La relación bien establecida entre las vacunas de ARNm de la COVID-19 y los coágulos sanguíneos, la miocarditis, los infartos de miocardio y los derrames cerebrales es razón suficiente para detener el programa de vacunas, argumenta un oncólogo londinense.

Y además, la edad media de fallecimiento por la COVID-19 en el Reino Unido es de 82 años, superior a la de todas las demás causas, 81 años.

Pero hay otra razón suficiente para suspender las vacunas, escribió el Dr. Angus Dalgleish, catedrático de Oncología de la Universidad St. George de Londres, en una carta al British Medical Journal.

«Como oncólogo en activo, veo cómo personas con una enfermedad estable empeoran rápidamente tras verse obligadas a recibir una dosis de refuerzo, normalmente para poder viajar», escribió al redactor jefe del BMJ, el Dr. Kamran Abbasi.

«Incluso entre mis contactos personales estoy viendo una enfermedad de células B después de los refuerzos», escribió. «Describen que se encuentran claramente indispuestos unos días o semanas después del refuerzo: uno desarrolla leucemia, dos compañeros de trabajo linfoma no Hodgkin, y un viejo amigo que se siente como si hubiera tenido Covid persistente desde que recibió el refuerzo y al que, tras sufrir fuertes dolores óseos, le han diagnosticado metástasis múltiples de un raro trastorno de células B».

Dalgleish afirmó que tiene suficiente experiencia en este campo «para saber que no se trata de las anécdotas casuales que muchos sugieren, sobre todo porque se está observando el mismo patrón en Alemania, Australia y Estados Unidos».

Dijo que sus observaciones encajan con el patrón observado en todo el mundo de supresión inmunitaria innata durante varias semanas después de la vacunación con ARNm.

«Todos estos pacientes hasta la fecha tienen melanoma o cánceres basados en células B, que son muy susceptibles al control inmunológico, y eso ocurre antes de los informes de supresión de genes supresores por ARNm en experimentos de laboratorio.»

Dalgleish concluyó:

«Esto debe airearse y debatirse inmediatamente».

Un estudio reciente descubrió un fuerte aumento del cáncer en personas menores de 50 años.

Los investigadores del Brigham and Women’s Hospital citaron aumentos en todo el mundo del cáncer de mama, colon, esófago, riñón, hígado y páncreas.

Uno de los patólogos más prolíficos del país, el Dr. Ryan Cole, ha informado de un aumento significativo de los casos de cáncer en su laboratorio de Boise (Idaho).

Ha recibido datos de oncólogos que indican que las vacunas de ARNm alteran el sistema inmunitario. Dijo en una entrevista que los médicos informan de «ver los cánceres más extraños, y los cánceres que hemos sido capaces de mantener bajo control y tratar, disparándose como un reguero de pólvora, pasando a estadio 2, estadio 3, estadio 4, así de fácil».

Mientras tanto, un profesor del MIT es coautor de un artículo en el que se constata un aumento del 25% de las llamadas de urgencia por infarto entre los jóvenes israelíes tras la implantación de la vacuna de ARNm en el país.

Fuente: WND News Center

Foto: Dr. Angus Dalgleish

Dr. Ryan Cole: aumento de cáncer después de recibir la vacuna de la COVID (enero 2022)