pueden disparar misiles desde Rusia y llegar a San Francisco, Los Ángeles, Chicago, Detroit, Baltimore, Washington, DC, Nueva York.
Piensa sólo en Virginia, donde casualmente vivo. Rusia tiene una flota muy grande y eficaz de submarinos nucleares que se encuentran frente a la costa de Estados Unidos. Tienen un gran número de misiles con ojivas nucleares que pueden evadir cualquier defensa que tengamos. Si hubiera una guerra nuclear, en esencia todo el norte de Virginia sería aniquilado. Difícilmente quedaría cualquier vida humana en los condados de Loudoun, Prince William, Fairfax, Arlington y Alexandria. El Pentágono se encuentra en el condado de Arlington: El Pentágono sería simplemente una masa incandescente de arena fundida. No habría vida humana allí. Y no habría vida humana en muchos kilómetros a la redonda. Al otro lado del Potomac, la capital de la nación, no quedaría vida en la capital de la nación. El edificio del Capitolio desaparecería para siempre. Todos los monumentos, todas estas cosas gloriosas, no quedaría nada.
Si vas a la costa de Virginia, tienes el Astillero Naval de Norfolk, tienes el puerto de Norfolk. Tienes la mayor acumulación de poder naval sobre la faz de la Tierra. Aquí es donde atracamos todos nuestros portaaviones, nuestros submarinos nucleares, todas esas cosas. No quedaría nada. No quedaría nada de ninguna de esas industrias navieras de allí.
Y puedes ampliar eso. Hablar de la ciudad de Nueva York. No sólo moriría todo el mundo, sino que probablemente sería imposible que la gente habitara la ciudad de Nueva York durante cientos de años después. Pero no sólo dejaría de ser un lugar de vida humana vibrante, sino que probablemente, durante medio milenio, no se recuperaría ningún tipo de civilización.
Tenemos que entender la gravedad de lo que estamos haciendo. Tal vez si fuera una cuestión de vida o muerte para Estados Unidos, lo que ocurra en Ucrania, eso sería una cosa. Ciertamente, cuando la Unión Soviética puso misiles en Cuba, que apuntaban a Estados Unidos, eso valía la pena correr el riesgo, porque estaban justo en nuestra frontera y nos amenazaban. Era una batalla que valía la pena librar y valía la pena correr el riesgo. Los rusos están en esto exactamente en la imagen de espejo de esa situación, porque para ellos, la vida de Rusia depende de impedir que la OTAN siga avanzando hacia Ucrania, justo hasta sus fronteras. No pueden permitirse no librar esta guerra. No pueden permitirse no ganar esta guerra.
[…] Ucrania está en un lugar que no tiene importancia para los estadounidenses; Ucrania no tiene sentido para los estadounidenses; no tiene ningún impacto en nuestra vida cotidiana. Y, sin embargo, estamos jugando a este juego temerario que pone en riesgo la vida de todos los habitantes de Estados Unidos y Europa Occidental ¡para nada! ¡Absolutamente para nada!”
Gentes muy peligrosas en el liderazgo de Estados Unidos
La séptima pregunta realizada fue esta: “Sin duda, muchos oficiales de alto grado comprenden las consecuencias que usted acaba de describir de forma bastante espeluznante. ¿Por qué, mientras que en Italia, en Francia, en Alemania, hay algunos generales que están hablando, que advierten que estamos siguiendo un rumbo que podría llevar a una guerra nuclear, por qué no escuchamos esas voces de oficiales de alto grado, retirados quizás, que digan lo que usted está diciendo hoy aquí?”. La respuesta nos retrotrae al momento en el que los “carismáticos” políticos de la élite globalista fueron también controlando el estamento militar:
“Ha habido un tremendo deterioro en la calidad de los oficiales de alta graduación, que se remonta a, bueno, ciertamente la década de 1990. Tuvimos oficiales de alto grado muy, muy buenos, durante el tiempo que estuve en servicio activo –me retiré en el 94–, simplemente gente de calidad superior. Pero lo que sucedió posteriormente, es que asumió el Presidente Clinton en el cargo; más tarde, tuvimos a Obama. Ahora tenemos a Biden. Ellos hacen un chequeo político muy estricto a sus oficiales militares, de tal modo que ahora tenemos solo a los ‘¡sí señor!’. No se trata de personas cuya principal devoción es a Estados Unidos y a su pueblo. Su principal devoción es su carrera y su capacidad de relacionarse con otros oficiales militares al retirarse. Hay una red muy fuerte que puede colocar a los generales de las fuerzas armadas en grupos de expertos (think tanks), donde promueven la guerra, en organizaciones como Raytheon y Northrop Grumman, y todas estas operaciones de defensa, donde pueden entrar en las juntas y cosas por el estilo.
