La tragedia «humanitaria» en Yemen ha estado mucho en las noticias últimamente. Lo que la mayoría de los medios de comunicación y las ONG no aclaran es que no se trata de una misteriosa «hambruna» que ha ocurrido orgánicamente como resultado de una guerra: el pueblo yemení está muriendo de hambre deliberadamente y las Naciones Unidas y varios de sus organismos ayudan y instigan el hambre a través de la ilegítima Resolución 2216, que en primer lugar nunca debería haber sido aprobada.

Muchos han aplaudido el reciente voto en el Senado que parecía favorecer el debate sobre la posible retirada de Estados Unidos de Yemen, pero observadores y analistas más astutos se han dado cuenta del uso cínico de la «Farm Bill» para ofuscar y enterrar la verdadera intención de permanecer en Yemen.

El jefe de la ONU, Antonio Guterres, se ha felicitado por los «progresos realizados» en las recientes conversaciones de paz yemeníes en Suecia. Se negoció un supuesto alto el fuego entre Ansarullah (movimiento de resistencia popular) y los «rebeldes» apoyados por Arabia Saudí. Sin embargo, un reciente tweet del periodista yemení Hussain Albukhaiti ha revelado que esta afirmación de la ONU es otra pista falsa.

El viernes 14 de diciembre hice algunas preguntas al Dr. Yousef Al-Haderi, portavoz del Ministerio de Sanidad de Yemen.

Vanessa Beeley: Muchas gracias por concedernos su tiempo para responder a mis preguntas. La primera debe ser, en su opinión, ¿por qué se está produciendo la guerra en Yemen y cuando terminará?

Dr. Yousef Al-Haderi: Desde la primera revolución en Yemen el 26 de septiembre de 1962, estas grandes potencias del mundo han logrado contener al pueblo yemení política, intelectual y económicamente, por lo que no lucharon contra nosotros como lo están haciendo en esta horrible guerra. Nos esclavizaron y nos gobernaron a través de sus presidentes títeres.

La ubicación geográfica de Yemen, la tercera mejor del mundo, y la riqueza de sus recursos, petróleo, gas, piedras preciosas, abundancia agrícola y pesquera y diversidad de paisajes, deberían convertir a Yemen en uno de los países más ricos del mundo, pero esto no ha ocurrido debido a esta política de «hacernos pobres para mantenernos bajo control».

El movimiento que se originó en el norte de Yemen, Saada, llamado Ansar Allah o, como dicen los medios de comunicación occidentales, los hutíes, surgió de las sociedades más pobres e identificó la raíz de la causa de la pobreza de Yemen: el sistema estadounidense y es por eso que adoptaron el lema «muerte al régimen estadounidense». Su revolución, que tuvo éxito el 21 de septiembre de 2014, provocó que los agentes estadounidenses en la región, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, intentaran persuadir al nuevo gobierno de Yemen, representado por Ansar Allah, para que continuara el camino mercenario de dependencia de Estados Unidos que habían emprendido los ex presidentes de Yemen. El movimiento y la dirección de Ansar Allah rechazaron completamente esta medida.

Cuando las potencias mundiales, representadas por los regímenes estadounidense, británico y saudí, vieron que el movimiento Ansar Allah era capaz de erradicar todas las organizaciones terroristas en Yemen, como Al Qaeda, que los anteriores regímenes yemeníes habían sido incapaces de lograr, sintieron la amenaza que el movimiento Ansar Allah representaba para sus proyectos coloniales que habían sido apoyados por la implantación deliberada de estos grupos terroristas y lanzaron la agresión contra Yemen el 26 de marzo de 2015.

La «Operación Tormenta Decisiva», dirigida por Arabia Saudí, fue lanzada por el ex embajador saudí en Washington (actual ministro saudí de Asuntos Exteriores) Adil Al-Jubair desde el interior de la Casa Blanca. El primer día se llevaron a cabo terribles masacres entre los niños de Yemen, una de ellas en el norte de la capital, Saná (Bani Hawat), y en el centro de la capital. Esa misma noche, niños y civiles fueron atacados deliberadamente en sus hogares mientras dormían. Veintitrés días después, el 20 de abril de 2015, se utilizó una potente bomba de neutrones en Saná y se bombardearon todas las zonas de la ciudad. Miles de hogares fueron destruidos. Todos estos crímenes fueron cometidos con el respaldo y apoyo de Estados Unidos.