Hay un precio personal que se paga por decir: ‘Oye, detente. La guerra no es del interés del pueblo estadounidense’. Si tuviéramos una mejor calidad de individuos, tendríamos personas con el valor para decir, ‘No me importa lo que me cueste personalmente’. Pero es muy difícil llegar a los rangos superiores, si eres un individuo guiado por principios, patriotismo, y la devoción a la gente de esta nación. No es así como funciona. En algún momento, necesitamos un Presidente que entre y sacuda el árbol, y haga caer a mucha de esta gente de él, porque son peligrosos. Son muy peligrosos para Estados Unidos.”
“Gracias” a tanta mentira, nos encaminamos hacia un cataclismo y un dolor de una magnitud sin precedentes
Al ir finalizando ya la entrevista, en la octava cuestión, Mike Billington comenta que la única forma de parar este descenso al infierno y al posible holocausto nuclear, es con una nueva Paz de Westfalia en la que todas las partes se sienten juntas, reconozcan sus intereses soberanos y perdonen todos los crímenes del pasado. A lo que el coronel Black contrapone (de modo semejante a lo que yo mismo hice en la primera parte de este artículo), por una parte, la gran mentira en la que los medios mantienen a las sociedades occidentales y, por otra, la opinión generalizada en los muchos y grandes países que están de parte de Rusia:
“Creo que, desdichadamente, tendrá que haber un enorme dolor para que eso [reconocimientos mutuos y acuerdos de paz] se produzca, al igual que ocurrió con la Paz de Westfalia. Una guerra nuclear lo haría; un cataclismo económico de proporciones sin precedentes, resultante de la impresión desenfrenada de dinero que hemos realizado en los últimos 20 años. Hay cosas que podrían ocasionarlo. Pero en este momento, los medios de comunicación han sido tan absolutamente censurados, y tan tendenciosos, que el pueblo estadounidense realmente no tiene la percepción de la necesidad de nada de eso. Va a ser difícil.
Aquí hay algo interesante que ha sucedido. Aquí en este país, se podría pensar que todo el mundo está en contra de Rusia. No es así. De hecho, hay grandes países del mundo que se inclinan por Rusia en esta guerra, empezando por China, pero luego está Brasil, tienes Sudáfrica, Arabia Saudita; una amplia gama de países. India. La India respalda tremendamente a Rusia. La idea de que de alguna manera tenemos esta causa enormemente justa; a gran parte del mundo no le parece que sea justa, y gran parte del mundo no acepta la última propaganda sobre los crímenes de guerra.
Por ejemplo, esto de Bucha. Esta es probablemente la más destacada de todas las discusiones sobre crímenes de guerra. ¿Y qué fue lo de Bucha? Se grabó una película de un vehículo que circulaba por la carretera de Bucha, que había sido recuperada de manos de los rusos. Y cada cien metros más o menos había alguna persona con las manos atadas a la espalda, y que había sido asesinada. Esto no se anunció sino hasta cuatro días después de que los ucranianos habían retomado Bucha.
Nosotros no sabíamos casi nada al respecto. De hecho, ni siquiera teníamos pruebas de que la gente había sido asesinada. Pero suponiendo que lo hubieran hecho, no sabíamos dónde habían sido asesinados. No sabíamos quiénes eran. No sabíamos quién los había matado. No sabíamos por qué los habían matado. Nadie pudo dar un motivo adecuado para que los rusos los mataran. Los rusos retuvieron Bucha durante un mes. Si iban a matarlos, ¿por qué no lo hicieron durante ese mes? Y si vas a masacrar a un montón de gente, ¿no estarían todos en un mismo lugar y no les dispararías a todos allí? ¿Por qué estarían distribuidos a lo largo de un camino, a una milla de distancia? ¡No tiene sentido!
Lo que sí sabemos es que cuatro días después de que el alcalde de Bucha anunciara alegremente que la ciudad había sido liberada, cuatro días después de que el ejército ucraniano hubiera entrado, y su brazo de propaganda especial del ejército ucraniano estuviera allí, de repente estaban estos muertos en la carretera. ¿Cómo es que no estaban allí cuando los rusos estaban en el lugar? ¿Cómo es que sólo aparecieron cuando los rusos se fueron?
Si lo considerara simplemente como un caso criminal estándar, y estuviera hablando con la División de Investigación Penal del FBI, o con la policía militar o algo así, diría: ‘Bien, lo primero, echemos un vistazo a los ucranianos’. Yo supondría que, y empiezas con una corazonada cuando estás investigando un crimen, que los ucranianos mataron a estas personas después de que entraron, y después de que miraron a su alrededor, y dijeran: ‘Ok, ¿quién fue amistoso con las tropas rusas mientras los rusos estuvieron aquí? Los vamos a ejecutar’. Esa sería mi suposición. Porque no veo ningún motivo para que los rusos hayan matado a unas cuantas personas al salir de la ciudad. Y nadie lo cuestiona, porque los medios corporativos son tan monolíticos.