El final está claro. Después de que la coalición saudí pudiera hacer caer varias provincias del sur de Yemen –una campaña que se caracterizó por el caos, la destrucción, los asesinatos, el terror y el miedo–, como atestiguan ONG internacionales y periodistas, fuimos testigos del establecimiento de docenas de centros secretos de tortura y detención, similares a los establecidos por Estados Unidos en Irak, en las prisiones de Abu Ghraib. Incluso aquellos que apoyan a Estados Unidos y su coalición saudí no pudieron regresar a Adén, los Emiratos Árabes Unidos les negaron la entrada. La isla de Socotra y la provincia de Hadramaut fueron ocupadas por Estados Unidos. Las provincias al este de Yemen en la frontera con Omán fueron ocupadas por representantes y fuerzas saudíes para abrir un oleoducto para su petróleo hacia el Mar Arábigo en el sur de la Península Arábiga. El pueblo yemení que vivía allí experimentó un aumento del hambre, la pobreza y las enfermedades, y no recibió ningún beneficio de esta ocupación.

Hoy nos acercamos al final del cuarto año de esta agresión, que ha sido realizada por los países más poderosos de este mundo, con todos los recursos de este mundo y todos los ejércitos de este mundo utilizando todas las armas a su disposición. Armas que están prohibidas internacionalmente, como las bombas de racimo suministradas por Estados Unidos y Reino Unido. Podemos decir que la guerra no terminará hasta que la alianza de agresión se rompa y el régimen saudí se derrumbe. La alianza ha intentado debilitarnos con todas las armas de su arsenal –bombardeos, hambre, enfermedades, cólera, terrorismo, difteria, desnutrición, malaria– pero no entienden que no cederemos hasta que Yemen sea libre, que nunca nos rendiremos aunque ocupen nuestros hogares y tierras.

El cese de esta agresión depende enteramente de la vigilancia y humanidad de los pueblos de este mundo, no de sus gobiernos criminales que se benefician de nuestro sufrimiento.

VB: ¿Tiene alguna esperanza en las actuales conversaciones de paz en Suecia?

Dr. YaH: No hay esperanza en las actuales conversaciones de paz, y la razón es que la otra parte no vino a dialogar con nosotros, sino que envió a sus mercenarios que no tienen la capacidad de tomar decisiones. Ni siquiera tienen derecho a regresar a su país mientras afirman que han sido «liberados», lo que se traduce en una ocupación. Cuando tengamos a los representantes del gobierno de Estados Unidos, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en la misma mesa que Ansar Allah, podremos decir que hay esperanza.

VB: A la mayoría de la gente en Occidente se le ha vendido la idea de que el ex presidente Mansour Hadi, fugitivo o dimitido, es el jefe del gobierno yemení reconocido internacionalmente. Usted es el ministro de Sanidad del actual gobierno yemení elegido constitucionalmente. ¿Tiene apoyo popular? ¿Por qué la comunidad internacional no reconocerá a este gobierno?

Dr. YaH: Soy el portavoz oficial del Ministerio de Sanidad en la capital yemení, Saná, que se formó constitucionalmente a través del Consejo Constitucional de Representantes, que todavía está en Saná, que es más que el quórum. Creo que la continuación del reconocimiento internacional de Abed Rabbo Mansour Hadi como presidente de Yemen se debe al dinero estadounidense y saudí y a la decisión de las Naciones Unidas. Hadi presentó su dimisión el 19 de enero de 2015 y fue precedida por el final de su presidencia de consenso el 21 de febrero de 2014. Su presidencia fue prorrogada por un año, pero nunca fue elegido constitucionalmente. Para mí, no hay legitimidad para quienes asesinan a su propio pueblo, sitian y matan de hambre a su propio pueblo. Destruyen a su propio pueblo por orden de la coalición de Estados Unidos y Arabia Saudita.