Sabemos de hecho, por boca del jefe de un hospital ucraniano, el tipo que dirigía el hospital, que se jactaba de haber dado órdenes estrictas a todos sus médicos, de que cuando trajeran prisioneros de guerra rusos heridos, debían castrarlos. Ahora bien, se trata de un horrible crimen de guerra, admitido por boca del administrador del hospital, y el gobierno ucraniano dijo: ‘le vamos a echar un vistazo a eso’, como si no fuera gran cosa. No puedo pensar en un crimen de guerra más horrendo y horroroso, jamás. ¿Dónde has oído hablar de ello, en ABC y MSNBC y CNN y FOX News? Ni un susurro. Y sin embargo, la prueba es innegable.
Tenemos otro video en el que los ucranianos llevaban a unos prisioneros de guerra a un punto central para procesarlos –y se trata de un vídeo de unos siete minutos– y los soldados ucranianos simplemente los matan a tiros. Probablemente 30 de estos soldados rusos heridos están tirados en el suelo, algunos de ellos claramente moribundos por sus heridas. A algunos les ponen bolsas de plástico en la cabeza. Ahora bien, se trata de tipos que están tendidos allí, en algunos casos heridos mortalmente con las manos atadas a la espalda, y tienen bolsas de plástico sobre sus cabezas, lo que les dificulta la respiración. Y como no pueden levantar las manos, no pueden quitarse las bolsas para poder respirar.
Al final del vídeo, los ucranianos traen una camioneta, y hay tres rusos no heridos. Prisioneros de guerra. Sin pensarlo ni dudarlo, al bajar los tres, y con las manos atadas a la espalda, le disparan a dos de ellos, justo delante de la cámara, y caen. El tercero se pone de rodillas y ruega que no le hagan daño. ¡Y lo matan a tiros!
Estos son crímenes. Y estos no fueron refutados por el gobierno ucraniano. ¡Pero nunca se sabría que ocurrieron siquiera! No digo que no estén sucediendo crímenes de guerra en ambos bandos. Solo digo que los únicos que he visto, pruebas bastante irrefutables de crímenes de guerra, han sido del lado ucraniano.
A menudo se oye decir, ‘bueno, los rusos han destruido esto o destruido aquello’. Bueno, tengo que decirles que sí se remontan a las guerras que libramos cuando invadimos Iraq, el ‘Shock y Pavor’, destruimos prácticamente todo en Iraq, todo lo que tenía importancia. Bombardeamos objetivos militares y civiles sin mucha discriminación. La coalición realizó 100.000 misiones en 42 días. Compara eso con los rusos, que sólo han volado 8.000 misiones en el mismo período de tiempo. 100.000 operaciones estadounidenses frente a 8.000, en el mismo tiempo.
Creo que los rusos han tendido a ser más selectivos. [Nuestra] filosofía de Shock y Pavor consiste en destruir todo lo que es necesario para sostener la vida humana y para que una ciudad funcione. Destruyes el suministro de agua, el suministro eléctrico, la calefacción, el petróleo, la gasolina; destruyes todos los puentes principales. Y luego solo sigues destruyendo todo.
Así que es realmente irónico. Y ten en cuenta que Iraq es un país relativamente pequeño. Ucrania es un país enorme. 100.000 vuelos en 42 días, 8.000 vuelos en el mismo tiempo. Una tremenda diferencia de violencia entre lo que nosotros hicimos en Iraq, y lo que ellos han hecho en Ucrania. Así que sencillamente no hay credibilidad cuando vas a los hechos y se observa la forma en que se ha conducido la guerra.”
Algo sorprendente: en los últimos treinta años, Estados Unidos no ha tenido ni un solo día sin guerras
Finalmente, en la novena y última cuestión, se le pide al coronel un comentario sobre el hecho de que si el horror que ya está teniendo lugar se combina con el colapso hiperinflacionario que ahora barre al mundo occidental, descenderemos a una era de tinieblas. Por lo cual, deberíamos motivar a los ciudadanos en Europa, en Estados Unidos. Y este el coronel Black termina hablando de esperanza:
“Las tropas rusas que entraron en combate en Ucrania, en su mayoría nunca habían experimentado el combate. Este es un ejército de tiempo de paz. Rusia no libra guerras en el extranjero. Siria es el único compromiso significativo en el extranjero que han tenido. Compárelo con Estados Unidos, donde, literalmente, si hoy un soldado se retira tras 30 años de carrera militar, no habrá pasado ni un solo día en el que Estados Unidos estuviera en paz. Algo sorprendente. Y lo contrastas con las fuerzas armadas rusas, en que con pocas excepciones, el país ha estado en paz. Verdaderamente tenemos que empezar a pensar en la paz y en los límites de la guerra. […] Siempre hay esperanza y creo que habrá cosas buenas en el futuro, con la bendición de Dios.”