Todo el mundo puede ver que las organizaciones que promueven la hegemonía estadounidense están efectivamente asediando o matando a su propio pueblo o poniendo presión económica sobre su pueblo o simplemente asegurando la propagación del caos en su país. Lo vemos en Yemen, Siria, potencialmente en Irán y Corea del Norte, entre muchos otros países. Desafortunadamente, la mayor parte del mundo está sometida a la devastación provocada por la hegemonía estadounidense en diversos grados. Estados Unidos cree que sólo él puede determinar quién o qué es legítimo o ilegal. La «legitimidad» debe ser determinada por los pueblos de naciones soberanas y no por fuerzas externas y depredadoras.

El gobierno de Hadi, reconocido internacionalmente, lleva cuatro años viviendo en los hoteles de lujo de Riad, Dubai, El Cairo y Estambul. No existe en Yemen, ni siquiera en las zonas que afirma haber «liberado». Nunca podrá volver a Yemen. Nuestro gobierno en Saná es reconocido por el pueblo de Yemen. Aporta estabilidad, libertad y justicia. No se suprimen en absoluto las consideraciones doctrinales, sectarias o partidistas.

El número de personas que viven en las zonas de Yemen ocupadas por la coalición saudí no supera el 25% de los 27 millones de yemeníes. El 75% vive en las zonas controladas por el gobierno de Saná y la popularidad de este gobierno de coalición es evidente en los frentes de lucha y en el apoyo popular. Son apoyados por facciones religiosas y nacionales por igual y hay una marcada ausencia de rechazo público o de levantamiento contra él, algo que es común en las provincias del sur ocupadas por la coalición.

VB: ¿Reconoce Irán al gobierno yemení? ¿Por qué Irán no ha asumido un papel más activo en la defensa diplomática de los derechos de los yemeníes?

Dr. YaH: Por desgracia, el gobierno iraní no ha hecho lo suficiente contra la injusticia que supone la agresión contra Yemen. Encontramos más apoyo popular del pueblo estadounidense que del gobierno iraní. Se niegan a reconocer al gobierno de Saná en términos de apoyo diplomático y, para ser sinceros, la inacción de Irán apoya efectivamente la humillación de Yemen por parte de la comunidad internacional. El apoyo de los medios de comunicación iraníes cubre únicamente los aspectos económicos o humanitarios del conflicto y nunca aborda las causas profundas. Nunca hemos recibido ningún apoyo de Irán, aunque siempre mantendremos que el pueblo iraní es tan humano como el pueblo estadounidense y todos los pueblos que apoyan al pueblo yemení contra sus opresores globales.

VB: ¿Ha desempeñado Rusia un papel en Yemen desde que comenzó la agresión de la coalición saudí en marzo de 2015?

Dr. YaH: El régimen ruso, al igual que el estadounidense, tiene objetivos especiales en Yemen y en Oriente Medio en general. Hay un intercambio de papeles entre las dos superpotencias en el mundo, en Siria y en Yemen. Rusia aprobó la resolución 2216 sin recurrir al veto. Esto refleja el alcance de su complicidad. Rusia dio la bienvenida al príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman en la 20ª cumbre de Argentina, a pesar del descubrimiento de sus crímenes contra Yemen y contra el periodista saudí Jamal Khashoggi.

VB: ¿Cuántos niños y niñas han muerto a causa de enfermedades prevenibles desde que comenzó el conflicto, debido al bloqueo de alimentos y medicamentos?

Dr. YaH: Las estadísticas que voy a enumerar sobre la mortalidad infantil no están completas, ya que el Ministerio de Sabidad no puede registrar cifras precisas debido a cuestiones específicas. Hay muchos niños que mueren en silencio, mueren en sus hogares después de que sus padres no pueden proporcionarles un hospital debido a la pobreza, el asedio y la falta de dinero, por ejemplo.

Desnutrición: 2.300.000 niños (menores de 5 años) de los cuales 1/3 parte padece algún tipo de desnutrición, incluyendo a 400.000 niños con desnutrición aguda severa; un niño muere cada diez minutos (según informes de la ONU y la Organización Mundial de la Salud).

Desde su reaparición (octubre de 2017 hasta la fecha), 2.890 personas yemeníes han sido infectadas por la difteria, de las cuales 169 han muerto, y los niños representan el 90% de estas estadísticas.

Cólera y diarrea asociada: Alrededor de 1.357.998 personas yemeníes se han visto afectadas durante el período comprendido entre el 27 de abril de 2017 y ahora, de las cuales 2.678 han muerto, y los niños representan el 70% de esas muertes.

Malaria y dengue: Hay alrededor de medio millón de yemenitas que sufren de malaria y treinta mil han muerto de la enfermedad, la mayoría son niños.

130 medicamentos necesarios para tratar enfermedades crónicas y medicamentos que salvan vidas no están disponibles en el Ministerio de Sanidad debido al bloqueo económico y al cierre del aeropuerto de Saná desde el 8 de agosto de 2016 hasta hoy. Estos medicamentos incluyen tratamientos renales, diálisis renal, cáncer, diabetes, talasemia, corazón, epilepsia. Decenas de miles han muerto como resultado de la falta de estos medicamentos, la mayoría de los cuales son niños.

Desde el cierre del aeropuerto de Saná el 8 de agosto de 2016 hasta hoy, unos 200.000 yemeníes no han podido viajar al extranjero para recibir tratamiento médico adecuado que no está disponible en Yemen. Hasta ahora, 28.000 pacientes han muerto, el 40% de los cuales son niños.

VB: ¿Se han retrasado o denegado los intentos de importar artículos necesarios para salvar vidas y quién los ha denegado? ¿Podría darnos un ejemplo de esos artículos?

Dr. YaH: Se ha prohibido la entrada al Yemen de petróleo, de los alimentos básicos y de 120 productos farmacéuticos, excepto en condiciones muy complejas y sólo por mar, y no a través del aeropuerto de Saná, que está cerrado. Debido al mecanismo de verificación e inspección de la ONU impuesto a los barcos que entran en el puerto de Djibouti, los medicamentos permanecen bloqueados durante meses y muchos de ellos habrán caducado en el momento en que finalmente entren en Yemen, si es que lo hacen. El trigo, por ejemplo, se vuelve incomestible después de almacenarlo a altas temperaturas. Los procedimientos no hacen más que aumentar el costo de los artículos para los civiles, que ya están sumidos en la pobreza. El cierre del aeropuerto de Saná y el traslado del Banco Nacional a Adén (desde Saná) también tienen un efecto negativo. Para el tratamiento de los riñones –por ejemplo, Sirolims, Ticrolims, Brucraf, Salsypt, diálisis renal, insulina, etc.– sólo podemos proporcionar suficientes medicamentos para el 5% de los pacientes a través de organizaciones internacionales.

VB: ¿Cómo se las arreglan los 5.000 (o más) pacientes renales teniendo en cuenta que no pueden recibir la diálisis necesaria?

Dr. YaH: 8.000 pacientes de diálisis reciben los tratamientos semanales más bajos (2 tratamientos por semana), aunque debería ser un mínimo de 3 tratamientos por semana, y en lugar de 5 horas por tratamiento hacemos sólo 3 horas (para tener tiempo para el resto de los pacientes). Mientras que las máquinas de diálisis trabajan 24 horas los 7 días de la semana, 4 centros de diálisis han sido cerrados por el bombardeo saudita. 27 centros siguen funcionando, pero no podemos suministrar equipos ni reparar dispositivos debido al bloqueo. Luchamos para tener suficientes soluciones para el tratamiento. Si no hubiéramos contado con la cooperación de algunas organizaciones internacionales y la ayuda de la sociedad yemení, habríamos sido testigos de otra catástrofe humanitaria. Aún así, no podemos cubrir todas las necesidades y 1.200 pacientes han muerto de insuficiencia renal como consecuencia directa del bloqueo.

VB: ¿Todavía es aplicable que cualquier cirugía para el cáncer se realizará de forma gratuita?

Dr. YaH: En Yemen no existe ningún seguro médico para los ciudadanos. La atención sanitaria se cobra incluso en los hospitales públicos, aunque el pago es menor que en los hospitales privados. Esta fue una de las principales razones del levantamiento de septiembre de 2014. El nuevo ministro de Sanidad, nombrado en junio de 2018, introdujo una política para reducir el dolor y el sufrimiento de los pacientes, especialmente los que tienen cáncer, y tienen acceso a procedimientos gratuitos en los hospitales públicos de Saná. También se ha introducido una nueva ley que entrará en vigor en 2019: el Fondo para la atención y el tratamiento del cáncer. Esperamos que esto sirva para aliviar el sufrimiento de los pacientes con cáncer.