Oliver Stone, John F. Kennedy, Vladimir Putin… aún la esperanza
Con motivo de la presentación en Barcelona de su última película, JFK: Caso revisado, Oliver Stone ha sido acosado a preguntas, como no podía ser de otro modo, sobre la guerra de Ucrania y el presidente Putin. Son conocidas sus declaraciones de hace ya años en las que afirmaba que, gracias a él Rusia todavía existe y el mundo no ha caído en el peor y más global de los totalitarismos. Si a semejantes valoraciones añadimos el factor fe, no es extraño que el patriarca ortodoxo de Moscú, Kirill, lo considere un hombre providencial.
Semejantes posicionamientos en el Occidente que el mismo Vladimir Putin califica como “un imperio de la mentira”, deben ser extremadamente chocantes para la inmensa mayoría de españoles. Pero la verdad nunca dependió de la soledad del mensajero ni de las multitudes que la sigan o rechacen. “La verdad y yo somos multitud”, afirmaba el mahatma Gandhi. “Y sin embargo se mueve”, sentenció Galileo Galilei.
Ni corto ni perezoso, en Barcelona el genial cineasta estadounidense se ha reafirmado otra vez en sus antiguas apreciaciones. Así, podemos leer, incluso en los titulares mismos, frases suyas como estas recogidas por Xavi Serra en el diario Ara: “Putin es un buen hijo de Rusia que trabaja para el interés de su pueblo Es un hombre razonable y racional que piensa antes de hablar, como un jugador de ajedrez”. O como estas:
“En Ucrania existe una larga historia de sentimiento antirruso y de discriminación de la población de etnia rusa –dice–. Esta es la base de la política del país desde que el golpe de estado del 2014 sacó por la fuerza al presidente Yanukóvich con el apoyo de Estados Unidos, que se ha gastado mucho dinero en Ucrania para desestabilizar Rusia. A Estados Unidos no le importa Ucrania ni la muerte de los ucranianos, solo conseguir un cambio de régimen en Rusia”.
“Es la típica propaganda occidental [las acusaciones contra Rusia de crímenes de guerra en Ucrania]. ¿Qué sentido tiene hablar de crímenes de guerra? Es una guerra, esto pasa en las guerras. Pero decir que es la política de Rusia es la cosa más estúpida que he oído nunca […]. [a Saddam Hussein] lo convertimos en un monstruo comparable con Hitler. […] Durante un tiempo estábamos bien con ellos [con China], pero ahora son nuestros enemigos y los acusamos de genocidio, como a Rusia, pero las cosas no son tan simples. Nuestra estrategia es señalar a los demás y gritar fuerte ‘¡Crímenes de guerra!’, pero así pervertimos el propósito de los juicios de Nuremberg”
Y quiero acabar recordando que, como expliqué largamente en un anterior artículo, el asesinato de John F. Kenedy no solo no es una temática ajena a la guerra de Ucrania, sino que se trata incluso del inicio de todo. En palabras de Oliver Stone, “John F. Kennedy se había vuelto incómodo para muchos. […] defendió que los vietnamitas debían ser libres para elegir su futuro, mantuvo buenas relaciones con el presidente egipcio Nasser, estuvo preocupado por la suerte del primer ministro congoleño Patrice Lumumba (asesinado también por la CIA)”. Algo de todo esto también aparece en el citado artículo de Xavier Serra:
“JFK fue el último presidente verdaderamente popular, estoy seguro de que habría ganado las elecciones del 1964 –defiende Stone–. Desde su muerte, nadie ha tenido habilidad para cambiar las cosas ni el valor de desafiar a la CIA, que controla la política exterior”. Para el director de Platoon, Kennedy era un guerrero de la paz que alertó sobre el peligro de tener una pax americana impuesta por la fuerza de las armas, que es justamente lo que tenemos ahora. El objetivo de Kennedy, asegura Stone, era no fomentar el imperialismo norteamericano: Era irlandés y su familia había luchado contra los ingleses, conocía la historia de Irlanda de arriba abajo. Tenía buenas relaciones con el Egipto de Nasser y Oriente Medio y quería invertir en Sudamérica, no en el ejército. Kennedy había sido militar y por eso sabía cómo había crecido la influencia y el presupuesto militar y el peligro que esto comportaba. El cineasta, de hecho, pone la OTAN como ejemplo de organización completamente superflua. Y añade: Si pensáis que formar parte de la OTAN proporciona seguridad a España, estáis locos”.
Video de la entrevista al coronel Richard Black (Executive Intelligence Review, 27.04.2022)