VB: ¿Cuántos hospitales siguen funcionando en todo Yemen?

Dr. YaH: En las zonas gobernadas por el gobierno de Saná, 79 hospitales prestan servicios de salud al 75% de los yemenitas (24 millones de yemenitas de un total de 27-30 millones) y a 2.000 centros de salud en todo Yemen. De estos, 4 hospitales son administrados por Médicos Sin Fronteras y cerca del 45% de los hospitales y centros de salud han dejado de funcionar debido al bloqueo. El trabajo sanitario en Yemen sólo funciona en un 55% y está abrumado por la propagación de enfermedades epidemiológicas, psicológicas y físicas.

VB: Justo antes de las conversaciones en Suecia, se informó de que a a algunos yemeníes heridos se les había permitido volar. ¿Cuántos pudieron salir volando?

Dr. YaH: Las 200.000 personas que sufren de estas enfermedades físicas, como cáncer, corazón, riñones, huesos, etc., han sido castigadas colectivamente por la negativa de la coalición de agresión de permitirles viajar. 28.000 han muerto como resultado. La Organización Mundial de la Salud y la ONU expresaron su voluntad de realizar dos viajes al mes, con 100 pacientes cada uno. Los que lograron viajar antes de las conversaciones de paz son los heridos de guerra, ya sean combatientes de primera línea o civiles heridos en los bombardeos saudíes. No más de 50 de estos pacientes han podido salir para recibir tratamiento y se organizó un viaje como requisito previo para que la delegación de Saná participara en las conversaciones de «paz». 50.000 heridos siguen esperando permiso para viajar para recibir tratamiento, miles de ellos con discapacidades permanentes.

VB: ¿Qué es lo que más se necesita en materia de ayuda humanitaria? ¿Qué es lo que realmente se da en cantidades adecuadas?

Dr. YaH: En realidad, el pueblo yemení no necesita ayuda. Sólo exigen que se levante el bloqueo y el asedio, que se ponga fin a la agresión y que se les permita vivir en paz. Regularemos nuestros propios problemas de forma pacífica y fácil. Esta es la demanda más importante del pueblo yemení.

VB: ¿Quién es el responsable final del genocidio en Yemen?

Dr. YaH: Los responsables oficiales del genocidio en Yemen son los que tienen el dinero de destrucción masiva con el que compran armas de destrucción masiva a los países de destrucción masiva avalados por las Naciones Unidas y que se reunieron con el silencio mundial mientras se destruye Yemen. El régimen estadounidense es el principal responsable, la ONU y el Consejo de Seguridad siguen de cerca como cobertura legal de los crímenes cometidos por Estados Unidos y sus socios saudíes y de los Emiratos Árabes Unidos, lo que les permite cometer las atrocidades contra el pueblo yemení. Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos ocupan el tercer puesto en la clasificación de responsabilidad y luego está en el número cuatro, el fugitivo e ilegítimo presidente Abed Rabbo Mansour Hadi y su equipo político en la ONU o trabajando como embajadores en otros países.

Por último, siempre le doy la bienvenida a usted y a sus preguntas en cualquier momento y cualquiera que sea la pregunta, sin reservas, y le agradezco profundamente su constante solidaridad con nosotros. Las personas son de dos tipos (o su hermano en religión o su equivalente en la creación), vivimos en una misma tierra y somos una misma raza, vivimos una misma vida y nuestro destino es el mismo… todo mi respeto para ti y la gente del mundo.

Vanessa Beeley es una periodista independiente, activista por la paz, fotógrafa y editora asociada de 21st Century Wire. Vanessa fue finalista de uno de los premios de periodismo más prestigiosos –el Premio Martha Gellhorn de Periodismo 2017– entre cuyos ganadores se encuentran Robert Parry en 2017, Patrick Cockburn, Robert Fisk, Nick Davies y el equipo del Bureau for Investigative Journalism. Por favor, apoye su trabajo en su cuenta de Patreon.

Fuente original: 21st Century Wire